Reportaje Paco Cáceres
Al final del camino, solo me dirán: ¿Has amado? Y yo no diré nada, abriré mis manos vacías y mostraré mi corazón lleno de nombres
Este poema de Pedro Casaldáliga encabeza el informe de Cáritas Granada 2011; poco después asoma el primer dato; 15.263 personas fueron atendidas por esta entidad en 2011; un 10% más que en el año anterior. Miles de rostros humanos con sus nombres escritos en el corazón de Cáritas.
Para atender esta demanda, aumentan los voluntarios de Cáritas; el año pasado 417 personas se formaron como nuevos voluntarios... y sobre todo voluntarias, el 70% eran mujeres. Para conocer mejor el trabajo de estas personas hemos charlado con dos voluntarias que llevan tiempo dedicando su tiempo a esta tarea. Ellas son Charo Molina, la coordinadora de Cáritas de la zona de los Agustinos y Yoyi Alharilla, voluntaria desde hace bastantes años y amiga nuestra.
– ¿Cómo os organizáis en Cáritas?
– CHARO: Funciona por parroquias, que son las que aportan los medios. Ésta, la de los Agustinos abarca entre otras calles parte del camino de Ronda, Santa Clotilde, Parque Rosaleda, Pérez Galdós, etc. Cáritas sobrevivimos con aportaciones y donativos. La comunidad de agustinos es muy solidaria, todo lo que recogen el primer domingo de mes es para Cáritas. También el AMPA del colegio de Fuente Nueva se moviliza para ayudar, pero hay que señalar que hay muchas necesidades, muchas personas a las que atender.
– YOYI: Antes nos aportaba mucha comida el Banco de Alimentos, pero desde lo de la crisis ni ellos tienen suficiente con lo que recogen.
Leemos del informe de Cáritas Granada que esta institución está integrada por voluntarios que no cobran, profesionales contratados y socios que hacen aportaciones económicas fijas. Los destinatarios son los sectores de población que se encuentran en situación o en riesgo de exclusión. Mayores, inmigrantes, personas sin hogar o ancianos son algunos de los colectivos atendidos en Cáritas.
– ¿Qué labor hacéis las voluntarias?
– YOYI. Organizamos, atendemos, charlamos con las personas que vienen... Cada dos semanas se reparte comida, alimentos básicos. Cada semana se reparte ropa. Se atienden también necesidades económicas, fundamentalmente el pago de la luz, de la bombona, del alquiler... (Informe Cáritas Granada 2011. Las ayudas económicas fueron de 361.778,24 euros, lo que supone un incremento del 20% con respecto al 2010)También hay una bolsa de trabajo, pero desgraciadamente desde el 15 de septiembre sólo se ha podido contratar a tres trabajadores. Tengo que decir que una cuestión básica también es charlar con las personas que vienen, conocerlas, interesarse por ellas, darles ánimos, ver si necesitan otras cosas... Eso es fundamental.
– CHARO: Aparte de todo lo dicho (comida, ropa, pago de servicios como luz, agua o alquiler búsqueda de trabajo) también se hacen talleres que puedan facilitar el empleo. En Cáritas hay programas para atender familias desestructuradas, poco organizadas. Hay programas de educación para el trabajo. Ahora estamos organizando para muy pronto un taller de cocina. Por otra parte antes se daba mucho trabajo doméstico, pero desde que se reguló por ley este tipo de trabajo la gente nos demanda muy poco. (Informe Cáritas Granada 2011.Cáritas trabaja en distintos proyectos con inmigrantes, niños y jóvenes en riesgos de exclusión, mujeres y familias, con la comunidad gitana, con mayores, con presos).
– ¿Por nacionalidades a qué personas se atiende fundamentalmente?
– CHARO. Antes eran inmigrantes casi todos, ahora el número de españoles que solicitan ayuda supera al de inmigrantes. (Consultamos el informe Cáritas Granada2011 que nos facilitó Charo y da el dato; el 51% son españoles, el resto inmigrantes)
– YOYI: Todos son vecinos de la zona. Cuando empecé recuerdo que no había apenas españoles, pero ahora... De los inmigrantes son los latinoamericanos, sobre todo bolivianos y ecuatorianos, los que solicitan ayuda. Subsaharianos se ven muy pocos y los rumanos no suelen venir casi nunca; yo creo que prefieren pedir en la calle y dedicarse a la recogida de chatarra.
– Me llama la atención el papel de la mujer; son mayoría las voluntarias y también las que demandan ayuda casi el 67% del total.
– YOYI: Sí, parece que a los hombres les da vergüenza, como si solucionar el problema fuera cosa de mujeres. También somos mayoría las mujeres que trabajamos en el voluntariado.
– CHARO: Sí, las que suelen pedir ayuda son mujeres entre veintimuchos años y cuarenta. Bueno, por otra parte hay que decir que estas necesidades tendrían que cubrirlas los servicios sociales del municipio, pero éstos están desbordados.
– Charo; tiene que ser duro ver tanta pobreza y tanta impotencia en la búsqueda de soluciones...
– CHARO: Sí que lo es; yo cojo fuerzas porque me apoyo en mis creencias, pero esto es duro, y más cuando los escuchas y te pones en sus circunstancias. Nosotras queremos, es la filosofía de Cáritas, ayudar para que las personas sean autónomas, para que puedan desarrollar sus capacidades para poder vivir. Por eso se trabaja por recuperar la autoestima, formación profesional, integración social, acceso al empleo, atención...(Informe Cáritas Granada. En 2011 1432 personas, 10% más que el año anterior, se acogieron a programas de Empleo e Inserción.) En eso se ha avanzado, porque Cáritas antes era asistencialista, pero la verdad, en esta época en que vivimos, en estas circunstancias en las que no hay trabajo, es difícil poner en marcha esa filosofía y tenemos que prestar sobre todo asistencia a esas familias que lo pasan tan mal.
– ¿Qué te rompe el alma Yoyi?
– YOYI. Los inmigrantes, cuando los veo tan lejos de su tierra... hay personas con cuatro hijos, solas y tienen que mandar dinero a su país, pero ahora no tienen trabajo ni ingresos, alejados de su familia. A algunos los veo que están desesperados.. Otras veces, cuando veo a jóvenes, de la misma edad que mis hijos pienso que podían ser ellos, y pienso que si por circunstancias de la vida se vieran así... Es muy duro; un día un joven no tenía ni para comprar la bombona, a nosotras nos dicen que no demos dinero personal porque ese no es el sistema, pero cuando vi a aquel muchacho, pensé en mi hijo porque tendría la misma edad... y eso, le di lo que le faltaba para comprar la bombona, aquí me dijeron que no debemos dar dinero, pero yo no pude contenerme, era como mi hijo.
(Ahora me hago eco de mensajes que dan las dos) Nosotras siempre damos ánimos y decimos que esto cambiará. Hablamos mucho con ellos, nos relacionamos. A veces ejercemos como si fuéramos psicólogas. A veces cuesta porque están desesperados por no poder mandar dinero para su país, para los suyos, para que las abuelas que cuidan a sus hijos puedan tirar adelante con ellos.
Cuando me despido de Yoyi y de Charo veo muchos inmigrantes latinoamericanos en un pasillo al aire libre donde hay distintas salas y despachos. Son jóvenes, hay sobre todo mujeres. Recuerdo las palabras que me dijo Yoyi un rato antes; “muchos tienen como prioridad volver a su país, y aunque algunos ya lo han hecho, otros, la mayoría, no tienen los 2.000 euros que puede costar el regreso”. Pienso en las palabras de Yoyi, pienso en que en Bolivia, Ecuador... pintaban España como el paraíso, como la solución a sus problemas. Ahora se ven aquí, sin trabajo, sin ingresos, con la familia lejos, con sus hijos con las abuelas, sin poder enviar dinero, sin poder volver... ¿Cuándo se definirá eso como violencia del sistema? Pienso también en ese 51% de españoles que han acudido por primera vez a Cáritas. Y eso que es una zona donde la pobreza no anidaba... Pienso lo duro que es sufrir la pobreza, yo la sufrí de niño y te golpeaba sin piedad y, siempre, te deja alguna secuela. Pienso que hay que combatir las causas de la pobreza para que no la haya, que hay que cambiar las estructuras para que unos no tengan tanto y otros no puedan ni comer, ni mantener un techo porque el banco se los roba, pero mientras eso llega, mientras se consigue que la gente tome conciencia de ello, el que instituciones como Cáritas, el que voluntarias como Charo y Yoyi, a las que doy las gracias, atiendan necesidades inmediatas es vital para que la gente pueda sobrevivir. Tenemos que cambiar el futuro, pero en este presente, en este mediodía o noche, la gente necesita algo que llevarse a la boca, algo que ponerse, un techo, una esperanza. Eso, se lo da Cáritas. Yo, que he elaborado este reportaje, no soy creyente, pero sí que creo en lo que hacen estas voluntarias, en el servicio que presta Cáritas ante esas situaciones de pobreza desesperada.
