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La crisis es una apisonadora que pasa por encima del ser humano

Presentada la investigación: “Impacto del desahucio en la salud e los afectados”

Los datos de esta investigación, pionera en España, sobre el impacto de los desahucios en la salud de los hipotecados son concluyentes; la tragedia se mete en la piel, en los músculos y en la mente llegando a veces a desencadenar la tragedia. ¿Cuándo se llamará violencia a esto? ¿Cuándo se verán las desigualdades como atentados a los seres humanos que la padecen? ¿Cuándo se parará este drama? La exposición de esta investigación confirman para el autor uno de los lemas de Stop Desahucios; "no son suicidios; son asesinatos".

La vivienda-mercancía es más importante que los derechos a la vivienda y a la salud entre otros

Paco Cáceres. Otra Granada

El acto comienza con la proyección de un vídeo confirma las palabras que dan título a este texto. Son de Humbelina Robles, una de las autoras de la investigación “ Impacto del Desahucio en la Salud de los Afectados ” realizado por un equipo de investigación de la Facultad de Psicología, la Escuela Andaluza de Salud Pública y Stop Desahucios. Este estudio, pionero en España, ha sido realizado entre afectados por la hipoteca que acudieron a Stop Desahucios.

El vídeo va ofreciendo testimonios de personas afectadas por las hipotecas que ven empeorar su salud por culpa de la tragedia que viven. Depresiones, ansiedad, estrés, estrés postraumático e ideas de suicidio que a veces, como sabemos, se hicieron realidad. Pero no sólo son enfermedades mentales; esas tensiones insoportables hacen posible enfermedades coronarias, infarto entre ellas, piel, etc.

Cartel de presentación de la investigación

Y lo visto lo confirman los datos de la investigación realizada en Granada; “antes podían decir que son cuatro locos los que lo afirmaban, ahora es un estudio científico realizado entre familias que acuden a Stop Desahucios el que confirma la más clara de las evidencias; los desahucios afectan gravemente a la salud de las familias”. Humbelina Robles (de un equipo de investigación de la facultad de Psicología) y Antonio Da Ponte (Escuela de Salud Pública de Andalucía) desgranan los datos. Reflejamos aquí algunos de ellos.

 Un 88% de los encuestados presentan altos grados de ansiedad

 El 91% presenta depresión severa

 El 95,1% vive el proceso de desahucio con miedo, indefensión u horror

 El 72,3% cumple al menos dos de los tres criterios que indican la existencia de estrés postraumático.

 Un tercio de las personas investigadas presentan riesgo de suicidio entre moderado y alto.

Acto contra un desahucio en el Zaidín

Decía Antonio Da Ponte que según la OMS, los seres humanos perciben la vivienda como refugio, hogar, medio ambiente construido y comunidad y no como “cemento, ladrillos y dinero” Y especulación, añadiríamos nosotros; “viviendas para invertir” que rezaba el anuncio de unifamiliares en los Altos de La Zubia hace aproximadamente una década.

Aumentan los consumos de tabaco o alcohol, disminuyen las frutas y el ejercicio físico

Seguimos con lo que nos aporta la investigación; cuando se vive el proceso de desahucio aumenta el consumo de tabaco, de alcohol, de psicofármacos (vías de escape de siempre), el número de separaciones y divorcios, las visitas a urgencias... Y disminuyen las ganas de hacer ejercicio físico, el consumo de frutas, verduras y hortalizas. Por otra parte, un 81% de hombres y un 84% de mujeres sufren problemas con el sueño. En cuanto a género, casi todos los indicadores muestran que las mujeres sufren más que los hombres las consecuencias de los desahucios.

Integrantes de la mesa que presentaron la investigación

La situación que viven las familias que están en proceso de desahucios es tan dura que llega a compararse a situaciones de guerra, catástrofes naturales o terrorismo.

Stop Desahucios hace lo que debería hacer un Estado que velara por el bienestar de la ciudadanía

Antonio habla de Holanda, donde las instituciones “vigilan” a las familias que pueden sufrir la pérdida de vivienda para actuar antes de que sea demasiado tarde. Aquí el Estado se desentiende y la gente ha de “comerse” el marrón, soportando incluso que los bancos acosen hasta empujar en algunos casos al suicidio. En cualquier caso el Estado actúa favoreciendo con sus medidas esta tragedia, y blindando a los desahuicidiadores dándole todos los derechos habidos y por haber. Curiosamente es Stop Desahucios el que ejerce la labor de “Estado” y de servicio público asesorando, apoyando y convirtiendo el dolor individual en terapia colectiva para aumentar la autoestima, derrotar el sentimiento de culpa y levantar la esperanza. Eso, como dice otro estudio, es mucho mejor que la pastilla que manda el médico contra la depresión.

Los problemas de salud se disparan en los afectados por los desahucios

Si la investigación se hubiera hecho entre todos los desahuciados el resultado podría ser peor.

La investigación se ha hecho con familias que acudieron a Stop Desahucios. Eso,según palabras de un miembro de la Plataforma, representa en Granada sólo a un 5% de los afectados por la hipoteca. Es decir, el estudio se realizo entre personas que al menos sienten el calor, la solidaridad, el asesoramiento y la movilización de Stop Desahucios. El 95% restante, los que no acuden a la Plataforma, viven esos procesos en la más estricta soledad, por vergüenza, sentimiento de culpa o cualquier otra razón. Lo que nos hace pensar que los problemas de salud de ese altísimo porcentaje que se traga los problemas en la más estricta soledad deben ser más graves.

Los desahucios, la desigualdad en general (podríamos hablar también del paro, el trabajo precario, la pobreza...) es violencia que el sistema económico ejerce sobre los más débiles, y el Estado, lejos de arrimar el hombro, con sus medidas echa más leña al fuego; “la crisis es una apisonadora que pasa por encima del ser humano”, que decía Humbelina. ¿Cuándo se equiparará toda esta violencia a otras que sí tienen ese estatus? Me acuerdo de la parida de Felipe González, menudo fiasco este personaje, cuando afirmaba que los escraches eran violencia sobre los hijos de los políticos. No tuvo ni una palabra sobre la tragedia que viven los niños que viven los desahucios. Por cierto, los autores del informe expuesto hoy nos hablan de una posible segunda parte en el que se abordaría cómo afectan los desahucios a los niños.

Protesta por el suicidio ¿o asesinato? de Gustavo

Salgo del acto con mi amigo Miguel Esteban comentando los datos que avalan nuestra indignación y la de todos los que estábamos en la sala, que no éramos muchos; pero también salgo pensando que, aunque la tragedia la vivan las familias afectadas, somos muchos los que sufrimos, aunque sea en menor medida, esta tragedia. Aunque no lo sufras directamente, ese malestar se te instala en la piel y al final andas cabreado y triste sin saber exactamente por que´. La desigualdad, esa es la razón de nuestra infelicidad, porque siguiendo el pensamiento ubuntu, ¿cómo podemos ser felices si los demás viven esta tragedia?

Termino. Estoy convencido; Stop Desahucios tiene toda la razón del mundo; lejos de maquillar el lenguaje, llama a las cosas por su nombre; “no son suicidios, son asesinatos”.

Por Veguita de Graná

El Viernes 5 de septiembre de 2014

Actualizado el 13 de febrero de 2024