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¿No estamos en el milenio? ¡Que hagan cuentas antes de hacer una carretera!. ¿Cuánto ha producido esta tierra en mil años? ¿Cuánto puede producir en los mil siguientes?

Cuadernos Campesinos. Antonio Hurtado "El Niñillo". Mayo 2

Hablamos de la protección de la Vega. Antonio me mira y empieza a desgranar su discurso, argumenta con sus palabras sencillas, con su alma llena de campo y humanidad a partes iguales. Sus palabras nacen de lo más profundo, de la fuerza y convicción que le da y ha dado su relación con la tierra a lo largo de toda su vida.

Antonio, tierra y humanidad a partes iguales

Reportaje. Paco Cáceres
veguitadegrana@gmail.com

Le digo a Antonio que lo de la protección de la Vega no está fácil, que los partidos mayoritarios parece que no están por la labor. ¿Ni a pesar de las 20.000 firmas? Pues vaya, yo tenía mucha ilusión en que lo íbamos a conseguir. Con todo el dolor de mi corazón enfrío un poco las expectativas. (¡Ojalá me equivoque!) Antonio, los que deciden son pocos y tienen mucho poder, creen que la única forma de funcionar es esa que tiene la agricultura en el último lugar, pero Antonio, nosotros vamos a seguir luchando. Somos corredores de fondo y no nos cansaremos jamás de luchar en defensa de la Vega. El Niñillo calla unos momentos. Yo miro a la chimenea y contrasta su calor con el frío que se nos ha producido al hablar de la protección de la Vega. Antonio me mira y empieza a desgranar su discurso, argumenta con sus palabras sencillas, con su alma llena de campo y humanidad a partes iguales. Sus palabras nacen de lo más profundo, de la convicción que le da y ha dado su relación con la tierra a lo largo de toda su vida.

Si en la Alhambra alguien dice de hacer un edificio o un campo de fútbol todo el mundo le diría que está loco. Sin embargo en la Vega se puede hacer lo que se quiera y no pasa nada, se ve normal. Fíjate, nuestros antepasados tuvieron más sesos que los de ahora, construían en sitios altos para no tocar la vega, y ahora que hay mucho paro, que la gente no tiene donde trabajar, que hay necesidades, que la vega puede dar de todo, siguen dejando la vega desprotegida, para que hagan con ella lo que les dé la gana. Fíjate, una riqueza tan grande, bajo ese cielo azul tan limpio, con este clima que hace que crezcan buenos frutos, y sin embargo no les importa dejarlo hecho polvo. Y no se dan cuenta que esto tiene que llegarles a las futuras generaciones... Yo creo que la Alhambra es muy importante, pero que muy importante, y hay que conservarla, pero para mí la Vega lo es más, porque esta tierra generosa siempre nos puede dar de comer.¡Siempre!

Y nos engañaron, porque nos trajeron las semillas y los escarabajos

Esta Vega era toda ecológica, aunque yo esa palabra no la conocía antes. Aquí estaba la mano del hombre y las herramientas, luego llegaron los extranjeros y nos engañaron porque trajeron semillas y escarabajos (1), para que tuviéramos que comprarle la química que matara a los bichos, aunque no los mataba todos, para que tuviéramos que seguir comprándoles. Y después, por si era poco, llegó la construcción, el ladrillo. Pero hoy la gente vuelve a la Vega, porque la Vega es vida, si la quitamos es como quitarnos la vida. Porque la Vega es riquísima por aire, por tierra y por debajo, porque con los riegos se recarga el acuífero. ¿Cómo es posible que no tengan ojos para ver eso? ¿Por qué le ponen a alguna vega cemento o alquitrán si saben que se acaba todo, que se acaba esa vida?

Escucho atentamente a Antonio dejando que sus reflexiones entren en mí. Hay a partes iguales palabras y silencios. Antonio, le digo, nosotros tenemos que ser como la gota malaya, fina pero constante. Tenemos que buscar argumentos, convencer, dinamizar, pero poco a poco. “Zamora no se hizo en una hora”, me decía mi madre. Él me dice; pues sí, como la gota esa que has dicho, porque el agua “calaera” es la que resucita las fuentes.

Que le enseñemos a los jóvenes antes de que nos muramos

Nosotros trabajábamos la Vega en ecológico

Después de otro silencio, prosigue; para entender la Vega, hay que trabajarla. Yo siempre digo, y no me canso, que es nuestra segunda madre. Nosotros la trabajábamos en ecológico, aunque yo no lo sabía porque no conocía esa palabra, pero lo que dicen ahora es como nosotros lo hacíamos antes, pero nos engatusaron, que si semillas nuevas, que si productos químicos, que si esto mata los bichos. Y nosotros venga a comprarles. Yo fui viendo que las semillas de antes eran mejores, porque antes sin venenos, cuando la vega era ecológica toda entera, vivíamos bien de ella. Con la maquinaria si hemos avanzado, porque nos quita trabajar duro, por eso bienvenida sea, pero esas semillas con bichos...

Antes de que nos muramos queremos enseñar a los jóvenes

La construcción fue otro mal, pero ya ves, ha durado nada y mucha gente otra vez se pega al campo, y el campo podría dar mucho más si se pusiera industria artesanal, mermeladas, conservas... ¡Podríamos tener tanta riqueza y trabajo! Yo veo que hay gente joven que tiene voluntad y lo bueno sería que antes de que nos muramos los que somos mayores, pudiéramos enseñarlos a cultivar la tierra, labrar con ellos para que aprendieran bien... Pero para eso tienen que proteger la Vega, ¡con la falta que hace!

Pero ojo, yo no estoy en contra de la construcción, de que hagan casas para la gente que lo necesita, pero en sitios poco fértiles. Así, los nietos de los nietos de nuestros nietos, podrían seguir viviendo de la Vega y disfrutándola...

Que sechen cuentas. ¿Cuánto ha dado la Vga en 1000 años? ¿Cuánto puede dar en los sigueintes

¡Que hagan cuentas! ¿Cuánto dio de comer en estos 1000 años? ¿Cuánto puede dar en los 1000 siguientes?

A ver, yo digo que hagan cuentas antes de hacer una carretera o construcciones, que hagan cuentas. ¿No estamos con lo del milenio? Pues que hagan cuentas de toda la riqueza y lo que ha dado de comer la Vega en estos mil años. Antonio hace una pausa en la que parece traer a la memoria sus padres, abuelos y todas las generaciones anteriores. Ahí, todos delante de la Vega, luchando por sacarla adelante, alimentándose de ella. Mirándola como la madre que les da de comer... Recordé a un líder indígena en Sevilla, 1992, le hacían una pregunta con mala leche. Él, reflexionó, y con una sonrisa seria respondió; “Déjeme tiempo, entraré en mis ancestros, desde el vientre de mi madre iré para atrás y buscaré la respuesta a su pregunta”. Nos quedamos boquiabiertos al ver las profundas raíces que tenían... Antonio también las tiene, raíces en sangre y en tierra... Después de esta pausa que tiene segundos eternos, Antonio deja el pasado para aferrarse al futuro.

Y después, cuando tengan esos números de lo que dio, que vuelvan a hacer cuentas de la riqueza y lo que daría de comer en otros mil años... Otra pausa de segundos infinitos en los que me aparecen figuras etéreas de todas las generaciones futuras. Sigue Antonio; y cuando sumen cuánto ha producido y cuánto puede producir que piensen; ¿interesa más la carretera o la construcción? Que lo piensen, pero que siempre tengan presente el pasado y el futuro. Y que piensen también si trabajan por el bien de “Graná” y los “granaínos” o por otras cosas. La cabeza de Antonio sigue dando vueltas; sigue mascullando, sacando lo que se le revuelve dentro; es que está muy bonico sentarse delante de un ordenador y hacer una carretera, pero oiga usted, eche cuentas de cuánto ha producido y puede producir todo lo que usted quiere destruir. Por eso, lo repito, que lo piensen bien antes de hacer las cosas. Eso Antonio, y que vayan a la Vega, la pisen, hablen con sus agricultores antes de trazar sobre un mapa inmensas líneas grises sobre los colores verde vida.

Para entender la Vega hay que trabajarla

Las palabras de Antonio dan calor

Llegado este momento, me dan más calor las palabras de Antonio que todas las chimeneas del mundo. Seguimos con nuestra conversación, ya en otros temas, hablamos de la importancia de la asociación de Mayores “La Vega es Vida” que se presentará cuando operaciones y enfermedades den una tregua. Nosotros seguimos, como siempre, conspirando en la defensa de la Vega. No tenemos remedio, estamos atrapados por su magia. Hasta junio.

(1) Esto nos lo contaba hace unos meses, cuando su padre compró papas alemanas para sembrarlas y cuando fueron a sembrarlas vieron que tenían unos escarabajos pequeñitos. Contaba Antonio que al principio les hizo gracia, pero cuando empezaron a parir...

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Por Veguita de Graná

El Lunes 27 de mayo de 2013

Actualizado el 27 de mayo de 2013