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Carta al Sr. Pezzi acerca del Parque Metropolitano

Fernando alcalde y Miguel Esteban responden

Hace unas semanas el Sr. Pezzi, alto dirigente del PSOE granadino defendía la creación del parque metropolitano en plena Vega Sur. En carta a La Opn¡inión de Granada, miembros de Salvemos la Vega le rebaten sus argumentos.

Fernando Alcalde y Miguel Esteban, miembros de Salvemos la Vega

En el verano de 2002, con 59.000 incendios en EEUU y mas de dos millones y medio de hectáreas quemadas, George W. Bush, propuso «un control más activo» de los bosques: “La crisis de este año demuestra que hace falta una manera más eficiente para combatir los fuegos que amenazan a nuestras comunidades y a nuestro medio ambiente”. La solución no era otra que autorizar la tala de decenas de hectáreas de bosques protegidos para favorecer a las grandes empresas madereras que habían apoyado su campaña electoral.

Ante un evidente fracaso de la política forestal republicana, la administración busch dio una vuelta a la argumentación para justificar en el efecto de su negligencia (los incendios) la aplicación de una acción traumática (la tala) con evidentes connotaciones económicas.

Se despreciaba en la argumentación tanto las causas del problema como los valores ecológicos de los bosques. Se reducía la cuestión a la existencia de un riesgo y la necesidad de evitarlo de la forma más ridícula y traumática.

Por esperpéntica que pueda parecer la propuesta, las similitudes con la argumentación de Pezzi sobre la Vega Sur granadina son aterradoras.

Básicamente se resumen en:

a) Se trata de un espacio fuertemente tensionado urbanisticamente, con presiones especulativas de los tiburones inmobiliarios y del propio ayuntamiento de Granada.

b) Se encuentra muy degradado por la instalación de actividades ilegales como desguaces de automóviles, grandes superficies de aparcamientos de camiones, y aumento sistemático de áreas residenciales, chales de lujo o pequeñas nuevas
construcciones de viviendas sin uso agrícola

c) La red de carreteras va a “aislar” una bolsa de cinco millones de metros cuadrados.

Y a continuación la solución: para proteger la vega, cosa que los socialistas llevamos años haciendo, simplemente hay que cargársela, eso si, no bajo la cemento mas contumaz, para lo que queda reservado el resto del suelo, sino bajo un verde tamiz pseudoambientalista.

Olvida el Doctor Pezzi tratar sobre las causas de la degradación de la vega, sus valores ambientales, culturales, sociales y económicos. No se asumen responsabilidades sobre la , cuando menos, negligente actuación de la administración autonómica, que tiene la obligación de velar pro el cumplimiento de la legalidad urbanística y ambiental; de fomentar e impulsar los valores agrarios de este espacios y velar por el uso adecuado y ordenado del territorio. Y espacialmente, opta por actuar sobre los efectos y no sobre las causas.

Así, actúa con el arte del tanatopractor: ante un enfermo diagnosticado intencionadamente como muerto solo cabe aplicar el maquillaje que dignifique su tránsito. Pero la Vega no es un espacio muerto, antes bien es un ámbito vivo, como refleja la contestación ciudadana para preservar sus funciones variadas y apreciadas. Con solo una parte del esfuerzo institucional y económico desplegado para propiciar su transformación en parque milenario, la Vega Sur seguiría realizando sus funciones, quizás, otros mil años.

La debilidad de la argumentación es extremadamente débil e inconsistente. El Sr. Pezzi y el PSOE conocen las recetas y las propuestas porque las ha apoyado en otras partes de España (el delta del Llobregat por ejemplo) y porque ha sido su administración la que ha aprobado las medias de protección que hoy posee, aunque hayan sido sistemáticamente vulneradas. Trascienden otras razones, que quedan explicitadas en las infraestructuras viarias que, como el corredor sur, cumplen funciones más de articulación urbanística de futuros desarrollos que de descongestión viaria, colapsada por un modelo territorial que solo admite el cambio de los modos de transporte.

Consciente de esta debilidad argumentativa, Pezzi recurre al recurso definitivo propuesto por Arthur Schopenhauer para derrotar al oponente con independencia de la verdad: el insulto y la descalificación. Tocamos de oído, manipulamos, engañamos, ocultamos oscuros intereses. Todo esto desde el pulpito de la dignidad y moral intachable de la gestión urbanística de la gerontocracia del PSOE granadino, nevadas y algarrobicos aparte.

La ciudadanía no sabe, no conoce. Ellos, los que saben, han vuelto a contratar a los que más saben para que redacten nuevos proyectos que sustituyan a los anteriores y que justifiquen lo que previamente ya esta decidido. Tocar de oído por tocar a golpe de corneta. Luego habrá un periodo de alegaciones que serán rechazadas y con lo que la participación pública quedará justificada.

La descalificación pretende apartarse del objeto de la discusión y atacar directamente al oponente, pues una grosería vence todo argumento y eclipsa cualquier intelecto. Pero en su utilización, quien pretende ganar la discusión a costa de la verdad, reconoce que no tiene nada sustancial que oponer a la argumentación y, en definitiva, el propio fracaso de lo defendido.

Que Granada y el área metropolitana necesitan un gran parque: SI. Que necesitan la Vega Sur, también. Por tanto, PARQUE SI, EN LA VEGA NO.

Por Correos de la Vega

El Domingo 29 de marzo de 2009

Actualizado el 29 de marzo de 2009