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Territorio, ciudadanía y desarrollo. El caso de la Vega de Granada

Hacia otro modelo de desarrollo

Paco Cáceres afirma que estamos sufriendo un modelo económico que va contra del territorio y el ser humano. Como alternativa apuesta por un desarrollo endógeno en el que los ciudadanos sean los actores de transformaciones territoriales, que buscan el bien común respetando los derecchos de las futuras generaciones. Este es el tercero de una serie de artículos que se inició con "Construyendo la alernativa" de Fernando Alcalde , en el que concluía que hay que caminar hacia un modelo no productivista que conlleve un orden social igualitario y democrático. En el otro artículo; "Trabajo economía y territorio", Miguel Ángel Molinero afirma que hace falta un modelo que imite a la naturaleza, ("la única empresa que nunca ha quebrado en unos 4.000 millones de años”) y da numerosas pistas para transitar hacia la sosteniblidad.

Parte de la Vega de Granada. Nuestro territorio

Paco Cáceres. Salvemos la Vega. Otra Granada

Fijaos en la foto de arriba. Es una parte de la Vega de Granada, territorio con cerca de 50 municipios y más de 500.000 habitantes. El desarrollo de éste, y de cualquier otro lugar, se puede abordar de dos formas muy diferentes. Veamos

El motor de desarrollo de las últimas décadas, antes de la crisis, ha sido la especulación urbanística. Modelo especulativo

.

Veamos algunas características

  Era el modelo de las “C”; construcción, coche y consumo (centros comerciales), apoyado en grandes proyectos urbanísticos y de superficies comerciales. Son las grandes empresas, sobre todo, las que pueden desarrollar un lugar. Para atraerlas, los gobernantes les garantizaban grandes ganancias en poco tiempo.

  El territorio era diseñado a gusto de los inversores; millones de m2 urbanizados, grandes polígonos industriales. Beneficios fiscales. Promesas de grandes infraestructuras viarias, aeropuerto internacional, AVE... Los valores del territorio eran aplastados o puestos al servicio de esas estrategias.

Carreterones, para que vengan los inversores

 El territorio y el ser humano eran meras mercancías puestas al servicio del enriquecimiento de unos pocos.

  Los ciudadanos ni decidían ni participaban, sólo eran espectadores en sus propios territorios ajenos a las transformaciones de éstos.
Las administraciones, casi todas, apostaron por este modelo.

Para la especulación el territorio y las personas somos mercancías

 Al ciudadano lo conquistaron ofreciéndole el paraíso; poder para consumir (casa, coche, objetos...) Eso sí, con endeudamiento de por vida.

Este modelo tenía entre otros costes

 Exportaba las ganancias y destruía las economías locales. Ejemplo, por cada puesto de trabajo creado en un centro comercial se destruían tres en tiendas de barrio. Por cada 100 euros que entraban en un centro comercial 13 se quedaban en el territorio. Si entran en una tienda de barrio quedan 85 (aprox.)

 Ha condenado a toda una generación joven que dejaron de estudiar y formarse para trabajar en la construcción. Los hicieron consumidores desaforados, con hipoteca, claro. Hoy no tienen estudios ni profesión ni pueden consumir.

 Era un modelo cortoplacista que genera insostenibilidad ambiental y social y era un lastre para las futuras generaciones. Un ejemplo, los centros de enseñanza quedaban pequeños aún antes de inaugurarlos. Resultado; hacinamiento, clases en espacios comunes , aulas prefabricadas en patios, etc. Con este modelo era imposible planificar nada.
Secuestro de la democracia. La opacidad y la corrupción era la norma.

Cortijo del Pino, ejemplo de desarrollo endógeno, agricultura ecológica, turismo rural, educación ambiental...

Pero bueno... ¿No hablamos de pasado? ¿Este modelo no está caducado ya?

Sí, está caducado, pero administraciones y políticos no apuestan por otro modelo. Hay ayuntamientos que siguen aprobando macroproyectos. Se sigue aprobando medidas para revitalizar la construcción y el coche.

Frente a ese modelo hay que apostar por otro con sentido común que armonice al ser humano y al territorio con la economía.

Creando ciudadanía. Reunión para estudiar cómo mejorar la Vega

¿Y qué características tendría?

 Las relaciones de la ciudadanía con el territorio y la economía son diferentes; Se busca el bien común. Lo agrario y los valores culturales o ambientales no se minusvaloran. El desarrollo es integral (económico, humano, educativo...)

Mayores de la Vega quieren dar a conocer sus valores

 El ciudadano organizado, con las administraciones, interviene en el desarrollo de su territorio. La democracia gana porque es la comunidad y no agentes externos los protagonistas de los transformaciones de sus territorios.

 A nivel de empleo, el ciudadano no espera a que las administraciones o empresas le den trabajo; busca, estudia de forma colectiva el territorio y las posibilidades que da éste para crear empleos.
La economía social es la que mejor se adapta a este modelo, ya que además de lo económico tiene en cuenta lo social, territorial, solidaridad, etc.

Sabor y emprendimiento. Se buscan salidas desde nuestros propios lugares

 Al tenerse en cuenta todos los valores del territorio, se preserva éste para las futuras generaciones. Este modelo, desarrollo endógeno, debe complementarse con otros que buscan el bien común, como el decrecimiento o el buen vivir.

Pero ¿cómo se pone en marcha este modelo? Básicamente

 Los agentes vivos de un territorio, junto a técnicos y administraciones investigan acerca de las posibilidades de desarrollo que tiene el propio territorio. A partir de las conclusiones del propio estudio. el municipio o comarca se pone en marcha para transformar su propia realidad

  En la Vega de Granada las estrategias de desarrollo pueden pasar, entre otros, por lo ambiental, lo agrario y cultural, yacimientos básicos para un desarrollo sostenible que cree riqueza y trabajo.

Constitución del Vergel de la Vega, una de las primeras experiencias nacidas del propio territorio

  Este modelo sólo es posible con una ciudadanía comprometida, organizada, con una visión integral del territorio. Convertir los ciudadanos de espectadores en actores requiere un proceso lento y difícil. Es todo un reto.

 Las administraciones han de aportar recursos económicos y técnicos.

 Esto no es tarea de mañana, con los distintos proyectos puestos en marcha ya se está creando una red asociativa que se retroalimenta formando un tejido económico, social, cultural, dinamizador del territorio y la sociedad.

Emprender juntos, tomar conciencia como ciiudadanos de vega

Por este segundo modelo es por el que apostamos ya los movimientos en defensa de la Vega y del territorio. Hay una serie de preguntas que podríamos plantearnos; ¿qué potencialidades de trabajo y desarrollo tiene hoy la Vega de Granada? ¿Cómo construir ese actor colectivo que protagonice todos estos cambios tan necesarios? ¿Apoyarían las administraciones procesos de desarrollo endógeno? ¿Hay ya experiencias concretas que vayan en esta dirección? Éstas y otras preguntas podrían ser interesantes para abordarlas en un próximo artículo.

Los otros dos artículos de la serie:

  Trabajo, economía, territorio . Miguel Ángel Molinero
http://www.otragranada.org/spip.php?article548

  Construyendo la alternativa Fernando Alcalde
http://www.otragranada.org/spip.php?article543

Por Veguita de Graná

El Jueves 31 de enero de 2013

Actualizado el 31 de enero de 2013