Paco Cáceres
veguitadegrana@gmail.com
Resulta triste ver la indiferencia que se tiene con los árboles que nos rodean. Una persona puede vivir al lado de un árbol toda su vida y no conocer ni tan siquiera el nombre. Paso junto a colegios e institutos y los niños y adolescentes no se fijan nunca en los árboles. Son seres anónimos, invisibles, sin nombre. ¿Se enseña a los alumnos a conocer la vegetación que les rodea? En la mayoría de los centros creo que no. ¿Pero no se da conocimiento del medio? Pues... Damos un paseo por el Zaidín y hablamos de los árboles que vemos. Con ello, igual que conocemos al vecino, queremos contribuir a conocer esos seres vivos que tantos beneficios nos dan y que crecen a nuestro lado.
Empezamos este recorrido por la calle Pianista Pepita Bustamante hacia abajo, cruzamos camino Bajo de Huétor y nos situamos frente al Centro de Infantil y Primaria Federico García Lorca. Enfrente vemos almeces juntos, en verano dan una sombra que se agradece. El almez con sus bolitas dulces, comestibles, destaca en otoño; en otros tiempos cogíamos sus frutos para comerlos. Seguimos paseo abajo y vemos arces y, sobre todo, cinamomos y magnolios. Los primeros tienen fama por ser uno de los árboles que absorben más C02. Al mismo tiempo hay que tener cuidado con sus frutos, esas bolitas son tóxicas. Seguimos en dirección hacia el Centro Cívico. Pasamos por la calle Manuel Carzón Pareja, vemos ciruelos japoneses, que siempre destacan por sus hojas de color burdeos oscuro que contrasta con los verdes de alrededor, hay algunos pinos, un olivo, adelfas, arces negundos y siguen los cinamomos y magnolios. A nivel de suelo crecen lavandas.
El Centro Cívico se hizo gracias a los vecinos
Estamos frente al Centro Cívico, de él nos decía Remedios Requena de la Red de Mujeres: “Nosotras llamábamos “El Hoyo” al sitio donde está hoy el Centro Cívico, porque metieron unos hierros, lo vallaron y se quedó la cosa ahí, llenándose de hierbajos. Aquello no podía quedar así; la gente del barrio queríamos que se hiciera ahí la casa de la Cultura. Y nos metimos allí para reivindicar esa casa de cultura que deseábamos para el barrio, montamos una programación-reivindicación de 24 horas de fiesta, antes se limpió y se pusieron tiendas de campaña, y ante esa presión el Ayuntamiento hizo ya lo que hoy es el Centro Cívico.” (1) Decimos esto porque es bueno saber la historia de los barrios, porque las cosas no llueven del cielo, tienen luchas detrás.
Bueno, lo dicho caminamos viendo el Centro Cívico un poco más adelante; pasamos junto a pinos, plátanos, fresnos. Un grupo de personas juegan allí al lado a la petanca. En verano se agradecen todas las sombras que dan estos árboles.
Llegamos ahora a la esquina de la calle Manuel Garzón Pareja, esquina con el polideportivo Núnez Blanca vamos entre arces y acacias en flor, o pan y queso, sus flores se comían en otro tiempo..
Cruzamos entre las obras de metro y nos situamos frente al Parque del Zaidín “Carlos Cano”. En él podemos ver plátanos, árbol que aguanta muy bien la contaminación, pero que produce alergias, catalpas, el árbol sudamericano de hoja grande y flor blanca, encinas, ginkgos, el árbol prehistórico, acacias espinosas, álamos, acacias en flor, árbol del paraíso, almeces, granados, castaños de indias, árboles del amor, tilos... Hay gran variedad, distintos colores, flores, frutos... Todos los árboles tienen su historia y deberíamos conocer un poquito, igual que conocemos a los vecinos. Próximamente Jesús del Río y el que escribe esto queremos hacer una serie que titularemos “30 árboles de Granada”. En ella los árboles contarán su propia historia. Irá sobre todo destinado a los niños.
El parque está muy concurrido, con niños en los columpios, mayores paseando, otros leyendo, algunos otros niños jugando a la pelota... Es un parque con vida.
Salimos del Parque y en el paseo central de enfrente, junto a las vías de metro, vemos naranjos, olivos, cinamomos, almeces, giinkos...
Seguimos adelante, dejamos la rotonda que hay junto a la Isla donde destacan una variedad de castaño de indias. Entramos ya en el paseo donde se pone el mercadillo; es la calle Torre de la Pólvora. En este paseo, desde abajo, en la parte central hay fresnos, el árbol mágico con cuyas varas se hacían las varitas mágicas (¡Ojo! Hay que conocer la fórmula para hacerlas y eso... eso es secreto). En la acera de la derecha hay, sobre todo, acacias en flor, y en la acera de la derecha hay, primero plátanos y después hay algunos cipreses y ciruelos japoneses. También hay arces. Al final, ya casi en la rotonda del Serrallo-Huétor Vega, hay un fresno en flor y un arce negundo.
Nos adentramos ya en el Camino Bajo de Huétor en cuya parte central hay plátanos. Y ya aquí damos por concluido nuestro paseo.
Para gente del Zaidín, de distrito Genil o de donde sea, nos ofrecemos a organizar paseos para conocer los árboles de parques, aceras... en fin, de nuestro entorno. Para contactos, el correo que aparece arriba.
(1)Entrevista a Remedios Requena Fernández. Coordinadora de la Red de Mujeres del Zaidín. Mujeres y zaidineras La Red de Mujeres haciendo barrio
http://www.otragranada.org/spip.php?article416
