Somos Vega. Somos Tierra. Red por el Trabajo Digno, Otra Granada, Centro Socio Cultural del Zaidín
Esta cuarta jornada es clave. Sin ella las propuestas de las tres anteriores se las lleva el viento, la luz que se ha encendido se apaga. Esta cuarta jornada tiene que servir para que las personas y grupos que queremos transformar la realidad de nuestro territorio para beneficio de personas, barrios, pueblos y ciudades, demos un paso adelante sin esperar a que costosas infraestructuras y grandes empresarios venidos de lejos nos traigan el maná prometido, para que alguien de fuera haga lo que los granadinos somos incapaces de hacer. No, esa solución no nos vale.
Pero, realmente… ¿Hay sujetos capaces de emprender? ¿Hay bases sólidas para ir gestando un emprendimiento que cree sostenibilidad, riqueza y trabajo? Las asociaciones que organizamos estas jornadas pensamos que sí, la propia experiencia de “Recuperamos el Abrazo con la Vega” nos lo demuestra. Eso sí, poquito a poco, tropezando, levantándose, cambiando lo que no sea real, respondiendo con soluciones y no quejas a los problemas… Zamora no se hizo en una hora, nos decían nuestros padres cuando nos impacientábamos. Esto que estamos emprendiendo es todavía más laborioso. Chocamos con mentalidades, administraciones anquilosadas, con nuestra propia gente que cree poco en las posibilidades de sí misma, pero no nos quejemos. Busquemos caminos y sorteemos los obstáculos.
Tenemos que dar respuestas al azote del paro y la precariedad
No es un capricho, no es cabezonería. Vivimos en barrios azotados por el paro y la precariedad, donde nuestros jóvenes emigran o están en las plazas sin poder mirar el futuro, donde la dignidad de las personas se pisotea y violentan sus derechos. Y, al mismo tiempo que esto ocurre, el territorio que pisamos todos los días, tiene unas posibilidades inmensas, como analizamos en tres jornadas, dos en La Zubia y una en el Zaidín. No, no es capricho, es necesidad de dar respuestas sociales y ambientales para que territorios y personas recuperen su dignidad.
Sí, a través de las tres jornadas celebradas hemos anotado muchas potencialidades de nuestro territorio que pueden crear riqueza y trabajo. Y éstas alumbrarían otras. La red multiplica, nunca divide. La creatividad es riqueza expansiva… Sí, sí, muy bien… Pero reiteramos la pregunta; ¿quiénes pueden convertir las esperanzas que alberga nuestro territorio en realidades que dan de comer? ¿Cómo se crean y articulan herramientas, formaciones, estrategias, infraestructuras, capital…que hacen real lo potencial…? La cuarta jornada será el inicio de la respuesta, porque lógicamente en un día no podemos responder tamañas preguntas llenas de dificultades y dudas.
Uno de los principales problemas que sufrimos a la hora de dar respuestas a esas preguntas es la pasividad de la ciudadanía ante las problemáticas que tiene enfrente. La individualización, pasividad y el dogma de la fatalidad que han instalado en nuestras cabezas; no hay otro camino; siéntate en el sofá y espera a que enderecemos la economía. ¿Pero puede ser de otra manera? ¿Podemos pasar de ser espectadores a actores? ¿Podemos pasar de echadores de currículos a emprendedores por el bien personal y común? ¿Podemos pasar a votar todos los días sobre nuestras propias vidas? ¿Podemos dejar de ser los eternos dirigidos hacia ninguna parte?
¿Qué queremos ser; objetos de intervención o sujetos activos?
¿Qué hace falta para que pasemos de objetos de intervención a sujetos activos? ¿Tenemos que esperar a que llegue alguien y nos dé trabajo, mejore nuestro barrio y cubra nuestras necesidades mientras esperamos en el sofá viendo la "champions league"
No hay verdaderas transformaciones sin sujetos, no hay verdaderos cambios en los lugares sin la verdadera participación de las personas de los lugares… Pero para ser protagonistas de nuestras propias vidas necesitamos dos tareas; un desaprendizaje en ateísmo en nosotros mismos y un aprendizaje en las inmensas posibilidades que tenemos los seres humanos; multiplicadas cunado nos juntamos unas con otras.
¿Y qué estrategias, herramientas e infraestructuras necesitamos para dar esos pasos? ¿No es una utopía? Bueno, la utopía es más bien pensar que desde el poder nos va a llegar el trabajo, el desarrollo personal, las mejoras de nuestros barrios, la armonía entre territorio, medio ambiente, economía y personas… Las transformaciones personales y colectivas no nos llueven del cielo, no son regalos del poder, son frutos de nuestras reflexiones, sentires y esfuerzos que nos llevan a alcanzar las metas que nos fijamos… o al menos lo intentamos. Mientras estemos en el camino, podemos llegar.
Se abre el telón de las potencialidades del territorio… ¿Hay actores?
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