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Trabajo, economía, territorio

Nuevas bases para afrontar el emprendimiento y la búsqueda de empleo

Miguel Ángel Molinero afirma que este sistema económico no tiene salida y dice que hace falta uno que imite a la naturaleza, "la única empresa que nunca ha quebrado en unos 4.000 millones de años”. Para seguir ese camino menciona los principios básicos vinculados a la idea de biomímesis de Jorge Riechmann. Pero, lejos de quedarse en la teoría, Miguel Ángel nos da numerosas pistas para transitar hacia la sosteniblidad. Concluye diciendo que ya hay inicitavias empresariales que han escogido este camino. Este artículo va precedido de uno anterior de Fernando Alcalde; "Construyendo la alternativa" (http://www.otragranada.org/spip.php?article543). Publicaremos una tercera reflexión de Paco Cáceres; "Territorio, ser humano y desarrollo. El caso de la Vega de Granada". Con ello, otragranada.org quiere contribuir a la reflexión, debate y búsqueda de alternativas.

Miguel A. Molinero Ramos. Coordinador del Voluntariado Ambiental AUCA de Santa Fe

Momento actual: el estado de la cuestión. ¿de dónde partimos? ¿hacia dónde vamos?

En el momento presente asistimos a una crisis ambiental global, pero no sólo eso, la crisis es también financiera y, en general, estamos constatando un colapso del modelo de producción y consumo capitalista dominante. Un modelo que, aunque nos propongamos alimentar, apoyar y respaldar está abocado a su desaparición y sustitución por otro que se base en criterios de sosteniblidad. No podemos permanecer sordos ante el grito de desesperación del 80 % de la población mundial que sólo tiene acceso al 20 % de los recursos. Tampoco podemos permanecer impasibles ante la desigualdad existente en nuestro mundo industrializado en el que tantas personas quedan excluidas del acceso a los recursos básicos. No podemos seguir manteniendo un nivel de vida sobredimensionado a costa del esquilmar recursos, oprimir pueblos, contaminar, extinguir especies, alimentar guerras, …

El ssitema actual crea grandes desiguladades sociales

Es una “verdad incomoda” que hay que afrontar, mejor antes que más tarde. La salida está en el “desarrollo sostenible”, bien entendido, en la “sustentabilidad” o “sostenibilidad” y en el “decrecimiento”.

Algunos autores piensan que el nuevo camino no se tomará con decisión hasta que el modelo haya tocado fondo (si eso es así quizá tengamos que asistir a un escenario poco amable), ya que todas las medidas que se adopten actualmente se pervertirán y se adaptarán al imaginario dominante, traduciéndose todo ello en un apuntalamiento de ese sistema decadente. Sería a partir del derrumbe total del modelo actual el momento idóneo para, entre todos/as, poner en marcha uno nuevo. Si nos alineamos con este pensamiento, entonces vamos bien, es decir, con lo que estamos haciendo hasta ahora vamos por “buen camino”, es decir, no hacemos nada nuevo. Sin embargo, si no nos resignamos a alcanzar ese nivel de deterioro ambiental, social y económico, para iniciar la nueva senda, debemos ponernos manos a la obra de inmediato y llevar a cabo medidas, estrategias y acciones que vayan cambiando el rumbo de forma decidida.

"El mapa de la luz" deja claro el insostenible consumo energético del Norte

¿Qué conlleva la sostenibilidad aplicada? ¿Qué se puede hacer?

Si hemos decidido actuar para cambiar las cosas es porque un número suficiente de personas han alcanzado un conocimiento profundo de la realidad y han valorado como más interesante actuar que permanecer dejándose llevar por la corriente dominante. Significa que deben ser muchas las personas que piensen de esta forma y, además, deben tener una visión global y holística del territorio.

No existen recetas únicas y generalizables a todos los lugares del planeta puesto que cada espacio posee sus propias especificidades, no obstante, existen unas ideas generales y principios básicos a tener en cuenta siempre para implantar la sostenibilidad. En este sentido, diversos autores, entre los que cabe mencionar a Jorge Riechmann, lanzan el concepto de Biomímesis o imitación de la naturaleza. Entienden la Biomímesis como una estrategia de reinserción de los sistemas humanos dentro de los sistemas naturales.

Hay que imitar a la naturaleza, la única empresa que no ha quebrado

Se trata de imitar la naturaleza no porque sea una maestra moral, sino porque funciona. La naturaleza, “la única empresa que nunca ha quebrado en unos 4.000 millones de años” según el biólogo francés Frederic Vester, nos proporciona en efecto el modelo para una economía sustentable y de alta productividad. [Ej: A mediados del S. XVIII, en el sector agrario de Santa Fe, se obtenían 6,54 unidades de energía por cada una invertida, mientras que en 1997 se obtenían 1,75 (<<Tras los pasos de la insustentabilidad>> de Manuel González de Molina y Gloria Guzmán).]
En la reconstrucción de los sistemas de producción imitando la “producción natural” de la biosfera se halla la clave para sortear la crisis ecológica. Así pues se podría hablar de agroecosistemas, de ecología industrial, …Y todo ello movido por la energía del Sol.

Siguiendo a Jorge Riechmann podemos mencionar cinco principios básicos vinculados a la idea de biomímesis:

1.Vivir del Sol como fuente energética

2.Cerrar los ciclos de materiales

3.No transportar demasiado lejos los materiales

4.Evitar los xenobióticos como COP (contaminantes orgánicos persistentes), OMG (organismos transgénicos)…

5.No llenarlo todo, dejando suficiente espacio ambiental para los demás.

Hay que incentivar el consumo de energías alternativas

Realmente cuando Riechmann y otros autores cercanos a este pensamiento plantean estos cambios no están pensando en acciones puntuales o meramente cosméticas, sino en todo lo contrario, en un cambio tan profundo que supone la instauración de un nuevo paradigma socioeconómico y ambiental basado en la sostenibilidad.

¿Qué cosas se podrían hacer para ir transitando hacia la sostenibilidad?

Como ya ha quedado dicho debemos ir adoptando pautas de conducta, hábitos de consumo, maneras de producir y de relacionarnos entre nosotros y con nuestro entorno que se encardinen en las líneas maestras de la sustentabilidad. Todo este movimiento debe provenir de la reivindicación social y de la participación ciudadana, ya que actualmente el poder político está cautivo de los grandes emporios económicos. Las Agendas 21 Locales podrían ser, bien gestionadas, un buen instrumento.

Hay que generar necesidades y conocimiento en torno a las ventajas del cambio de modelo y de los beneficios que nos puede reportar la sostenibilidad. Así pueden surgir empresas que atiendan esas necesidades.

Frente al dios coche que contamina, produce ruídos y nos roba los espacios, hay que utilizar la bici y el transporte público

Y si nos centramos en el mundo de las empresas y del empleo habría que ir adaptando las empresas existentes a los criterios de la sostenibilidad (SGA, SGC, …) y las nuevas que se fuesen creando que nacieran ya con esta impronta:
 producir cerrando los ciclos y avanzando hacia la producción limpia,
 producir para atender las necesidades básicas de los entornos más cercanos,
 producir incrementando la calidad y durabilidad de los objetos,
 cambio de modelo energético desde los combustibles fósiles hacia las energías renovables,
 los servicios colectivos deben ser públicos (agua, energía, educación, salud, comunicación, transportes, etc.),
 parar en seco la pérdida de biodiversidad,
 implantar la agro-ecología, la industria ecológica, etc.
 reorientar la investigación científico-tecnológica hacia la sostenibilidad,
transferencia de tecnologías limpias a los países del Sur,

La agricultura ecológica gana cada vez más peso. Mercadillo ecológico en Málaga

 es menester una reforma fiscal y de todas las subvenciones e incentivos guiada por criterios sociales y ecológicos,
 la contratación pública debe estar condicionada por estándares rigurosos de desarrollo sostenible (en su triple dimensión ecológica, social y económica),
 nueva cultura del agua y planificación hidrológica sostenible,
 debe considerarse adecuadamente tanto el trabajo remunerado como el que no lo es,
 responsabilidad corporativa de las empresas (que incluya la dimensión ambiental, laboral, de género y de derechos humanos),
 reducción de la deuda externa,
 implantación de estrategias de gestión de la demanda (en un mundo lleno),
 con la mitad de la población viviendo en las ciudades y de espalda al territorio, hay que recuperar el conocimiento ancestral y la cultura territorial para un nuevo modelo de ciudad,
 etc,

Hay experienccias de empresas ecológicas y solidarias

En definitiva, se están propugnando una serie de transformaciones sociales muy intensas, lo suficiente como para cambiar las pautas hoy vigentes de producción y consumo.

Y todo lo anterior diseñado, participado y promovido por todos/as, es decir, con participación ciudadana (democracia participativa). Una escala adecuada para trabajar sería la comarcal o local. Con todos los países trabajando en la misma dirección y participando de una gran alianza por la vida por la búsqueda de un equilibrio dinámico con la biosfera.

Existen muchas iniciativas empresariales que van por la senda de la sustentabilidad

Pero todo lo anterior más que verlo como un obstáculo deberíamos afrontarlo con entusiasmo y como una oportunidad para generar empresas y empleo al mismo tiempo que se lucha por un mundo más justo, más equitativo, más saludable, es decir, sustentable. Una fórmula empresarial que se adecua muy bien al nuevo paradigma, es aquella en que los medios de producción están en manos de los trabajadores, es más flexible, prima aspectos sociales, etc., sería aquella que se denomina “economía social” (cooperativas y sociedades laborales) y otras fórmulas de cooperación que encajan en el denominado “tercer sector”. Estas formas de organización están llamadas a tener un papel principal en el futuro pues la sostenibilidad tiene mucho de uso compartido de los bienes y servicios, de colaborar.

Las futuras generaciones tienen que recibir un mundo mejor, para ello hay que cambiar el modelo

Para finalizar, cabe señalar que todo esto no es una utopía irrealizable sino una realidad pues, ya existen muchas iniciativas empresariales que se están abriendo camino por la senda de la sustentabilidad. Quizás, si se creara una red de cooperación que aglutinara a todas ellas se produciría un efecto sinérgico impulsor del cambio de modelo.

Por Veguita de Graná

El Miércoles 28 de noviembre de 2012

Actualizado el 9 de diciembre de 2012