Texto Paco Cáceres. Fotos Javier Egea y José María García
Recorrimos la memoria de la acequia de El Jacín. La voz y las vivencias las ponía Antonio Hurtado, acequiero durante treinta años y agricultor para toda la vida. Los oídos los poníamos un grupo de personas que en esa mañana de mayo decidimos aprender y disfrutar, que las dos cosas pueden –y deben- ir juntas.
El espectáculo era digno de vivirlo; luz despierta de primavera, no hacía frío ni calor, entre sombras y aguas, entre verdes intensos a ras del suelo y a distintas alturas y volúmenes hasta tocar el cielo azul con las copas de los álamos. Conlas flores blancas del saúco y las amarillas de la gayumba. Y la música; agua que corre o aguas que corren, los mirlos, carboneros, ruiseñores, torcaces, camachos… Y nuestros pasos, guiados por Antonio, discurrían por el mundo de los sentidos del agua y la vega; por un pasillo entre la acequia de El Jacín y el río Monachil, siempre acompañados de luminosas huertas en todo el recorrido
El Jacín en números del pasado y del presente.
La acequia de El Jacín tenía 8 kms de longitud, llegando a Armilla y Churriana. En aquel tiempo, no hace tanto, regaba unos 8.000 marjales. La construcción del Nevada le cerró el paso y hoy día muere en la autovía. Ahora riega unos 5.000 marjales y la Comunidad de esta acequia cuenta con 800 regantes
Bueno, recorramos El Jacín. Para que lo entadías mejor lo haremos desde arriba.
A la toma de agua del río, le llaman la presa. Como podéis apreciar, aquí se le toma agua al río por su izqueirda (derecha de la foto). Nace la acequia El Jacín. Antes se hacía ess presa con arenas, ramajes, zarzas… Hoy lo hacen excavadoras y utilizan plásticos
En realidad, como cosa curiosa, las acequias de El Jacín y el Zute tienen dos tomas, porque la presa de la acequia de la Estrella es comunitaria, ya que coge agua, para ésta y para las dos anteriores.
La barra de hierro que ves en la foto le llaman medidor. Antonio nos hace una demostración de cómo se mide con una vara que es igual para todas las acequias. Cuando hay sequía (agosto, septiembre u otros meses secos) las acequias que cogen el agua desde más arriba (Albaricoque, Genital) tienen que compartir el agua con las de más abajo (Estrella, Zute, El Jacín, Gorda de La Zubia).Todos los acequieros cogen sus varas y miden, si las de arriba llevan más, echan sus sobrantes a las de más abajo.
Ésta es una compuerta de desareno (quitar arena) Cuando limpian la acequia (labor que se hace cuando se acumula fango o arena) se abre la compuerta de desareno, que tiene un poco de pendiente, y la corriente arrastra toda la suciedad fuera de la acequia.
En la próxima entrega os seguiremos narrando nuestro recorrido por la acequia de El Jacín de la mano de Antonio Hurtado