Jesús Árbol toma nota; Manuel Árbol nos regala ese saber de sabor, el de las gachas de higos
Este dulce lo hemos conocido desde siempre en la zona de Peligros. Sin embargo nos sorprende que no sea popular en otros sitios donde también se utiliza el higo para hacer por ejemplo pan de higo, como en la zona de la Alpujarra donde hay muchas higueras.
Los ingredientes son simples y humildes: agua, higos secos, harina y un poco de canela.
A pesar de su dulzor no lleva nada de azúcar y tampoco se utiliza la carne del higo que solo se emplea para endulzar el agua con la que se mezclará la harina.
Son válidos cualquier clase de higo, incluso los que tienen menos presencia. Los que se crían en zona de secano son más dulces que los de las higueras que se riegan. Al final del verano, los que no se consumen verdes se pueden dedicar a secarlos al sol (pasar higos). Los higos pasados se consumen directamente durante el invierno o se usan para hacer gachas.
ELABORACIÓN:
Se usa, por ejemplo, un kilo y cuarto de higos secos. Se le hace a cada higo una raja con el cuchillo y se echan todos en un recipiente con agua de modo que le cubra. Así se mantienen durante 24 horas. Tiempo suficiente para que los higos suelten el dulzor y lo transmitan al agua. Se separan los higos y se utiliza el agua que ha tomado un aspecto oscuro.
Se pone el agua sobre el fuego y se va añadiendo poco a poco harina, antes de que alcance temperatura. Debe ir moviéndose para evitar grumos. Para esta cantidad de higos y de agua se calcula que se necesitan unas 7 cucharadas de harina. (Algo más de harina significa que saldrán más sólidas).
Cuando empiece a hervir se cuentan quince minutos, sin parar de mover para que no se peguen.
Pasados los quince minutos ya se encuentran listas para echar en platos donde se enfriarán y se solidificarán.
Ya solo queda disfrutar del sabor.
¡Gracias Manuel! ¡Graccias Jesús!
