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Paseamos por el Genil-Fuente de la Bicha para conocer sus árboles

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¿Sabías que los árboles pueden curarnos y, cuidado, envenenarnos? ¿Sabías que tienen mil historias que contarnos? Un grupo de personas del Centro de Adultos de San Matias estudian cada año distintos aspectos del medio ambiente. En este marco, paseamos por el río Genil para conocer sus árboles y otras cosillas que vamos desgranando a lo largo del paseo. No logramos llegar hasta donde queríamos, pero hemos compartido saberes y afecto. Después de la caminata conocemos mejor los árboles de la zona, pero quedan aún muchos paseos por hacer

Dedicado con cariño a las mujeres y hombres que participan en el Plan de Medio Ambiente del Centro de Adultos de San Matías. Incluyo a su profesor; Antonio Jesús Aguilar. Con ellos compartí este paseo junto al Genil hace unos días.

Adultos de San Matias. Dispuestos a aprender y a enseñar. que todo va junto

Paco Cáceres veguitadegrana@gmail.com

Quedamos en Puente Verde, como casi todo quisqui. Desde ahí empezó un paseo didáctico para conocer la “vecindad” arbórea del paseo del Genil hacia la Fuente de la Bicha y la Presa Real... Pero después de hora y media sólo llegamos hasta la toma de una pequeña acequia, 300 metros antes de llegar la Fuente de la Bicha. ¡Y es que había mucho de lo que hablar! Bueno, en otra ocasión seguiremos el recorrido. Sin más preámbulos hablamos del plátano, primer árbol que vemos. ¡Ojo! El que da los ricos plátanos se llama platanera.

El primer árbol que encontramos es el plátano de sombra

Plátano de sombra

¿Recordáis? Es el de la foto de encima; dura hasta 300 años, la hoja parece la palma de una mano, Da como fruto unas bolitas con multitud de semillas. Por su apreciada sombra, se utiliza en alineaciones de calles, veredas, caminos, parques, paseos. Su madera dura y resistente se emplea para chapas de revestimiento, en carpintería, ebanistería, construcción y para mangos de cepillos y herramientas.

Plátano, sus hojas como palmas de mano y sus múlitples semillas formando bolitaas

Sus hojas, corteza y frutos se usaron en otro tiempo en medicina popular, pero hoy es menos apreciado. En Granada hay muchos, cerca de este paseo lo vemos en el Salón, Violón o los Basilios. También hay ejemplares enormes junto a los kioskos de prensa que hay al lado de la Fuente de las Batallas o en la carrera de la Virgen.

Junto a las bicicletas, el aligustre, vigilándolas

Aligustre

Siguen nuestros pasos pero no tenemos que dar muchos, paramos junto a un ejemplar de aligustre. Da bolitas en forma de racimo que cuando maduran son negras y, cuidado, tóxicas. Con este árbol se elaboraban tintes de distintos colores; amarillento (corteza), para lana. Negro (frutos) para sombreros. También un extracto azul para los guantes, morado para colorear mapas lujosos y tinta para colorear estampas. Con las hojas y brotes tiñen de color verde. Muy curioso, ¿verdad?

Grupo de eucaliptos vistos desde puente verde

Eucalipto

Damos unos pasos más y miramos a ambos lados del río, hay unos árboles altos de hojas verdes de color azulado. Son árboles originarios de Australia que pueden alcanzar más de 50 metros. El aceite esencial de las hojas de eucalipto es usado como descongestionante y para combatir infecciones respiratorias. Se utiliza en forma de ungüento, en pastillas, caramelos inhalantes, infusiones, jarabes o en vaporizaciones. El aceite se usa de forma tópica como tratamiento para dolores musculares y de articulaciones, así como para tratar el herpes labia. Desde el punto de vista humano, algo negativo; empobrece los suelos porque los deseca y no deja crecer casi nada bajo sus hojas.

Sólo en años muy lluvioso podemos ver esto

Seguimos avanzando, pero muy poco porque presenciamos a otros vecinos. Antes una observación, en el río hay grandes bloques de piedra que pretendían convertir el Genil en un río de aguas bravas para practicar piragüismo, pero eso en estas latitudes es bien difícil; de hecho se abandonó el proyecto. Sólo en una ocasión, un año muy lluvioso, he visto canoas por este lugar del Genil… Bueno, hablemos de otros árboles.

Ailanto en la parque izquierda del paseo. Observa cómo nay alrededor muchos nuevos arbolillos. ¡Se multiplican!

Ailanto

Es originario de China y también se le llama árbol del cielo. Es de crecimiento muy rápido, es bueno para la retención de suelos, pero su enorme producción de semillas y el nacimiento de nuevos arbolillos de su propia raíz consiguen colonizarlo todo afectando a la biodiversidad.

Detalle de hojas y semillas

Por eso está considerado como una especie exótica invasora, incluida, mediante el Real Decreto 630/2013, en el Catálogo de Especies Invasoras, teniendo las Administraciones Públicas, la obligación de erradicarlo.

Aunque esta imagen esta tomada en otro lugar, esta es la imagen del almez con las almecinas ya negras

Almez

Ahora nos colocamos delante del almez, con sus bolitas negras. Es el momento de comerlas. Para la gente de mi edad este árbol tiene muchas historias. Os aconsejamos leer “¡Ya están las almecinas negras! ¡Preparad los canutos!”
http://www.otragranada.org/spip.php?article463 y “El almecino nos cuenta su historia y algunos lugares donde puedes encontrarlo”http://www.otragranada.org/spip.php?article732

Detalle de hojas de fresno. Los tonos marrones son las semillas

Fresno

Unos pasos más nos llevan al árbol mágico; el fresno, de sus varas dicen que hacían sus varitas los druidas celtas y las hadas. Hay muchos fresnos en esta zona del paseo. Las hojas del fresno suelen utilizarse como antiinflamatorias, contra el reuma o la ciática. También es bueno contra la retención de orina. Su corteza es febrífuga. Tiene muchas más propiedades, pero ya haremos un especial de este árbol para que lo conozcáis mejor. Curioso, según el botánico catalán Quer, las semillas bien maduras, secas y reducidas a polvo y tomadas con vino harían enflaquecer. Y volviendo a lo mágico; los celtas, griegos o romanos lo consideraban árbol sagrado, todo lo contrario que los cristianos, que en la edad media decían que en él moraba el demonio. Hablar de él en las escuelas (yo lo he hecho y hago) da mucho juego, porque cuando les hablas a los pequeños de las varitas mágicas o de que este árbol junto al roble y el espino albar conforman los bosques mágicos donde pueden habitar hadas, gnomos y demás seres imaginarios… Los niños miran al fresno con gran asombro cuando escuchan esto.

Seguimos nuestro paseo, lento entre algún quercus, arces, álamos, árboles del amor, cañaveras, falsas pimientas (originario de Latinoamérica). Sólo hablamos de este último un poquito. Los demás los dejaremos para otro paseo. Todo no se puede hablar en un solo día. ¡Podemos coger “arboritis”!

Los racimos de flores blancas de las falsas acaccias. Ten en cuenta que sólo se puede utilizar la flor, que es coomestible

Acacia en flor o falsa acacia

Paso a paso pasamos el puente que se hizo hace unos años para conectar carretera de la Sierra con la Avenida de Cervantes. Al lado derecho hay una acacia en flor, también llamada falsa acacia (hay quienes consideran que las verdaderas acacias son las africanas). La flor de este árbob, en racimos blancos es preciosa, huele bien y se puede comer. Pan y quesillo le llamaban, aunque también se le llama así a una especie de jaramago blanco. Antes se solían comer mucho, pero ¡ojo! Las semillas son tóxicas. Leo en Wikipedia que “Los caballos que la consumen (corteza y hojas) muestran signos de anorexia, depresión, incontinencia, cólicos, debilidad, arritmias cardiacas dentro de la hora de consumidas”. Pues ya sabéis, de la acacia en flor o falsa acacia sólo se puede llevar a la boca las flores blancas que, además, son calmantes y emolientes en uso externo (ablandan las partes inflamadas)

Cinamomo. ¡Cuidado! Sus frutos son narcóticos y tóxicos

Cinamomo

Unos metros más arriba, pasado el siguiente puente, nos encontramos con un grupo alineado de cinamomos o melias (por su nombre científico que es melia azederach). En Sevilla tamibén le llaman paraíso. Este árbol es originario del sur y este de Asia, en algunos de esos lugares los consideran sagrados. En España, los huesos de su fruto se han utilizado para hacer cuencas de rosario, quizás por eso en Barcelona le llaman “árbol santo”.

Cinamomo. Las flores moradas huelen muy bien y puedes apreciarlas por abril o mayo

Bendito sí es seguro que es para combatir el cambio climático, porque según investigaciones, absorbe gran cantidad de CO2. Eso sí, hay que tener cuidado con sus frutos porque son narcóticos y venenosos si se toman en cierta cantidad. Sin embargo, esos mismos frutos tienen propiedades insecticidas y son eficaces en uso externo para matar los piojos. Curioso; de ellos se obtenía un gas inflamable que se usó para el alumbrado.

Un trozo de río desnudo de vegetación. ¿Puede ser de otra m anera?

Un trozo de río sin vida

Llegamos a una zona donde al río se le quita año tras año toda vegetación. Sostengo que el río da vida y todos los años se la quitan. Ahí, alejado del cauce, podrían crecer árboles, como pasa un poco más abajo. Se suscita debate. ¿Qué piensa la Confederación Hidrográfica? ¿Y los vecinos? Alguno habla de que antes había ratas… No todo es blanco o negro, pero tal vez se podría conjugar seguridad y arboleda que dé sombras, belleza y paisaje colorido y oloroso. En otragranada.org puedes leer “El río exclamaba; “¿Por qué le llaman limpieza si lo que hacen es destruir la vida que creo?"”
http://www.otragranada.org/spip.php?article651

También hablamos de los bancos que han colocado a lo largo del paseo a partir de esta zona. Pensamos que están mal colocados porque están a pleno sol, quizás si lo hubieran puesto al otro lado, que además tienen mejor vista, se agradecería más.

Pasado otro puente, dejamos atrás pinos alineados a la izquierda y entramos en una zona distinta; aparece el primer huerto, siempre labrado con primor y, pronto, empieza el río con su vegetación de ribera. Encontramos ya los sauces, zarzas, tréboles hediondos, juncos y, al otro lado del paseo; altabacas lechugas moras, gordolobillos, distintos tipos de gramineas y otras muchas hierbas.

Estos sauces los vimos al principio del paseo, pero ahora es cuando los podemos apreciar mejor a lo largo de todo el paseo

Sauces

Hay muchos tipos de sauces, difíciles de clasificar. El nombre latino “salix” parece que procede de los celtas y significa “próximo al agua”. Sin embargo otros dicen que viene del verbo “salio” que significa saltar, brincar, aludiendo sin duda alguna a lo pronto que crece. Antiguamente, las cortezas de los sauces se emplearon en medicina como febrífugo (para bajar la fiebre, para calmar los dolores (cabeza, muscular, reumático, oídos…) De aquí se sacaba uno de los componentes de la aspirina (ácido acetil salicílico).

Sauce en flor por este paseo, pero hay que esperar a la primavera para verlo de nuevo

Hoy día, sin embargo, con la aspirina obtenida de forma sintética y otros fármacos ya no la emplean para curar esos males. Sin embargo, todavía se utiliza como tónico (para poner a tono) y sedante (para calmar los nervios y los dolores). Se hace cociendo sus cortezas.

Rosal silvestre. Verlo en mayo es todo un espectáculo. Se encuentra a unos 200 metros pasaddo el puente de la carretera que va a la Alhambra

Rosal silvestre

Seguimos lentamente y pasamos por debajo del puente de la carretera que va a la Sierra y la Alhambra. A la derecha vemos el monte con encinas y en las partes más degradadas aparecen las retamas y si la degradación es mayor se llena de aulagas. A unos doscientos metros del puente, junto al río vemos un bellísimo ejemplar de rosal silvestre, rosa carnina o escaramujo… Tapaculos le llaman popularmente porque si se comen sus frutos pueden dificultarnos la defecación.

Flor y fruto del rosal silvestre. La imagen del fruto está tomada en otro lugar cercano

El rosal silvestre da unas flores muy bellas y, este ejemplar en particular, se pone allá por mayo cuajado de esas flores blancas. Contienen taninos que dan un efecto astringente, antidiarreico. Los flavonoides determinan su acción como diurético y vitamínico P: protector capilar y venotónico. Las flores le confieren una acción suavemente laxante y como tónico general. Las hojas son cicatrizantes en uso externo. Ya veis, una joya. Tiene muchas más propiedades, pero bueno, ya las contaremos en otra ocasión.

Nuestro paseo va a llegar a su fin, unos cien metros más adelante vemos la toma que hace del Genil una acequia corta que sólo regará los huertos cercanos de la margen izquierda del río.

Quedan muchos paseos

Y aquí concluimos nuestro paseo. Faltan mil paseos más, o los que sean. A diferentes horas, en diferentes estaciones, en muchos días dentro de éstas… La naturaleza siempre nos ofrece un espectáculo gratuito, es de lo poco que no se vende, que no se convierte en mercancía. Y podemos disfrutarlo colectivamente, charlando, observando, anotando, fotografiando, disfrutando… Podemos oler, tocar, degustar en algunos casos (las almecinas y majoletas se pueden comer ahora), escuchar los sonidos del agua, de las acequias, de los pájaros (hay muchos ruiseñores por la ribera). Además, tenemos el espectáculo de caminar entre bosque de ribera y bosque mediterráneo. La próxima vez nos meteremos por la Fuente de la Bicha y veremos encinas (pronto están las bellotas) jaras, trepadoras, más almeces, higueras… ¡Uf! ¡Falta mucho por conocer y disfrutar… ¿Qué, te apuntas al próximo paseo? ¡Qué sí! ¡Claro que sí! Y por lo bien que nos portamos, acabamos con una cervecilla con tapilla ahí por la carretera de la Sierra o por donde sea, que bares no faltan.

Por Veguita de Graná

El Viernes 9 de octubre de 2015

Actualizado el 9 de octubre de 2015