Paco Cáceres.
Salvemos la Vega. Coordinadora Granadina Nueva Cultura del Territorio
Es habitual que siempre que se crítica a CETURSA-Junta de Andalucía sea la Asociación de Empresarios de la estación de esquí la que salga en defensa de aquella. A través de sus comunicados conocemos cómo piensan los dirigentes de la referida asociación. Sin embargo, es en un extracto de su último comunicado (Ideal 28-08-2010) donde se ve muy bien que significa para ellos Sierra Nevada. Dice la Asociación; las obras (de CETURSA con motivo de la Universiada) han estado expuestas "a un estricto sometimiento a la normativa ambiental, que en nuestra montaña es extremadamente exigente, muy por encima de lo que nos gustaría". Más claro el agua, pero no la que baja por el río Monachil después de sufrir los vertidos allá arriba, sino la que bajaba antes de los desmanes cometidos en la Sierra. Comentems la referida frase.
Decir que la normativa ambiental en la Sierra o en cualquier otro paraje de Andalucía es extremadamente exigente es desconocer o no querer ver lo que está ocurriendo en nuestra Comunidad. Basta ver la costa urbanizada de punta a punta con Marbella y el Algarrobico como emblemas. Basta ver parte de la vega destruida con la complicidad de ayuntamientos y Junta de Andalucía, basta ver la construcción en barrancos, lugares protegidos y zonas inundables (la chulería de Armilla construyendo en la zona inundable junto al Nevada le ha costado a la administración 6 millones de euros para entubar el barranco Hondo que baja de Gójar), basta ver el decreto sobre campos de golf recientemente aprobado por la Junta de Andalucía. ¿Alguien en su sano juicio que mire alrededor puede sentir que en Andalucía hay una estricta normativa ambiental?
¿Y qué podemos decir de Sierra Nevada?; ¿No fue un despropósito urbanizar al por mayor la Sierra llenándola de construcciones, calefacciones, coches, quitando agua a los ríos Dílar y Monachil y contaminando las aguas hasta entonces limpias de éste? ¿No contribuyó esa alteración a que la nieve cada vez esté más alta? ¿No fue una barbaridad la destrucción de la laguna de las Yeguas? ¿No es un despropósito que cada director de cetursa quiera pasar a la historia haciendo más barbaridades urbanísticas y destructoras que sus antecesores en un medio tan sensible? Y vayamos ríos abajo. ¿No es preocupante la contaminación del río Monachil, la desaparición de especies vegetales y animales de su ribera, los robos del agua y la idea enfermiza de que el agua de la Sierra no baje a la Vega y se quede en los cañones? ¿Saben que los acequieros del río Monachil dicen que antes se veían truchas y otras especies animales en las acequias y río y que ya han desaparecido por completo? ¿Le han preguntado a los agricultores más conscientes cómo le ha dañado a las aguas y la agricultura el monstruo que están creando aún en Sierra Nevada? ¿Y aún así se atreven a decir que la normativa es “extremadamente exigente”? Ni en la Sierra, ni en las costas ni en las vegas ni en ningún otro sitio de Andalucía.
¡Que vengan las empresas contaminantes a Andalucía!
Para refrescar la memoria de la sensibilidad ambiental de los que nos han gobernado en Andalucía sería bueno que recordáramos lo que dijo Rodríguez de la Borbolla cuando era Presidente andaluz. Avanzaba en Alemania la conciencia ecologista ciudadana y el Gobierno alemán, haciéndose eco de ello, dijo a las empresas muy contaminantes que tenían dos opciones; o buscar remedio o salir del país. Pocos días después, un Borbolla todo sonriente salió diciendo en su televisión (Canal Sur); “las empresas que no quieran los alemanes que nos la manden a Andalucía, que aquí no le haremos ascos; no tendrán ningún problema y las recibiremos con los brazos abiertos”. Borbolla, Chaves, Griñán. Nada ha cambiado, basta darse un paseo por la geografía andaluza y granadina. Para ver las barbaridades que se han cometido en nuestra Granada, basta con hacer un seguimiento de los correos de la Vega-otragranadaa.org para ver el concepto de territorio y medio ambiente que tienen nuestros ladrilleros gobernantes. Hay mil ejemplos
¿Qué ocurriría si la normativa ambiental en la Sierra la hicieran la asociación de empresarios?
Pues bien, la dirección de los empresarios de Sierra Nevada dice igual que los constructores en la Vega o en la Costa o los caseteros del ferial de Granada; que la normativa es extremadamente exigente, que la vega, la Costa o la Sierra para qué sirven, que ellos crean puestos de trabajo. Según ellos El “desarrollo” exige sacrificios ambientales, agrícolas, de biodiversidad, aunque para ellos no es ningún sacrificio, ya que la Sierra, la Vega o la costa no tienen más valor que aquel que se pueda sacar para engordar sus cuentas corrientes. Pues bien, si con la exigente normativa ambiental de la Sierra ha pasado lo que ha pasado; ¿qué ocurriría si la normativa ambiental la hubieran redactado la asociación de los empresarios como a ellos les gustaría? ¿Os imagináis? Está claro, si dicen en un comunicado público, que la normativa está muy por encima de lo que a ellos les gustaría; ¿qué no dirán en privado donde no hay que guardar las apariencias?
Es preocupante, muy preocupante, porque demuestran que el único valor que le ven a la Sierra es el de las ganancias que les puedan proporcionar. Por eso ven con buenos ojos el proyecto de la Universiada y que prolongaran la pista de esquí hasta, por lo menos, Santa Fe. ¡Si hubiera normativas ambientales como a ellos les gustaría! Por eso apoyan a Cetursa, porque saben que la dirección de ésta tiene el mismo pensamiento que ellos. Ni unos ni otros son capaces de ver los valores de Sierra Nevada, ni que los granadinos podamos disfrutar de ella. Los que vamos gastamos poco y muchas veces llevamos el bocadillo en la mochila. ¡Eso de ser la gente del chavico! Hay que salvar a Cetursa como sea, aunque empiece obras ilegales (del Alcalde de Monachil y del Delegado de Medio Ambiente podemos hablar otro día. ¡Menudo papelón!), aunque machaquen la manzanilla y otros endemismos muy protegidos, aunque las obras puedan afectar a las cuencas hidrográficas de los ríos Dílar y Monachil, aunque puedan afectar a las vegas, a nuestros agricultores y a los pueblos ríos abajo. Eso no preocupa, lo preocupante es que hay normativas ambientales que no dejan destruir la Sierra todo lo que ellos quisieran.
Próxima entrega: Necesitamos con urgencia otra cultura del territorio -2-. Tenemos que forjar Otra Granada
