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Desde Zaragoza, entrañable carta de una granadina

Nuestras raíces nos tiran. ¡Salvemos nuestra Vega!

¿Qué quieren hacer con nuestra historia?

Contrasta la insensibilidad del Ayuntamiento de Granada, que quiere destruir la Vega del Cañaveral, y la sensibilidad mostrada a través de esta carta por la granadina residente en Zaragoza Silvia Aguado. sus palabras van acompañadas de fotos antiguas de la Vega del Cañaveral

Duele la vega estés donde estés. Duele que alguien decida enterrar bajo cemento, camuflado con zonas verdes, todo ese paraíso que Silvia Aguado nos cuenta en este testimonio que publicamos hoy. Duele que tengamos tan poca memoria como para no reconocer todo lo que la vega nos ha dado; frutos, bienestar, paisaje, colores, olores, vida y recuerdos, muchos recuerdos. Silvia, desde Zaragoza, pero con su vega muy adentro, nos hace un recorrido por esa vega que vivió y nos traslada su inquietud por la posible destrucción de este patrimonio nuestro. Termina la autora de este escrito invitándonos a dar un paseo por el Cañaveral para que podamos apreciar los inmensos valores que aún hoy contiene la zona. Quisimos que este texto pudiera estar acompañado de fotos, por eso, nos pusimos en contacto con Víctor Rodríguez Aguado, primo de Silvia. Él, amablemente, nos ha hecho llegar estas fotos familiares y antiguas de la Vega del Cañaveral. Texto y fotos se unen para defender Granada y su Vega, porque aquella sin ésta no se entendería nunca. ¿Podemos perder esta historia, esta cultura, este patrimonio agrario y económico? Y si se perdiera; ¿no perderíamos una gran parte de nosotros mismos? Palabras y fotos de la familia Aguado nos dan argumentos para seguir luchando en contra la destrucción de la Vega que se planifica en este caso desde el Ayuntamiento de Granada, desde la insensibilidad más absoluta de los que lo gobiernan. Gracias Silvia, gracias Víctor.

¡Difunde la carta! ¡Que sea un clamor la defensa de la Vega!

Correos de la Vega

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Silvia Aguado Bailón

Granadina de la Vega del Cañaveral. Reside actualmente en Zaragoza

Soy granadina y vecina de Zaragoza desde hace 20 años, una ciudad acogedora, y muy innovadora como ya sabéis por la Expo 2008. Pero que conserva con uñas y dientes sus raíces, historia y tradición.

Vivo frente a la antigua estación del Norte, un edificio que estaba ruinoso, hoy en día rehabilitado para centro socio- cultural de mayores y actividades de jóvenes, teatros etc.

Las antiguas chimeneas de las fábricas azucareras, forman parte muy conocida de esta ciudad, mimadas, limpiadas y conservadas forman parte del patrimonio. Y la antigua fábrica azucarera convertida en centro para la búsqueda de empleo. También el antiguo matadero fue restaurado y convertido en centro cultural y así todos los edificios representativos y antiguos, aunque sea una fachada de balcones pequeños tradicionales, lo declaran de interés patrimonial.

También conservan su gran afición a los huertos, no hay un jubilado que no tenga uno, y eso también lo están transmitiendo a los niños en los colegios, pues en casi todos han creado uno para que no se pierda esa tradición.

Contrasta esto que observo en Zaragoza con lo que veo cuando vuelvo a Granada por la circunvalación desde Maracena a la Chana; una franja desolada y seca. Es el llamado camino de las Vacas que llegaba a las huertas. Cuenta mi padre, mayor de 81 años y que ha vivido, como sus padres, abuelos y bisabuelos, en las huertas siempre, que todo estaba lleno de árboles frutales y flores, y así llamaban a una huerta “huerta de las flores”, que era delicia para los sentidos, el olor de rosas, jazmines y galanes de noche. ¿Dónde está?, ¿expropiada?, ¿Qué hay ahora? Escombros, suciedad y sequedad. ¿Qué quieren conseguir?

A los granadinos nos duele lo nuestro

Cuando veo esas caserías antiguas cayéndose, únicas en Granada, en España y en todo lo que he visto en el extranjero. ¿Cómo deja el ayuntamiento que esto desaparezca? Como la casería del Conde de Maracena, que era una preciosidad con sus jardines. Como la que se está cayendo en el Cerrillo de Maracena y otra en la salida de la circunvalación de Almanjáyar ¿Por qué ocurre esto? ¿Para qué?

A lo largo de la circunvalación hasta la salida del Zaidín, también se ven huertas con las casas cayéndose y hermosas palmeras alrededor, que nos invitan a imaginar lo bonitas que serian. Como LA HUERTA DE GARCIA LORCA. El único corredor verde de raíces granadinas. NUESTRAS HUERTAS, tradición agrícola de frutas, hortalizas y antiguamente también de animales de corral y establo. LAS DEL CAÑAVERAL, cuidadas y mimadas por sus habitantes y descendientes de toda la vida. Como mi tita Pepa, con su huerta El Capitán que guarda una historia.

Con sus árboles frutales, hortalizas y flores.

En primavera, desde que era pequeña, he visto todo lleno de hermosas flores típicas de Granada, filmamos (lilas), celindos, rosas, claveles, madre selva etc. Y no había nadie que visitara a mi tita Pepa que no le cogiera un hermoso ramo de flores y se lo regalara. También higos, limones, kakis, ciruelas, acelgas, tomates, nueces, membrillos, laurel, manzanilla etc. Que según en la época del año va dando su fruto.

Si a mi tía le tiran su huerta, en la que vive día y noche, “la matan”,… es su vida.

NUESTRAS HUERTAS, de pequeña he visto beber agua a los mulos en las pilas. Mi hermano con 4 años cogió un día uno y se lo llevaba por el carril. Al preguntarle Guillermo ¿donde llevas al mulo?, él dijo, a que beba agua. Estos recuerdos y muchos más, como a mi padre con su sombrero de paja cogiéndonos tomates, pimientos, cebollas, pepinos, judías verdes, calabazas, berenjenas, calabacines, patatas, higos, ciruelas, etc. Y a mi madre que también le encantaba.

¿Qué quieren hacer con nuestras raíces granadinas?

Me cuenta mi padre que en tiempo de la guerra venia la gente para obtener algo de comida, de lo que daba la tierra, hasta el mismísimo Matías Prats.

Si no salvamos lo más típico del paisaje que rodea Granada ¿Qué nos va a quedar?

Asfalto, con subida de temperaturas; aparcamientos en superficie y subterráneos, destrucción de los acuíferos del subsuelo; escombros, más hierbajos secos como se ve a lo largo de la circunvalación y al final lo de siempre, no nos engañen ESPECULACIÓN Y URBANIZACIÓN.

Siempre nos han tenido muy discriminados a la hora de darnos servicios de agua, basuras etc.

Pues ya tenían puestos los ojos en este vergel que en lugar de proteger y cuidar, quieren destruir.

No lo toquen por favor, no para vehículos. Esto, Señores, es un agradable paseo rebosante de tranquilidad y es pulmón de oxígeno para nuestra hermosa ciudad: Granada.

LA FRANJA DE LAS HUERTAS, NO PUEDE SER DESTRUIDA.

Lo que pretenden es una BARBARIDAD Y UNA EXCUSA PARA DESTRUIR UNA ZONA VERDE.

Y si no ¿cómo está quedando todo lo que tocan alrededor de cada una de las huertas?

¡ES INDIGNANTE Y VERGONZOSO!

Invito a los granadinos a que se paseen por EL CAÑAVERAL, un camino tranquilo y sencillo, por el que se accede a través de un túnel (hasta ahora olvidado por el Ayuntamiento) que pasa por debajo de la circunvalación, pero al que llega un carril bici, para el que lo quiera disfrutar.

Foto de la vega del Cañaveral en la actualidad. Se podría perder toda si no lo evitamos.

¡CONSERVEMOS NUESTRO PAISAJE NATURAL, TÍPICO GRANADINO!

Por Correos de la Vega

El Martes 14 de septiembre de 2010

Actualizado el 15 de septiembre de 2010