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Contra la "depre" no tomes pastillas; vete por el Valle de Monachil y disfruta del otoño

Reportaje fotográfico por huertas, río y acequias

Me pareció egoísta no compartir la belleza del Valle del Monachil entre éste pueblo y Huétor Vega. Aquí van algunos de las fotos. Eso sí, no podéis escuchar el canto de los pájaros, la presencia del río, el vientecillo de la mañana, el chasquido de la azadilla en la tierra, la charla con algunos agricultores, la caricia del sol... Pero bueno, como sé que tenéis mucha imaginación, sentid todo eso junto a cada una de las fotos... Sinceramente, si os dais el paseo, mucho mejor. ¡Ah! Contra la depre no toméis pastillas, iros por el Valle; os baja el colesterol, el azúcar, perdéis peso y, además, mandáis a freir espárragosla falta de ánimo

Salí por los Rebites y vi el valle desde todo lo alto. Todavía el Sol no se había liberado de alguna nube que rondaba por la Sierra

Las nubes atraparon al Sol

Bajé, todavía no me doy cuenta de la edad que tengo, por un terraplén para no dar una vuelta grande. Desde todos los puntos, el valle se despertaba hermoso.

El Valle se presentaba inmensamente bello

Este caqui empezó a vestirse de otoño

El caqui cogió su ropaje multicolor

El membrillo disfrutaba de un veranillo que no era el suyo. ¡Vaya octubre!

Vi elegante a este arbolillo

El río me anunciaba su cercanía. Unos árboles y zarzas después, apareció como un sueño.

El agua corriendo entre la vida que crea. Algunos rayos de sol empezaban a asomar tímidamente

Tenía yo ganas de ver la toma de la acequia Gorda de La Zubia. Y mira por donde, llegó el día.

Toma de la acequia Gorda de La Zubia a poco más de un kilómetro de Monachil

Ya desde allí, no podía seguir junto al río, no había paso. Subí por una cuesta empinada y ya vi Monachil.

El valle con Monachil al fondo

Lluegué a Monachil y me di una vuelta por él. Me gusta, tiene sabor a pueblo. Menos mal que los bárbaros no lo convirtieron en una Armilla o un Atarfe... ¡Aunque lo intentaron!

El río a su paso por Monachil

Toca volver; ahora por la Acecolilla y el Albaricoque, acequias de la parte derecha del río. A la salida, unas cabras fueron la primera estampa

Las cabras estaban desayunando. Les faltaba el café, la leche la ponían ellas

Puedes escoger caminar por la Aceolilla, el Albaricoque, La EStrella, Jacín... ¡Todo un lujo! Y al final no tienes el cajero del Corte Inglés

Por la acequia y el camino, el sol ya me acompañaba

Con el Sol ya como dueño empieza el juego de luces y colores. El Valle se presta a estas composiciones

Entre los árboles empiezo a ver de nuevo el Valle

Un festín de plantas. Esta altavaca disfrutaba de buena salud cerca del agua. Sus hermanas de la Sierra tienen peor cara

Las humilde altavaca allí estaba junto a la acequia

El gato que estaba en el camino me miró como dicienod ""Ande" irá éste? ¿Traerá buenas intenciones? Por si las moscas se largó. Tenía que haberle enseñado el carnet de la Protectora de Animales

El gato no se fiaba y se apartó del camino

Y un molino. Tanta historia, tanta vida; economía... hoy abandonado.

¡Tanta historia! ¡Tanto abandono!

El Valle empezó a asomar de nuevo en todo su esplendor

De nuevo la imagen del valle a lo grande
Esto sí que fue un dilema. ¿Qué foto pongo? Todas me gustaban

Dejé atrás el Cerro de La Encina, por este camino se podía ir

Yo allí junto a la acequia, a la sombra de la higuera; por el camino el pleno sol, que ya era un acompañante molesto

Miras y te extasias

Estos árboles eran una ventana abierta al valle

Cambié el camino de otras veces y bajé buscando las huertas. En la primera que hablé con el agricultor le dije;

 ¿Este año no se irá el verano?"

 Al final en "Graná" vamos a tener tres estaciones-me respondió.

Me comía la curiosidad y pregunté

 ¿Cuáles?

 Pues... Invierno, verano... y la del AVE

Aquello sirvió para despotricar del AVE a nuestras anchas. Coincidíamos que ninguno pensábamos ir a Madrid y que menudo gasto.

Me gusta cuando se hacen los surcos. Se ve la tierra tan buena y esponjosa. ¿Le puedo echar una foto? ¡Échale las que quieras!

Bueno, pues p,alante

Y seguí mi camino sin problemas de atascos ni semáforos

Mira por donde le hice la foto a Juan de Dios, de él me habló el guarda del Cerro de la Encina. En esta ocasión, salió un excursionista de la finca y me fui hablando con él. "Éste es Juan de Dios y sabe muchas historias. Nació aquí y no puede seaparse de su campo". Las palabras de Pepe, mi acompañante, me hicieron pensar; "este es mi hombre". En unos días libreta en mano y cámara al hombro, a pedirle que desgrane historias; seguro que son más tiernas y sentidas que el panorama nacional; serán palabras e historias contra el asco

Juan de Dios estaba sembrando ajos. sin poderse doblar si quiera, allí estaba, sin abandonar nunca su oficio

Ya quedaba poco para llegar a Huétor Vega, pero todavía podíamos disfrutar del paisaje

Todavía nos quedaba un poco de valle antes de llegar a la civilización

Huétor al fondo, el paseo tocaba a su fin... ¡Anda! se me olvidó coger el hinojo para Mª Ángeles y Augusto! Pues nada, subí para arriba, para el camino de los Neveros, me metí como para el Balcón del Genil, me adentré en el monte y allí había buenos manojos de hinojo sin carreteras a los lados. Cogí buenos matojos y misión cumplida.

Al fondo Huétor Vega. El paseo tocaba a su fin

Os confieso, el panorama nacional, incluso el local me tiene un poco desconcertadillo, a vecesel ánimo coge cuesta abajo, pero nada, no necesito pastillas, hago paseos como éste y vuelvo como un niño chico harto de dormir.

Hasta la próxima

Por Veguita de Graná

El Viernes 24 de octubre de 2014

Actualizado el 24 de octubre de 2014