Han destrozado casi medio kilómetro del Canal de San Juan, de gran valor histórico y ambiental, como refugio de numerosa fauna protegida que vive en los pocos sotos y riberas que van quedando.
Se ha denunciado a la Delegación Provincial de medio Ambiente, ya que la Ley de Flora y Fauna de Andalucía encomienda expresamente la protección de sotos y riberas a las administraciones en general -y a la ambiental sobre todo- ya que suponen un lugar de paso y de refugio para la fauna.
También se ha denunciado a la Agencia Andaluza del Agua, que tiene mucha experiencia en destrozar riberas por todos los ríos de la provincia, por si considera este canal como un cauce, ya que lleva con asiduidad más agua que muchos ríos y soporta -mejor dicho, soportaba- una magnífica vegetación de ribera.
Se le ha pedido a la Demarcación de Carreteras de Andalucía Oriental, dependiente del Ministerio de Fomento, administración responsable de estas obras, que informe dónde se encuentra recogida esta actuación dentro del proyecto, qué autorizaciones tiene para destrozar este canal y si en la declaración de impacto ambiental correspondiente, el condicionado contempla la destrucción de estos hábitats valiosos para la fauna y para la memoria colectiva de un pueblo que ha convivido cientos de años con ese canal.
Otra hazaña más
La destrucción del Canal de San Juan
En estos días en los que buena parte los habitantes del Área Metropolitana de Granada disfrutan de unas merecidas vacaciones, a medio camino entre Granada y Santa Fe, se está destruyendo un tramo de unos 400 m. del Canal de San Juan. Ëste junto a otros canales de la vega, tales como el de Isabel, el de los Ojos, las Madres del Rao, el de San José, etc. han configurado desde época musulmana el regadío de la vega de Granada. Son excavaciones en el terreno de trazado rectilíneo, direccionalidad este – oeste (la misma que el río Genil), varios centenares de metros de longitud, entre 20 y 30 m. de ancho y unos 10 y 15 de profundidad, que conducen el agua de los manantiales hasta las acequias que riegan las vegas. A lo largo del tiempo han sido el soporte de bosques galería de especies diversas entre las que se pueden mencionar al olmo, al fresno, las mimbres, la cañavera, junquera, zarzal, álamo negro, álamo blanco, pino carrasco, pino piñonero, taraje, etc.; En estos lugares encuentran refugio y lugar de nidificación muchas especies de aves (paloma torcaz, tórtola, ruiseñor común, ruiseñor bastardo, etc.) y mamíferos (zorro, tejón, conejo, etc.); Es decir, con el paso del tiempo se han conformado ecosistemas complejos, en forma de corredores verdes, de interés general que debemos preservar de cualquier agresión. A parte de la importancia ecológica y para la distribución de agua que poseen estos enclaves podemos señalar otros aspectos de interés: actúan como cortavientos, son refugio para fauna auxiliar de la agricultura, nos ayudan a leer el paisaje y a entender nuestra historia, son lugares perfectos para el esparcimiento y para llevar a cabo paseos por la vega y, convenientemente, recuperados se constituirían en un importante reclamo turístico, son un recurso para el desarrollo sostenible.
La intervención realizada por maquinaria pesada esta provocando un impacto consistente en la destrucción de toda la vegetación o bosque galería existente (incluso han sido talados fresnos añosos de gran porte), conllevando, todo esto, la desaparición del ecosistema preexistente, es decir, desaparece un tramo de este enclave que sirve de refugio, dormidero, lugar de nidificación, etc., de muchas especies de aves y mamíferos. Supone además la alteración importante de este elemento patrimonial que pertenece a los pueblos de la vega. Todo apunta a que los causantes de este destrozo son los trabajos de realización de la 2ª Circunvalación en pleno corazón de la vega de Granada.
Por todo lo anterior, desde AUCA y otros colectivos sociales queremos informar a la sociedad de todo lo que está aconteciendo. Además, hemos puesto en conocimiento del SEPRONA y de la Consejería de Medio Ambiente, estos hechos y les hemos solicitado que actúen de oficio, incluso, si procede, paralizando las obras, pues es obligación de todos/as preservar el legado cultural y ambiental que posee la vega de Granada para el uso y disfrute por parte de la sociedad actual y de las generaciones futuras.
Miguel A. Molinero Ramos es Presidente A. Voluntariado Ambiental de Santa Fe, AUCA / Miembro de Salvemos la Vega / Miembro de la Plataforma en Defensa del Territorio de Santa Fe)
