Antonio Hurtado "El Niñillo" nos pasea por noviembre
Reportaje Paco Cáceres
Este reportaje tuvo dos partes, una primera, con el que se corresponde casi todo el texto, en un bar del Zaidín, con un cafelico caliente. Antonio y yo charlamos sin tener la vega delante, pero sí muy presente. La segunda parte, cuando tomamos las fotos, se desarrolla en la Vega Sur. Están presentes, además de Antonio y yo, Nacho, socio de Antonio, Javier Alonso (Vega Educa) y Manolo Cala (GRAECO). En esta parte se desarrollan varios diálogos sobre agroecología, actividades de Vega Educa, labores de estas fechas,comercialización, etc. El día muy alegre y luminoso contrasta con nuestra primera cita. Bueno, empezamos con noviembre. Antonio nos cuenta...
Nos entra directamente con un refrán del mes y con una segunda parte que le añaden por estos lugares; Bendito mes que empieza con los santos y termina con San Andrés. En el que se mata el marrano y se abre el tonel.
Buenas lluvias
Estas lluvias han venido bien, porque no han sido de las fuertes que lo arrastra todo, sino un agua “calaera”, que la tierra es capaz de bebérsela toda. Además, se recargan los acuíferos. Para las nueces no les ha venido bien, aunque este fruto no se pasa y se pueden recoger después, eso sí, se ponen un poquillo negras por la humedad. Yo lo que hago es que las pongo cerca de la chimenea para que se sequen.
Las labores de noviembre
En este mes se siembran habas, ajos, espinacas, guisantes, cebolla babosa (cebollinos), lechugas, coles... Ahora también se quita la hierba que con las lluvias le han nacido a la escarola o zanahorias. También se prepara la tierra para sembrar papas y ya en otros meses otros productos.
Ahora, hace poco hemos terminado con los tomates y las ciruelas, seguimos sacando las cebollas, escarolas, lechugas y acelgas; éstas últimas están tiernas y entran ganas de comérselas así crudas. Yo en este año que entra quiero tener sembrado de todo un poco.
Antonio ha llegado con un carrillo de mano lleno de haces de cebollinos. Hoy toca sembrar cebollinos, yo les quito gran parte del tallo porque sino quedan muy feos y flojos y caen hacia abajo. Los siembro ahora y en marzo ya los estamos recogiendo.
Antonio mira los tomates y otras hortalizas que están entre cañas que orientaron su crecida y piensa en la labor que aún le queda en este mes. Ahora tenemos que quitar las cañas, tirar las que están mal y guardar las otras para ponerlas en junio que viene. También tenemos que arrancar todas las matas de calabaza, tomates, berenjenas, habichuelas y pimientos.
Costumbres del mes
Esa tradición estaba aquí, no es igual que el Halowen ese que viene de fuera
Le pregunto a Antonio por la nueva moda de Halowen. Me interesa saber su opinión, le comento que en mis años de niño hacíamos farolillos con melones y calabazas. Se le ponen los ojillos vivos y empieza a contarme; pues en mis tiempos decíamos los niños, dame un melón “zocatillo” (el que no era dulce y por tanto no se comía) para hacer un farol. Y cuando lo teníamos íbamos a ver quién le hacía el mejor dibujo; unos hacía n un sol, otros una luna, con ojos y boca, otros una escalera, un cruz... Bueno, primero se sacaba todo lo de dentro abriendo un poco por arriba, así se dejaba hueco, después se hacían esos dibujos con una navaja quitando la corteza, y después se le cortaba el culo al melón y se cogía una parte de una papa que viniera a la medida y se adaptara al culo y se tapaba, se echaba aceite por lo alto y una torcía encendía y eso estaba así mucho rato y al tras luz se veía el dibujo muy bien. Con el melón convertido en farol salíamos a la calle, llevábamos también un puñado de castañas que nos daban en nuestra casa. Salíamos el día 1, día de los Santos y el 2, día de los difuntos. Eso se hacía hace tiempo, pero este año pasado se lo he hecho yo a mi nieto. También se hacía con calabazas cuando eran lisas y redondas. Bueno, pues eso, que salíamos casi todos los niños, esa tradición estaba aquí, no es igual que el halowen ese que viene de fuera.
Matanza y vinillo... ¿saldrá el marrano careto?
Como decía en el añadido del refrán, en este mes por San Andrés se abre el tonel, cuando era más joven, en el cortijo hacíamos la matanza y sacábamos el vinillo y disfrutábamos todos. Así, ademas, descansaba uno un poco del campo.
Cuando se mataba el marrano por el medio día se echaban vasicos de vino para que el marrano no saliera “careto”. Si se mataba por la mañana se echaba aguardiente y coñac y se acompañaban de rosquillos y “mantecaos” que hacían las mujeres. Mi compadre una vez mató un marrano y la gente lee decía “Va a salir careto, va a salir careto”. Mi compadre, que no sabía nada del asunto, me dijo; “Yo le miro la cara al marrano y se la veo veo como las de los demás marranos... ¿Pero se echara a perder por lo del careto?”. Entonces yo le conté la costumbre de echar un vasico de vino. Y si no se echaba la gente decía que el marrano saldría careto. Y entonces él dijo; “!Ay que pollas ¡Y yo sin saberlo!” Y enseguida tenía todo el mundo su vasico de vino. Al otro año lo primero que tenía preparado era el vino y me dijo; “venga, para que no salga careto”
La hoja se pone “doraíca”, como si fuera oro
Está lloviznando. Antonio me acerca con su coche a mi casa, de vuelta le pregunto por lo que más le gusta del otoño. Antonio, con las palabras y el tono de voz sencillo y humilde que le caracteriza me dice; lo que más me gusta es el cambio de color de la hoja. Sobre todo las del castaño y el álamo blanco, que se pone “doraíca” como si fuera oro. Pasamos junto a un grupo de árboles; dos gingko biloba, uno totalmente amarillo, otro aún verde, al lado unos madroños con flores blancas y frutos, unos verdes y otros rojos. La lluvia fina cae sobre ellos. Antonio, ese es el gingko, es un árbol de los más antiguos, con las hojas como abanicos Él mira el árbol, el que está completamente amarillo, después me mira a mí mientras me dice, ese árbol me gusta a mí. A ver dónde puedo hacerme con un par de ellos que los voy a poner en mi finca. Yo le digo que le traeré dos arbolillos que me han nacido de mi madroño. Le aclaro que los madroños, como el gingko, es posible que no los vea muy grandes, pero sus nietos, sí. Él mantiene unos segundos de silencio, después me cuenta; el otro día le dije a uno que es de mi quinta; “voy a poner un par de caquis” Él me dijo; “Antonio, nosotros ya no tenemos edad para eso”. Entonces yo le dije; “pues si “tos” los que se fueron “pal” otro mundo hubieran pensado lo mismo, no teníamos árboles”.
Refranes del mes de noviembre
– Noviembre, dichoso mes que entra con Todos los Santos, media con San Eugenio y sale con San Andrés.
– Entre todos los Santos y navidad es invierno de verdad
– Por todos lo Santos anda el campo blanco
– Por los Santos, nieve en los altos, por San Andrés, nieve en los pies
– En el día de difuntos, memoria y frío van juntos
– A primeros de noviembre, tu fuego enciendes
– De mitad de noviembre en adelante, el invierno es constante
– Noviembre acabado, invierno empezado
– Noviembre y enero tienen un tempero
– Por todos los Santos, los trigos sembrados y todos los frutos en casa enceraddos
– Quince días antes de los Santos y quince días después, sementera es
– Por los Santos, siembra trigo y siembra cardo
– No pase noviembre sin que el labrador siembre
– Quien cave en noviembre, el tiempo pierde
– En acabando noviembre el que no sembró que no siembre
– Marzo trae las hojas y noviembre las despoja
– Si noviembre empieza bien, confianza es de tener
– Nieblas en noviembre, traen al sur en el vientre
– A últimos de noviembre coge tu olivo siempre
– Noviembre es tío de la puerta del frío
– Por San Andrés, el mosto, vino es
– Si en noviembre oyes que truena, la siguiente cosecha será buena
– Noviembre lluvioso, año copioso
– Sembrar en noviembre, barbechar en diciembre
– De todos los Santos a navidad, o bien llover o bien helar.
– Por San Andrés, coge el cochino por los pies
– Por San Andrés, el vino nuevo viejo es
– Por santa Catalina, todo su aceite tiene la oliva
– En noviembre, haz la matanza y llena la panza
– Treinta días tiene noviembre, con abril, junio y septiembre. Los demás tienen treinta y uno, menos febrero mocho que tiene veintiocho
– Noviembre, mes de batatas, castañas, bellotas y nueces
– Todo en noviembre, guardado, o en tu casa o enterrado.
– En lloviendo por los Santos, siembra, aunque sea en un canto.
– Por Santa Catalina, del trigo que no sembraste haz harina.