OtraGranada.org https://www.otragranada.org/ Granada por una Nueva Cultura del Territorio. es SPIP - www.spip.net OtraGranada.org https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L144xH18/logo_otragranada_250-d6dac.jpg?1707221613 https://www.otragranada.org/ 18 144 Tenéis que conocer al Blas. Un paseo por el mundo campesino https://www.otragranada.org/spip.php?article902 https://www.otragranada.org/spip.php?article902 2019-02-27T12:08:18Z text/html es Veguita de Graná <p>En este texto,escrito para la presentación de la novela "La tierra desnuda" de Rafael Navarro, Paco Cáceres hace un recorrido por el campesinado que tan bien dibuja Rafael y algunos de los que conoce Paco de la vega. Todavía existen campesinos sabios en la vega que viven en profundo abrazo con la tierra, que nunca se jubilarán de ella y que no comprenden las agresiones que se le hacen a la madre Tierra. Ser campesino era un estilo de vida, no una profesión. Texto dedicado a Rafael Navarro, (...)</p> - <a href="https://www.otragranada.org/spip.php?rubrique154" rel="directory">Novela</a> <div class='rss_chapo'><p>En este texto,escrito para la presentación de la novela "La tierra desnuda" de Rafael Navarro, Paco Cáceres hace un recorrido por el campesinado que tan bien dibuja Rafael y algunos de los que conoce Paco de la vega. Todavía existen campesinos sabios en la vega que viven en profundo abrazo con la tierra, que nunca se jubilarán de ella y que no comprenden las agresiones que se le hacen a la madre Tierra. Ser campesino era un estilo de vida, no una profesión. Texto dedicado a Rafael Navarro, por lo mucho que le ha hecho disfrutar y aprender de la novela que ha escrito.</p></div> <div class='rss_texte'><div class='spip_document_3919 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="43" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/2qDSC00110.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/2qDSC00110-0be5b.jpg?1710838276' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3919 '><strong>El campesino nunca se jubila de la tierra </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>A Rafael Navarro, que me ha hecho disfrutar y aprender de su novela.</p> <p>Hay un Proverbio africano que dice: "Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador” El campo no ha tenido historiadores; ha tenido sepultureros. El sector primario era el último en consideración. Fui maestro, los libros de texto decían que las sociedades que tenían más gente trabajando en el campo eran las más atrasadas. La cenicienta, pero sin zapato. Por eso es tan importante para la memoria del territorio que se escriban novelas como “La historia desnuda”. Hasta ahora, en esta tierra, ha habido artículos de diferentes autores e investigaciones muy interesantes de José Castillo, Martín Civantos, Antonio Castillo, González de Molina, Gloria Guzmán… Son apuestas firmes en defensa del campo, o relacionados con él, desde distintos puntos de vista. <br class='autobr' /> Ahora, esta novela de Rafael Navarro, que le da voz a los campesinos de una época reciente, es un aporte necesario para conocer ese abrazo permanente que ha tenido, y tiene, el campesino con su tierra. Por ello, desde el movimiento al que pertenezco, y personalmente, te doy las gracias, Rafael, por ese aporte y por darle un altavoz a nuestra voz.</p> <div class='spip_document_3921 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="39" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH500/photo-3-d84a3.jpg?1710838276' width='500' height='500' alt='' /> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3921 '><strong>Rafael Navarro, gracias por tu novela </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Todavía hay campesinos sabios en nuestros campos</strong></p> <p>Tengo que decir que todavía existen personas como el Blas, el protagonista de la novela, que fueron pastores de niños en la Sierra. Pepe el de Aurora decía; “fui pastor, pero mi sueño era volar”. No llegó a conseguirlo, pero a sus cerca de 90 años, enseña la cicatriz, testigo de su intento y le brillan los ojos cuando habla del tema. La vida arriba en la sierra era muy dura, durísima, como refleja muy bien la novela de Rafael. En ese lugar inhóspito en el largo invierno, las cabras son más importantes que el Blas y la Antonia, porque ellos dependen de ellas. Le pregunté a Pepe el de Aurora; “¿utilizabais plantas medicinales en la Sierra?”. “Por supuesto”, me respondió él, “cuando las bestias tenían heridas teníamos que curarlas….” Primero ellas. También quedan sabios en nuestros campos que mamaron la sabiduría de sus antepasados; Blas seguía las enseñanzas de su abuelo sobre la viñas y, de su padre , sobre los cerezos. El Niñillo, más de 80 años, tiene en cuenta las lunas como Blas; “siembro en viernes, con luna menguante, como mi abuelo, que lo heredó de sus antepasados”.</p> <div class='spip_document_3923 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="87" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Trabajo-_Cebolletas.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Trabajo-_Cebolletas-225b4.jpg?1710838276' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3923 '><strong>"Mi padre era el que figuraba como agricultor, pero mi madre tenía más callos que él" </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>¿Y la mujer?</strong></p> <p>En esta época que dibuja la novela, la mujer estaba en un segundo plano, pero cuando muere la madre del Blas, le queda un enorme vacío y se da cuenta que su madre siempre estaba sin notarse su presencia. En el anonimato, eran mujeres que trabajaban sin descanso. María me decía; “yo no figuro como campesina, pero soy el que además de tenerle preparada la comida, la ropa, la casa en condiciones… Además, cuido de los animales, recojo cosecha, preparo semillas…”. “El que figuraba como agricultor era mi padre, pero mi madre tenía más callos en las manos que él”, me decía Mariano, alcalde de Huétor Vega hace un tiempo.</p> <p><strong>El campesino nunca se jubila</strong></p> <p>Estos sabios del campo, gastan hasta la última gota y hasta el último aliento en tareas del campo. El Paco, el Pepico Ruano, en la novela, más solos que la una con sus olivos le piden ayuda al Blas, porque no pueden más con tanta tarea, pero el Blas, que apenas se sostiene en el mulo, no puede. Te entra angustia y ganas de meterte en la novela y preguntar; “¿dónde hay que echar una mano?. Ya se veía venir que las futuras generaciones despreciaban el campo. Ese rompimiento se refleja en la novela cuando las hijas del Blas le dicen a éste; “el campo es una mierda”.</p> <p>Pero no se achancan; ser campesino es una forma de vida, no una profesión. Por eso, nunca se jubilan. Al Blas lo jubila la muerte. El Niñillo tenía su finca que parecía una terraza dispersa; sillas viejas por distintos surcos, donde se iba sentando cada vez que las rodillas decían que no podían más. O Diego el de Cájar que lo llevan con una silla a que se siente entre surcos. Los pies no responden; trabaja con la mirada, con los consejos. O El Pitres, casi 90 años y siempre en el huerto. O Miguel Vílchez, que es más fuerte su voluntad que los dolores de cadera. Y tuvo que soportar que la circunvalación de Granada le arrancara parte de su finca. “Se tratan mejor a las piedras que como traban las máquinas y los que la llevaban a los árboles… Se ensañaron y los arrasaron sin compasión”. Hay múltiples ejemplos de que los campesinos de la época del Blas no se divorcian nunca de la tierra. Viven en permanente abrazo con ella. <br class='autobr' /> Sabidurías, experiencia, sentimientos… estos personajes son parte integrante de la naturaleza que no entienden cómo el mundo se puede separar de ella, cómo no se puede bajar a los ríos para tocar el agua. O en las ciudades tocar los árboles porque los podan para que no alcances las ramas… No entienden que se hagan más casas que habitantes tiene un pueblo; Hasta un millón y pico podrían haber vivido en el área metropolitana de Granada cuando el ladrillo era el dios. La provincia entera tenía entonces 900.000 habitantes. El Blas lo tenía claro: “Más casas y cada vez quedamos menos. ¿No sería mejor que ampliasen el cementerio?”.</p> <div class='spip_document_3922 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="45" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P1500486-2.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH796/P1500486-2-a40a6.jpg?1710838276' width='500' height='796' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3922 '><strong>La tierra desnuda. Novela de Rafael Navarro </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>¿Está todo perdido?</strong></p> <p>Yo, que más que leer el libro, he dialogado con él, me vais a permitir que me plantee la pregunta: ¿está todo perdido? Tal vez ese mundo acabará cuando nuestros sabios de forma definitiva se abracen horizontalmente a la tierra, pero mientras haya personas que se acercan a la agroecología, a sentipensar los territorios, que defienden la Vega y la Sierra, que luchan contra las macrogranjas y difunden la agroecología… Y mientras haya algunos incautos altos y desgarbados que vienen de arriba de Despeñaperros, tú ya me entiendes Rafael, dispuestos a coger el testigo de Blas en la comunidad del agua del Valle de la Solana y a escribir libros como éste. Mientras eso ocurra, hay esperanza. Porque una cosa me queda clara después de muchos años de lucha; ni ellos son tan fuertes ni nosotros tan débiles. Además, nos asiste la razón y el corazón.</p> <p>Rafael, menos más que el Blas no está, porque si Pepico Ruano, el que estaba informado, le cuenta que quieren construir el teleférico, la ronda este y ampliar las pistas de esquí, no sé si hasta Santa Fe, robándole el agua al río y a los campesinos. Tal vez le hubiera pegado un buen trago hasta apurarlo al vaso de vino mosto y hubiera exclamado: “Yo no sé dónde vamos a ir a parar. Ya nada es como antes. Ni la gente se ayuda como antes. Y nadie quiere saber nada de nadie…” Rafael, como lector y como persona que se siente parte del territorio y lucha junto a otros por su defensa, me ha encantado tu novela. Tenéis que recorrer con los ojos y la memoria, “la tierra desnuda”. Alimenta el alma.</p> <p><strong>Dos propuestas</strong></p> <p>Termino, Rafael. Dos propuestas; una a la gente que está aquí en la presentación; leed el libro, merece la pena. Disfrutadlo. La otra propuesta te la hago a ti. ¿Por qué no organizamos un sentipaseo por los maravillosos, y duros, lugares del Blas? A lo mejor conseguimos que la gente sienta el territorio como lo sentía el Blas, y de camino, si nos tomamos unos vinos mostos en Monachil, contribuimos a fortalecer la economía local.</p> <p>Un abrazo, Rafael</p></div> "La Tierra desnuda" de Rafael Navarro de Castro. Un libro para leer y disfrutar https://www.otragranada.org/spip.php?article896 https://www.otragranada.org/spip.php?article896 2019-01-18T19:06:43Z text/html es Veguita de Graná <p>"La Tierra desnuda", según Manuel Vilas, " es «una excelente novela sobre la historia de la España rural del pasado siglo, de una España tan auténtica como olvidada. Una novela que nos recuerda el vínculo entre la naturaleza y los seres humanos.» Su autor, Rafael Navarro de Castro vive en Monachil (Granada). a Rafael, dice Paco Cáceres Santiago, lo conocí defendiendo. junto a otra mucha gente, Sierra Nevada de la orgía constructora que se quería hacer con motivo de la Universiada (se (...)</p> - <a href="https://www.otragranada.org/spip.php?rubrique154" rel="directory">Novela</a> <div class='rss_chapo'><p>"La Tierra desnuda", según Manuel Vilas, " es «una excelente novela sobre la historia de la España rural del pasado siglo, de una España tan auténtica como olvidada. Una novela que nos recuerda el vínculo entre la naturaleza y los seres humanos.» Su autor, Rafael Navarro de Castro vive en Monachil (Granada). a Rafael, dice Paco Cáceres Santiago, lo conocí defendiendo. junto a otra mucha gente, Sierra Nevada de la orgía constructora que se quería hacer con motivo de la Universiada (se celebró en 2015). Desde entonces hemos compartido la necesidad de que los seres humanos convivamos en armonía con nuestros lugares... Bueno, tenéis que conocer a Blas, el protagonista de "La tierra desnuda". Rafael lo borda... Ya está en las librerías. Disfrutadlo... Os lo dice alguien que ya ha empezado a hacerlo.</p></div> <div class='rss_texte'><div class='spip_document_3900 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="123" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P1500486.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH796/P1500486-7dede.jpg?1710838276' width='500' height='796' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3900 '><strong>La tierra desnuda. Novela para disfrutar y recordar "el vínculo de la naturaleza y los seres humanos" hasta no hace mucho </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Paco Cáceres Santiago</strong></p> <p>Conocí a Rafael hace unos años, cuando un montón de gente, entre los que estábamos los dos, defendíamos la Sierra de la orgía desarrollista y cortoplacista que se escondía detrás de la Universiada (2015)… Después nos citamos en varias ocasiones para hablar del territorio que pisamos todos los días, de los agricultores, de las salidas necesarias para una vida armónica entre las personas y la naturaleza… Hace unos días contactó conmigo para darme una agradable sorpresa; había escrito una novela en la que quedaba reflejada la forma de vida, los valores, la forma de vivir en el territorio de los campesinos hasta ayer como quien dice. Nos vimos y hablamos sobre su libro, sobre el valle del Monachil, sobre proyectos… Me gustó verlo y constatar cómo seguimos en esa lucha por ser una parte de nuestros territorios que vive en armonía con ellos y no devoradores de lugares que degradan de forma irreversible lo que pertenece a las futuras generaciones… Su libro está en las librerías. Disfrutadlo… Os lo dice alguien que ya ha empezado a hacerlo.</p> <div class='spip_document_3901 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="36" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH500/photo-823a1.jpg?1710838276' width='500' height='500' alt='' /> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3901 '><strong>Rafael Navarro, autor de la novela </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Lo que refleja la editorial acerca de la novela</strong></p> <p>Un debut con ecos de Delibes y Chirbes.</p> <p>Una novela que nos conecta con la memoria compartida de todo un país.</p> <p>«Un canto pasional, hondo y antinostálgico a una España extinta y salvaje.»<br class='autobr' /> Sergio del Molino</p> <p>«Una excelente novela sobre la historia de la España rural del pasado siglo, de una España tan auténtica como olvidada. Una novela que nos recuerda el vínculo entre la naturaleza y los seres humanos.» Manuel Vilas</p> <p>Decía Luis Buñuel que en su pueblo, en la provincia de Teruel, la Edad Media había durado hasta bien entrado el siglo xx. Algo así sucede en el escenario de esta novela, un lugar que puede ser casi cualquiera en la España interior. Allí nace, al mismo tiempo que la Segunda República, un niño llamado Blas. Y en el mismo lugar muere, ochenta años después, sin ser consciente de que se lleva a la tumba una forma de vida milenaria. Él es el último. Nadie más sigue sus pasos. Blas sabe de animales, de viñas y tomates, sabe cuidar de su familia y sabe también guardarse unos cuantos secretos.</p> <div class='spip_document_3902 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="57" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P1500488.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH757/P1500488-635e3.jpg?1710838276' width='500' height='757' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3902 '><strong>Reseña informativa de la editorial sobre Rafael Navarro </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>La vida de Blas, una historia corriente que el río del tiempo ha hecho ya única, es la historia de España en el último siglo. Contada con las manos manchadas de esa tierra desnuda sobre la que vivió toda una sociedad rural, se dirige a esa parte de nosotros que no se resigna a vivir entre ladrillos. Y seguramente el lector reconocerá esas voces y esos paisajes y sin duda le sonarán a verdad, a vida y a una memoria imprescindible.</p></div> Mi papá está loco https://www.otragranada.org/spip.php?article893 https://www.otragranada.org/spip.php?article893 2018-12-24T19:47:09Z text/html es Veguita de Graná <p>"Escribí este cuento en 2004", dice Paco Cáceres. "Como sigue siendo actual lo comparto como regalo en estas fiestas". Una niña sufre en la escuela las consecuencias de tener un padre que ve la Navidad de otra forma. "Mi papá está loco", pensaba. Una noche estrellada descubre cómo es su padre cuando le dice “Sabes, chiquitina, me gustaría que hubiera un camino hasta las estrellas y que allá hubiera pedacitos de felicidad, que al traerlos a la Tierra se convirtieran en alimentos para unos (...)</p> - <a href="https://www.otragranada.org/spip.php?rubrique11" rel="directory">Relatos</a> <div class='rss_chapo'><p>"Escribí este cuento en 2004", dice Paco Cáceres. "Como sigue siendo actual lo comparto como regalo en estas fiestas". Una niña sufre en la escuela las consecuencias de tener un padre que ve la Navidad de otra forma. "Mi papá está loco", pensaba. Una noche estrellada descubre cómo es su padre cuando le dice “Sabes, chiquitina, me gustaría que hubiera un camino hasta las estrellas y que allá hubiera pedacitos de felicidad, que al traerlos a la Tierra se convirtieran en alimentos para unos niños, en escuelas para otros, en médicos para niños enfermos, en paz para los que se odian y se matan,... en abrazos para niños que los necesitan, en... bellas palabras y cariño para la gente que se siente sola... Pedacitos de felicidad repartidos por el mundo... ¿Te imaginas chiquitina?”.</p></div> <div class='rss_texte'><p><strong>Paco Cáceres Santiago. veguitadegrana@gmail.com</strong></p> <p><strong>Dedicado a Aixa, mi hija, que es un pedacito de felicidad que bajó del cielo</strong></p> <p>Mi papá está loco. El otro día me dijo que el niño Jesús nació en Belén y no en El Corte Inglés. Yo le dije que poco después de venir de la playa vi que esa tienda fue la primera que anunció el nacimiento, que cómo iba a nacer en otro sitio, pero él ni caso, quería convencerme como si yo fuera tonta. Aunque si fuera sólo eso diría que es una manía. Pero no, tiene más tonterías en la cabeza. Decía que nació en un establo y que era de una familia muy pobre. Eso fue el remate, ¡como si los del Corte Inglés fueran pobres!</p> <p>Todo esto me está metiendo en líos con mis compañeros. El otro día en el recreo le conté a mis amigos lo que decía mi papá, y Jorge me dijo: “Tu papá es que es tonto”. Aquello me dolió y nos íbamos a pelear, pero tocó la sirena y no pude pegarle, la maestra nos hizo entrar. Después, mientras coloreaba el dibujo me acordé de lo que me había dicho Jorge y me di cuenta de que tenía razón, que mi papá era un poco tonto. ¡Mira que decir que nació en Belén! ¡Y en un establo!</p> <p>Es verdad que en Carrefour, en Alcampo o en otras tiendas también hacen cosas de Navidad, pero son unos copiones, como Mercedes hace en clase mirando lo que yo hago para copiarse, aunque yo se lo digo a la maestra, para que lo sepa y se chinche. Sí, copian, porque como ya he dicho yo vi que los del Corte Inglés fueron los primeros.</p> <p>Mi papá es que, según me dijo mi mamá, no cree en esas cosas. No cree nada. Después del nacimiento, subimos una noche a un sitio de montaña y vi a lo lejos muchas antorchas, estaba todo lleno de ellas. Tenía que ser que iban a ver al Niño. Era una procesión muy larga. Mi papá se rió de lo de las antorchas y me dijo que era un atasco, que eran coches por la circunvalación. “Papá cómo van a ser coches si se ve que van andando y los coches van corriendo”, dije yo. “En los atascos es que se va muy despacio” me dijo el muy listo. Eso es lo que me daba coraje de él, que siempre tenía respuestas para no darme la razón. Eran antorchas que irían al Corte Inglés, aunque algunos es posible que no lo supieran y fueran a otra tienda de esas que copian, como Mercedes, pero eso ya lo he dicho.</p> <p>Un día hasta me dio miedo, iba yo con él y al ver todas las luces de colores en la puerta del Corte Inglés, el nacimiento y los villancicos dale que te pego, dijo: “Si hubiera buenos cristianos cogerían el látigo como Jesús para expulsar a los mercaderes. ¿Cómo permiten que mercadeen con sus símbolos?” Yo no lo entendía casi, bueno, casi, no; ¡nada! Pero pensar que mi padre quería ir con un látigo a pegarle a la gente que tranquilamente compraban... Eso era pasarse, como si comprar fuera malo. Yo amaba mucho a mi papá, pero aquello... ¡Aquello era demasiado!</p> <p>La sinrazón por estas fechas se hacía cada vez mayor. Había un programa en la televisión y el presentador sonreía, sonreía y decía “sean felices” “feliz Navidad” “Que el Señor os colme de bienes!” “Prosperidad”. Mi padre, que estaba en otra cosa, se acercó al televisor y se puso a hablarle al hombre aquel; “¿Sí? ¿No me digas...?” Y empezó a hablarle de Irak, de una tal Palestina, de hambre, de medio ambiente... Mi papá estaba insoportable. Yo ya no sabía si quererlo o no, pero mucha gracia no me hacía.</p> <div class='spip_document_3890 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="60" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/img_lbernaus_20170103-100557_imagenes_lv_terceros_istock-613134822-kZKB-U443491894600mYE-992x558_LaVanguardia-Web.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH281/img_lbernaus_20170103-100557_imagenes_lv_terceros_istock-613134822-kZKB-U443491894600mYE-992x558_LaVanguardia-Web-98a65.jpg?1710834989' width='500' height='281' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3890 '><strong>Si pudiera traer cachitos de felicidad de las estrellas... </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Un día que subimos al cortijillo que tenía un amigo de mis papás por encima de Nigüelas cambié la forma de ver a mi papá. Cuando ya se hizo de noche, estaba yo dentro de la casilla y por la ventana lo vi fuera. Hacía frío, pero salí para estar con él. Él miraba a las estrellas que en medio de la oscura noche brillaban un montón. Al verme, me cogió en brazos y me arropó con su chaquetón. Yo lo miraba a él, y él a las estrellas. Entonces empezó a hablarme. “Sabes, chiquitina, me gustaría que hubiera un camino hasta las estrellas y que allá hubiera pedacitos de felicidad, que al traerlos a la Tierra se convirtieran en alimentos para unos niños, en escuelas para otros, en médicos para niños enfermos, en paz para los que se odian y se matan,... en abrazos para niños que los necesitan, en... bellas palabras y cariño para la gente que se siente sola... Pedacitos de felicidad repartidos por el mundo... ¿Te imaginas chiquitina?” Y mi padre miró a las estrellas, me miró a mí, volvió a mirarlas a ellas y me sonrió apretándome y dándome un beso muy hermoso. En aquella oscuridad, un hilo de luz que se escapaba por la ventana me ayudó a ver la sonrisa de mi padre y sus ojos brillantes... Entonces descubrí que era más bella y sincera la sonrisa de mi padre que la del presentador de televisión.</p> <p>No sé por qué, pero le di un beso y le pedí que me apretara más. El calorcito, su cuerpo y el mío tan juntitos, nuestras sonrisas y los dos mirando las estrellas. ¡Qué a gusto estaba! De pronto pensé que mi padre, con algo de magia, me había traído el cachito de felicidad ese del que hablaba. En aquel momento vi que mi papá podía ser un poco raro, pero que era el papá más bueno del mundo, y que me quería mucho... Las estrellas seguían allí envueltas en la oscuridad. Y yo, en silencio y pegada a mi padre deseé que ojalá los cachitos de felicidad de las estrellas se repartieran por el mundo, para que el mundo fuera feliz y mi papá también.</p></div> Los viajes maravillosos que haces y nunca contabilizas https://www.otragranada.org/spip.php?article885 https://www.otragranada.org/spip.php?article885 2018-09-23T21:14:44Z text/html es Veguita de Graná <p>Luis le dice a Rafael que no viaja, que su cuentakilómetros son sus pies. Rafael intenta demostrarle que todos hacemos viajes largos, maravillosos, pero que nunca contabilizamos. Este relato de Paco Cáceres quiere que tomemos conciencia de que somos viajeros de la nave Tierra. Así narra el camino por las estaciones; “formas parte del viaje y lo ves como cosa natural, pero… ¿no se pondrán a lo largo de los días las hojas de colores de otoño ¿no empezarán a caerse? ¿No se harán los días más (...)</p> - <a href="https://www.otragranada.org/spip.php?rubrique10" rel="directory">Rincón Cultural</a> <div class='rss_chapo'><p>Luis le dice a Rafael que no viaja, que su cuentakilómetros son sus pies. Rafael intenta demostrarle que todos hacemos viajes largos, maravillosos, pero que nunca contabilizamos. Este relato de Paco Cáceres quiere que tomemos conciencia de que somos viajeros de la nave Tierra. Así narra el camino por las estaciones; “formas parte del viaje y lo ves como cosa natural, pero… ¿no se pondrán a lo largo de los días las hojas de colores de otoño ¿no empezarán a caerse? ¿No se harán los días más cortos? ¿No amanecerá y anochecerá a distintas horas? ¿Notarás más frío y las mañanas gélidas? ¿No verás en los cielos las aves que emigran? ¿No habrá callado el último grillo…? ¿No verás cambiar también las estrellas de nuestras noches…? ¡Ese es el viaje de otoño! Cada día ves cómo la tierra, el paisaje, tu piel te va diciendo que vas por un lugar distinto en nuestro viaje alrededor del Sol. Y después vendrán las nieves, la tierra que casi duerme, muchos árboles desnudos, nuestros amigos los animales que hibernan y nosotros buscando el sol para calentarnos… Será nuestro viaje por el invierno. Y un día, millones de kilómetros después, empezará la explosión de esa savia que empieza de nuevo a circular, de los brotes verdes que asoman, de las flores, de… Y vendrán los frutos, y la luz con toda su fuerza, y el calor… Primavera, verano. ¡Esos son los viajes! ¡Y lo sentirás en tu piel, en todos tus sentidos! ¡En tu cuerpo y en tu alma! ¡Vives en él! ¡Formas parte de él”</p></div> <div class='rss_texte'><div class='spip_document_3811 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="46" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/IMG_5226.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH309/IMG_5226-281ab.jpg?1710838276' width='500' height='309' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3811 '><strong>Viajes al día, a la noche, a los atardeceres </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Paco Cáceres. veguitadegrana@gmail.com</strong></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¿Cómo me lo preguntas? ¡Me conoces muy bien y sabes que ¡no!, que no viajo nunca. Mi cuentakilómetros lo tengo en mis pies y mis destinos son los lugares cercanos.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Te equivocas. Viajas mucho más de lo que piensas; muchísimo más. Cada día, cada hora, cada segundo.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¿Es una broma? ¿Es algo que tiene truco? ¡Anda! ¡No te quedes conmigo!</p> <p>Luis y yo paseábamos por el camino de los “Mil ruiseñores”, junto al río. Estábamos cerca del “Fresno Mágico”, del que según las leyendas que nos contaban nuestras abuelas, las hadas de la comarca hacían sus varitas mágicas. También los druidas celtas hacían sus varitas de fresnos, pero estos magos, nos decían nuestras abuelas, vivían más al norte y nunca habitaron en estos lugares.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Sentémonos debajo del fresno. Te hablaré de tus viajes, nuestros viajes. Verás que tengo razón.</p> <p>Luis estaba expectante. Me miraba entre extrañado y desconfiado. Una vez sentados y acomodados me hizo un gesto pidiéndome que empezara a contarle.</p> <div class='spip_document_3812 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="29" data-legende-lenx="" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/milky-way-derek-rowley-derekscope.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH334/milky-way-derek-rowley-derekscope-94b43.jpg?1710838276' width='500' height='334' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3812 '><strong>Vía Láctea. Nuestra galaxia </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Nuestro viaje alrededor del Sol</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¿Sabes qué día es hoy? ¿Qué acontecimiento celebramos?</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Pues claro, es 23 de septiembre, el día del equinoccio. Hemos entrado en el otoño a las 3.45 y estaremos en él hasta el 21 de diciembre. 89 días y 20 horas hasta llegar al invierno.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Qué informado estás…! De lo que dices, sólo te cambio un verbo; el de “entrar” lo sustituyo por el de “viajar”. No entramos en el otoño, viajamos al otoño. Fíjate, hasta llegar al 21 de diciembre, el solsticio de invierno, recorreremos más de 229 millones de kilómetros… En un solo día, todos los habitantes de la Tierra, subidos en ésta, recorremos 2.544.000 km alrededor del Sol. Es decir, hoy estamos a más de 2 millones y medio de kilómetros de donde estábamos ayer a la misma hora… ¡Es un viaje enorme…! ¡A 107.208 km/h! ¿Viajas o no? Bueno, y después iremos del invierno, a la primavera, al verano… ¡Y otra vez al otoño! Estamos viajando siempre, siempre, siempre. Millones y millones de kilómetros. Pero tú sólo cuentas los viajes en la Tierra, no encima de ella por el universo.</p> <p><strong>¡Tú eres parte del viaje!</strong></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Bueno, visto así… Pero yo no veo nuevos paisajes, no noto ese viaje, no veo cosas…</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Porque estás en ellas, formas parte del viaje y lo ves como cosa natural, pero… ¿no se pondrán a lo largo de los días las hojas de colores de otoño ¿no empezarán a caerse? ¿No se harán los días más cortos? ¿No amanecerá y anochecerá a distintas horas? ¿Notarás más frío y las mañanas gélidas? ¿No verás en los cielos las aves que emigran? ¿No habrá callado el último grillo…? ¿No verás cambiar también las estrellas de nuestras noches…? ¡Ese es el viaje de otoño! Cada día ves cómo la tierra, el paisaje, tu piel te va diciendo que vas por un lugar distinto en nuestro viaje alrededor del Sol. Y después vendrán las nieves, la tierra que casi duerme, muchos árboles desnudos, nuestros amigos los animales que hibernan y nosotros buscando el sol para calentarnos… Será nuestro viaje por el invierno. Y un día, millones de kilómetros después, empezará la explosión de esa savia que empieza de nuevo a circular, de los brotes verdes que asoman, de las flores, de… Y vendrán los frutos, y la luz con toda su fuerza, y el calor… Primavera, verano. ¡Esos son los viajes! ¡Y lo sentirás en tu piel, en todos tus sentidos! ¡En tu cuerpo y en tu alma! ¡Vives en él! ¡Formas parte de él.</p> <div class='spip_document_3813 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="74" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH568/Bijeli-jasen-36c64.jpg?1710838276' width='500' height='568' alt='' /> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3813 '><strong>De los fresnos hacían sus varitas mágicas las hadas y los druidas celtas </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Y vamos todo el mundo…</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Claro!! Y a ti como a mí, que tanto nos preocupa lo social, las desigualdades; ¡es un viaje igualitario, gratuito! ¡Lo hacemos todos los seres vivos al mismo tiempo, todos los lugares, con distintas formas dependiendo de la latitud… ¡Pero todos lo hacemos! ¡Nadie se queda fuera por falta de dinero! ¡Es un derecho que nos dan la Madre Tierra y el Cosmos entero! Ya ves, ellos son más justos que nuestros sistemas económicos…</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Es fabuloso lo que dices. No había caído en ello, me cambia mi percepción, mi forma de ver las cosas… ¡En el rato que llevamos aquí sentados hemos dejado atrás miles de kilómetros de esa órbita solar de la que me hablabas… ¡Son mucha la distancia recorrida en cada palabra que pronunciamos! ¡Y yo que creía que te querías quedar conmigo…!</p> <p><strong>El día y la noche también son parte de nuestro viaje</strong></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Hay más viajes!</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¿Cómo?</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Sí… ¿No te levantas al amanecer…? ¿No duermes ya en la noche cerrada…? ¿No ves las luces, las formas, las distintas tonalidades de colores según la hora del día…? ¿Recuerdas esos colores anaranjados del cielo cuando el Sol se va…? Esos que tanto te gustan… Todos los días del año viajamos hacia el día, todos los días del año viajamos hacia la noche. Hemos acomodado nuestra vida a esas vueltas que da la nave Tierra sobre sí misma. Hacemos las cosas, normalmente, cuando nos acompaña el sol y descansamos cuando el Sol lleva rato en otros horizontes. El bullicio del día contrasta con el silencio de la noche.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Es verdad!</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Es lo que se llama la rotación de la Tierra, damos vueltas continuamente… Eso sí, la velocidad es más reducida que la de las vueltas al Sol. Vamos a unos 1.700 kilómetros por hora.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Ja, ja, ja…! Aquí hay que apretarse menos el cinturón. En esas veinticuatro horas vamos más “calmados”</p> <div class='spip_document_3814 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="54" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH333/3920_thumb_b600-70918.jpg?1710838276' width='500' height='333' alt='' /> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3814 '><strong>A velocidades impresionantes viajamos por los otoños </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Sí!, ¡ja, ja…! Bueno, para ser más exactos, cada día dura 23 horas, 56 minutos y 4 segundos… Por eso hay que hacer ajustes; cada cuatro años se pone un día más… ¿Sabes que fueron los babilonios hace 2.000 años los que idearon esta forma de dividir el tiempo en horas, minutos, segundos?</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> No, yo creí que era un invento moderno… ¡Y eso que no tenían ordenadores! ¿Y qué pasaría si la Tierra no diera vueltas sobre sí misma?</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Pues nada sería igual; en una parte de la Tierra siempre sería de día y en otra de noche. Y la Tierra, al no dar vueltas, sería totalmente redonda y no ovalada como lo es actualmente. Habría más efectos, pero bueno, ya te contaré otro día.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Qué bien viajar tanto…! ¡Y yo que creí que no lo hacía!<br class='autobr' /> El vientecillo que movía las hojas del fresno y los árboles cercanos generaba una música que se unió al cántico del agua del río que bajaba ajeno a nuestras conversaciones. Era un día agradable, y más en aquel paraje. Luis me miró, me regaló una sonrisa de agradecimiento por lo que le había contado, miró las hojas que se movían, las semillas del fresno que caminaban hacia la madurez y me dijo.</p> <p><strong>¡Hay más viajes!</strong></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Sin estos viajes no habría vida, no habría cambios… Es un eterno viaje maravilloso.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Hay más viajes!</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Madre mía! ¡Voy a terminar mareado…</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Te cuento con brevedad.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Nuestro sistema Solar; El Sol, los planetas y los satélites pertenecen a su vez a una galaxia (conjunto de millones de estrellas), que se llama “Vía Láctea”, pues bien, nuestro sistema solar viaja alrededor del centro de la galaxia a la que pertenece. a la velocidad de 792.000 kilómetros por hora (220 km/s). ¿Muy rápido no? Pues es tan grande la Vía Láctea que Nuestra estrella tarda entre 225 y 250 millones de años en dar una vuelta a la Vía Láctea (año galáctico le llaman)</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Leches! No nos va a dar tiempo a hacer el viaje completo…</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Ja, ja…! Tú no sé. Yo, seguro que no… Bueno, bueno. Y aquí no termina… La Vía Láctea se mueve en dirección a la constelación de Hydra con una velocidad de 550 km/s. En el caso del Sol, la velocidad resultante es algo menor, de unos 370 km/s, en dirección a la constelación del León.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Qué lío! ¡No sigas!</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> No, simplemente, quiero picarte la curiosidad y, sobre todo, quiero que te des cuenta de que viajamos continuamente, a unas velocidades endiabladas. Claro, los viajes humanos no son iguales que los cósmicos…</p> <div class='spip_document_3815 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="40" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH333/solsticio-de-invierno-0978d.jpg?1710838277' width='500' height='333' alt='' /> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3815 '><strong>Nuestro próximo viaje será el invierno </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Los accidentes</strong></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Bueno, al menos en estos viajes no tenemos accidentes</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> No te creas, nuestra galaxia todavía siente los efectos de unos impactos sufridos hace 200 y 900 millones de años. Las órbitas de las estrellas de alrededor del Sol siguen mostrando, aún hoy, secuelas de aquel encuentro… Bueno, y ya se sabe cuándo tendrá un próximo “accidente”.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¿Qué dices…?</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Sí. Los científicos han confirmado que nuestra Vía Láctea chocará con nuestra vecina más próxima, la galaxia Andrómeda. Las entre 200.000 y 400.000 de la galaxia en la que vivimos colisionarán con el doble de estrellas que puede tener nuestra vecina…</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Ya decía yo que no es bueno viajar tanto…!</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Ja, ja, ja! Tranquilo… Eso se espera que ocurra dentro de 4000 millones de años. Y ese aconteicmiento cambiará para siempre el aspecto del cielo, de nuestro Sol y su sistema de planetas… ¡Ah! Habrá otra galaxia pequeña, con sólo 40.000 millones de estrellas, Triángulo (o M33) que participará, aunque de forma secundaria, en este “baile cósmico”.</p> <p><strong>Nuestros viajes concluyen</strong></p> <p>Miramos el reloj, maldito tiempo, y volvimos a la vida local, a las distancias pequeñas. Dejamos el fresno mágico, el río de nuestras entrañas y baños y nos encaminamos al pueblo.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¿Sabes que me ha entrado ganas de un vinillo!, le dije a mi amigo Luis</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> ¡Pues vamos! Invito yo a vinillos con tapilla. Tengo que pagarte la lección… Lástima que en el viaje no hayamos llegado ya a la etapa del vino mosto… bueno, alguno de Graná tendremos por ahí.</p> <p>Llegábamos al pueblo y Luis me dijo…</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Lo inmenso que es el universo, lo bien que funciona. Y los seres humanos, tan pequeñitos y la lata que damos… ¿Por qué no aprenderemos de la naturaleza?</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Falta hacía… Sabes lo que decía el biólogo Frederic Vester hace muchos años; “La naturaleza es la única empresa que nunca ha quebrado en 4.000 millones de años”</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Pues bien, podríamos aprender de ella.</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> Pues eso.</p> <p>En este primer día de otoño nos esperaban unos vinillos y otros asuntos, otros temas. Con Luis podía hablar y hablar; también estar en silencio y comunicarlos al mismo tiempo. Sí a ese largo viaje para fortalecer la amistad, siempre estamos dispuestos.</p> <p><strong>Fuentes informativa</strong>s</p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> <a href="http://cienciaes.com/ciencianuestra/2011/01/16/-a-que-velocidad-nos-movemos-por-el-universo/" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">http://cienciaes.com/ciencianuestra/2011/01/16/-a-que-velocidad-nos-movemos-por-el-universo/</a></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> <a href="https://www.lavanguardia.com/ciencia/fisica-espacio/20170306/42572634895/preguntas-big-vang-velocidad-sol-espacio.html" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">https://www.lavanguardia.com/ciencia/fisica-espacio/20170306/42572634895/preguntas-big-vang-velocidad-sol-espacio.html</a></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> <a href="https://astrojem.com/teorias/tierratraslacion.html" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">https://astrojem.com/teorias/tierratraslacion.html</a></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> <a href="http://cienciaes.com/ciencianuestra/2011/01/16/-a-que-velocidad-nos-movemos-por-el-universo/" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">http://cienciaes.com/ciencianuestra/2011/01/16/-a-que-velocidad-nos-movemos-por-el-universo/</a></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> <a href="https://www.abc.es/20120601/ciencia/abci-lactea-choque-andromeda-201206010846.html" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">https://www.abc.es/20120601/ciencia/abci-lactea-choque-andromeda-201206010846.html</a></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> <a href="https://www.lavanguardia.com/ciencia/fisica-espacio/20170306/42572634895/preguntas-big-vang-velocidad-sol-espacio.html" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">https://www.lavanguardia.com/ciencia/fisica-espacio/20170306/42572634895/preguntas-big-vang-velocidad-sol-espacio.html</a></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> <a href="https://www.publico.es/ciencias/mision-gaia-via-lactea-todavia-siente-efectos-impacto-sufrido-millones-anos.html" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">https://www.publico.es/ciencias/mision-gaia-via-lactea-todavia-siente-efectos-impacto-sufrido-millones-anos.html</a></p></div> ¿Por qué huyen los refugiados? Cuando tu hogar es la boca de un tiburón https://www.otragranada.org/spip.php?article875 https://www.otragranada.org/spip.php?article875 2018-06-15T19:56:56Z text/html es Veguita de Graná <p>“Nadie abandona su hogar, a menos que su hogar sea la boca de un tiburón. Solo corres hacia la frontera cuando ves que toda la ciudad también lo hace. Tus vecinos corriendo más deprisa que tú. Con aliento de sangre en sus gargantas.El niño con el que fuiste a la escuela, que te besó hasta el vértigo detrás de la fábrica, sostiene un arma más grande que su cuerpo”. Su autora es Warsan Shire. Mi amigo Rafael Pérez, comboniano que fue misionero en África me lo envió. Yo a la vez lo comparto (...)</p> - <a href="https://www.otragranada.org/spip.php?rubrique12" rel="directory">Poesía</a> <div class='rss_chapo'><p>“Nadie abandona su hogar, a menos que su hogar sea la boca de un tiburón.<br class='autobr' /> Solo corres hacia la frontera cuando ves que toda la ciudad también lo hace.<br class='autobr' /> Tus vecinos corriendo más deprisa que tú. Con aliento de sangre en sus gargantas.El niño con el que fuiste a la escuela, que te besó hasta el vértigo detrás de la fábrica, sostiene un arma más grande que su cuerpo”. Su autora es Warsan Shire. Mi amigo Rafael Pérez, comboniano que fue misionero en África me lo envió. Yo a la vez lo comparto con toda la gente buena; que aunque no se hable de ella, es la mayoría.</p></div> <div class='rss_texte'><p>Paco Cáceres Santiago</p> <p>Poema desgarrador de la poeta somalí, nacida en Kenia, Warsan Shire. Sirva como aldabonazo contra los mensajes racistas que pululan por todos los sitios y países. Vaya por delante que no es mi intención presentar la imagen de África como tragedia. He aprendido que África es esperanza, pero ambas cosas van unidas a veces a veces. Por delante vaya también que hay muchas noticias positivas del continente más cercano a Andalucía (aunque nos digan lo contrario, Europa está más lejos físicamente). Pero la esperanza no es noticia para la prensa; sólo la sangre mueve sus plumas; una guerra, un desastre natural o una barbarie tienen categoría para entrar en las páginas. Hoy publicamos este poema como argumento contra las tesis racistas (contra los pobres diría más bien) y egoístas de algunas personas y países. También como bienvenida a los inmigrantes del buque Aguarius que llegarán al puerto de Valencia… Y a todos los que cruzan el Mediterráneo buscando un mundo mejor.</p> <strong> <h2 class="spip">Hogar. Warsan Shire</h2> <p> </strong></p> <div class='spip_document_3757 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="14" data-legende-lenx="" > <figure class="spip_doc_inner"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH334/Warsan-Shire-e390b.jpg?1710838277' width='500' height='334' alt='' /> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3757 '><strong>Warsan-Shire </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Solo abandonas tu hogar</p> <p>Cuando tu hogar no te permite quedarte.</p> <p>Nadie deja su hogar</p> <p>A menos que su hogar le persiga,</p> <p>Fuego bajo los pies,</p> <p>Sangre hirviendo en el vientre<br class='autobr' /> .<br class='autobr' /> Jamás pensaste en hacer algo así,</p> <p>Hasta que sentiste el hierro ardiente</p> <p>Amenazar tu cuello.</p> <p>Pero incluso entonces cargaste con el himno bajo tu aliento,</p> <p>Rompiste tu pasaporte en los lavabos del aeropuerto,</p> <p>Sollozando mientras cada pedazo de papel te hacía ver</p> <p>Que jamás volverías.</p> <p>Tienes que entender que nadie sube a sus hijos a una patera,</p> <p>A menos que el agua sea más segura que la tierra.</p> <p>Nadie abrasa las palmas de sus manos bajo los trenes, bajo los vagones,</p> <p>Nadie pasa días y noches enteras en el estómago de un camión,</p> <p>Alimentándose de hojas de periódico, a menos que</p> <p>Los kilómetros recorridos signifiquen algo más que un simple viaje.</p> <p>Nadie se arrastra bajo las verjas, nadie quiere recibir los golpes ni dar lástima.</p> <p>Nadie escoge los campos de refugiados</p> <p>O el dolor de que revisten tu cuerpo desnudo.</p> <p>Nadie elige la prisión, pero la prisión es más segura que una ciudad en llamas,</p> <p>Y un carcelero en la noche es preferible</p> <p>A un camión cargado de hombres con el aspecto de tu padre.</p> <p>Nadie podría soportarlo, nadie tendría las agallas,</p> <p>nadie tendría la piel suficientemente dura.</p> <p>Los: “váyanse a casa, negros”, “refugiados”, “sucios inmigrantes”,</p> <p>“buscadores de asilo”, “quieren robarnos lo que es nuestro”,</p> <p>“negros pedigüeños”, “huelen raro”, “salvajes”,</p> <p>“destrozaron su país y ahora quieren destrozar el nuestro”.</p> <p>¿Cómo puedes soportar las palabras, las miradas sucias?</p> <p>Quizás puedas, porque estos golpes son más suaves</p> <p>Que el dolor de un miembro arrancado.</p> <p>Quizás puedas porque estas palabras son más delicadas</p> <p>Que catorce hombres entre tus piernas.</p> <p>Quizás porque los insultos son más fáciles de tragar que el escombro,</p> <p>Que los huesos, que tu cuerpo de niña despedazado.</p> <p>Quiero irme a casa, pero mi casa es la boca de un tiburón.</p> <p>Mi casa es un barril de pólvora,</p> <p>y nadie dejaría su casa a menos que su casa le persiguiera hasta la costa,</p> <p>a menos que tu casa te dijera que aprietes el paso,</p> <p>que dejes atrás tus ropas, que te arrastres por el desierto,</p> <p>que navegues por los océanos,</p> <p>“Naufraga, sálvate, pasa hambre, suplica, olvida el orgullo,</p> <p>tu vida es más importante”.</p> <p>Nadie deja su hogar hasta que su hogar se convierta</p> <p>en una voz sudorosa en tu oído diciendo:</p> <p>‘Vete, corre lejos de mí ahora.</p> <p>No sé en qué me he convertido, pero sé</p> <p>que cualquier lugar es más seguro que éste'.</p> <p>Warsan Shire es una poeta Somalí, nacida en Kenia y de padres Somalíes, escritora y educadora que vive en Londres. Nacida en 1988, Warsan ha realizado y leído su trabajo por toda Inglaterra y a nivel internacional – incluyendo recientemente Sudáfrica, Italia, Alemania, Norte América y Kenia. Sus poemas han sido publicados en Wasafiri, Magma y Poetry Review, y en la antología ‘The Salt Book of Younger Poets' (Salt, 2011). Sus poesías han sido traducidas al italiano, al castellano y al portugués. Warsan, ganó en 2013 el Premio de la Universidad de Brunel de Poesía Africana.</p></div> ¿Sincretismo en la leyenda de San Isidro Labrador, Patrón de los agricultores y campesinos? https://www.otragranada.org/spip.php?article869 https://www.otragranada.org/spip.php?article869 2018-05-07T21:51:34Z text/html es Veguita de Graná <p>Cuando se acerca el día 15 de mayo, en el santoral católico día de San Isidro Labrador, Manuel Cala investiga acerca de la personalidad de este labriego mozárabe, laico, casado, sencillo… ¿Fue San Isidro Labrador un santo atípico? ¿Cómo llegó a ser santo sin pertenecer a la nobleza, la iglesia o la realeza? El autor de este artículo nos pasea por la vida y las peripecias para que el santo llegue a ser tal. Manuel Cala, de familia de agricultores, compara en un pregón que hizo en 2011 la (...)</p> - <a href="https://www.otragranada.org/spip.php?rubrique13" rel="directory">Históricos</a> <div class='rss_chapo'><p>Cuando se acerca el día 15 de mayo, en el santoral católico día de San Isidro Labrador, Manuel Cala investiga acerca de la personalidad de este labriego mozárabe, laico, casado, sencillo… ¿Fue San Isidro Labrador un santo atípico? ¿Cómo llegó a ser santo sin pertenecer a la nobleza, la iglesia o la realeza? El autor de este artículo nos pasea por la vida y las peripecias para que el santo llegue a ser tal. Manuel Cala, de familia de agricultores, compara en un pregón que hizo en 2011 la vida de San Isidro con la de otros muchos labradores y jornaleros que ya murieron; “como nuestro patrón, fueron también humildes, sencillos, solidarios, responsables, pacientes con las inclemencias meteorológicas, respetuosos con su entorno natural y se entregaron con fidelidad y constancia a las faenas diarias del campo”.</p></div> <div class='rss_texte'><div class='spip_document_3715 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="31" data-legende-lenx="" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P5120165.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/P5120165-6150f.jpg?1710713391' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3715 '><strong>Romería San Isidro. Bujalance </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Manuel Cala Rodríguez. Presidente de GRAECO, miembro de Salvemos la Vega y colaborador de otraganada.org</strong></p> <p>Sorprende que Madrid, una de las mayores ciudades españolas, tenga su principal advocación dentro del santoral en un labrador, hasta el punto de considerarlo también el patrón de todos los agricultores y campesinos, contando con una amplia gama de manifestaciones de culto, dentro del ámbito rural. Mientras que la Iglesia prefiere al erudito modelo de virtudes, el pueblo demanda el santo taumaturgo que frecuentemente, como en el caso que nos ocupa, no se intentará tan siquiera que sea canonizado por el papa, siendo suficiente la aprobación del obispo local para el reconocimiento de esta condición. La verdadera vida de los santos empieza después de su muerte, cuando, reconocida su condición, se inicia el culto. El culto a los santos de carácter popular hace revivir a los muertos, infunde vida a la leyenda y proporciona patronos a cada comunidad (FERNÁNDEZ, M. 2001) (I).</p> <p><strong>El primer laico elevado a los altares</strong></p> <p>Posiblemente lo más renombrado sobre San Isidro Labrador es que sea patrón de los agricultores, su religiosidad, su caridad, su sencillez, su humildad, la Casa Vargas y los señores terratenientes con quienes trabajó como jornalero, ... así como las curaciones y los milagros que se le atribuyen. Sin embargo, hay otros aspectos que tal vez sean menos conocidos de este campesino por excelencia, con un gran aprecio por los animales, que antes de labrador fue zahorí,... y, después de su muerte, el primer laico elevado a los altares; ¿un legendario personaje muy del pueblo, de origen popular y destacado en su tiempo, con cierta mezcla de modelos de santidad islámica y cristiana, que de manera unánime las personas más humildes y los “caballeros” invocan como santo, que eligió vivir del trabajo de sus propias manos, como siervo en campos ajenos, casado con una mujer que también llegaría a ser santa con el nombre de María de la Cabeza, con un hijo llamado Illán al que sacó de un pozo,... y que promulga valores como el matrimonio y el trabajo esforzado, alejados de la virtud esperada en los santos cristianos de finales del siglo XI y principios del XII?.</p> <div class='spip_document_3716 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="75" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P5120077b.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH399/P5120077b-91261.jpg?1710713391' width='500' height='399' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3716 '><strong>Otro aspecto de la romería de Bujalance con el patrón de los agricultores </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Aunque hay escasas pruebas documentales fiables que lo confirme, ya que es mucha la imprecisión que envuelve la leyenda de Isidro, parece ser que nació en el siglo XI (en torno al año 1082) en el seno de una familia humilde de colonos mozárabes, en Mayrit (“madre de las aguas”, en aquella época área dominada por el Al-Andaluz de la taifa de Toledo, surgida de la descomposición del Califato de Córdoba), lo que hoy forma parte de la capital de España. Madrid por entonces, en la Reconquista, no dejaba de ser un pueblo agrícola bajo la influencia musulmana. Éste bienhechor de los pobres, sufriendo la tragedia de quedarse huérfano cuando era pequeño en los arrabales de San Andrés (actualmente barrio madrileño de La Latina), se vio obligado a buscarse el sustento con trabajos como el de pocero, hasta que se empleó como labrador (WIKIPEDIA) (II). Entre sus virtudes más notables destaca su humildad e inclinación natural a ayudar a quienes lo necesitaban, inclusive dándoles lo escaso que tenía. El “Códice de San Isidro” (primer documento escrito sobre la vida de San Isidro, del siglo XIII, que al parecer se conserva en la catedral madrileña de La Almudena), recoge que en su edad adulta aparece como un humilde siervo, laico, labrador incansable, casado, padre preocupado y que trabajaba con sus propias manos en campos ajenos. Su excepcional figura laica de orígenes humildes emergió en una época repleta de santos procedentes del clero y la nobleza. Siglos después, su “simbología” proliferó a través de la cultura popular por diferentes localidades del mundo, generalmente, como forma de deseo en la vida sencilla de las personas campesinas y del contacto directo con la naturaleza.</p> <p><strong>Desde el siglo XII le rendían culto</strong></p> <p>Su camino hacia la santidad lo efectuó desde el anonimato y la sencillez de una vida, rubricada por la honestidad en cada uno de sus actos. Aunque todavía no estaba santificado, desde el siglo XII le rendían un culto que significativamente aumentó en siglos posteriores, pues el fervor popular siempre arrastró a este labriego mozárabe. Quizás influido por ello, y a pesar de alguna reticencia inicial que pusieron ciertas clases de caballeros madrileños, a que un humilde labrador fuera nombrado patrón (pues, tal vez, preferían otras alternativas como Santa Ana), las órdenes y clérigos madrileños, autoridades municipales, la mayoría de la aristocracia madrileña y la Corona Real con insistencia de Felipe II (defensor de la Cristiandad e influyente en Roma), plantearon y lideraron su proceso de canonización en el siglo XVI. Posiblemente también influyó que su culto, junto al de San Roque, se había extendido por toda Europa tras las pandemias de peste negra o bubónica del siglo XIV y eran muchísimas las localidades que la invocaban o habían ofrecido votos, teniendo que repartir entre todas ellas sus intercesiones.</p> <p>Tras tortuosos y dilatados procesos burocráticos que se prolongaron durante decenas de años, finalmente, fue beatificado por Pauo V en 1619 y, tres años más tarde, el Papa Gregorio XV lo canonizaría junto a grandes figuras de la iglesia como San Felipe Neri, Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier. No obstante, hubo que esperar a 1724, año en el que Benedicto XIII expidió la Bula de Canonización, reinando en España Felipe IV. Se aprobó también su Patronazgo sobre la Villa y Corte de Madrid y que su festividad se celebrara el 15 de mayo. Como nos advierte Fernández, M. (2010): “Aunque para los madrileños y agricultores próximos, Isidro Labrador fuera reconocido como santo patrón, lo cierto es que, al no estar canonizado, había quedado excluido de todas las recopilaciones y relatos de vidas de santos, no contando con otro testimonio que el viejo y nada difundido códice de finales del siglo XIII, escrito en latín y una traducción del mismo, realizada por Juan Hurtado de Mendoza en 1560”.</p> <div class='spip_document_3717 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="80" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P5120083.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/P5120083-d2426.jpg?1710713391' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3717 '><strong>Una romería muy relacionada con la agricultura como se puede ver en la carreta </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Lope de Vega y San Isidro</strong></p> <p>Gracias a las versiones de Lope de Vega, se acerca y extiende el personaje entre las clases populares, tanto urbanas como rurales. Así, la reseñada Dra. FERNÁNDEZ del Departamento de Antropología de España y América del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, dice que: “... Pero Lope de Vega (1964), convertido en paladín entusiasta de la causa, no es capaz de esperar al reconocimiento papal y en 1617 estrena una deliciosa comedia: San Isidro Labrador de Madrid, que difundirá la vida del santo entre las clases medias madrileñas. Además, escribió otras dos piezas teatrales: La Niñez de San Isidro y La Juventud de San Isidro (Lope de Vega 1964), representadas durante las fiestas celebradas en Madrid con motivo de su canonización; organizó y participó (bajo el seudónimo de Maestro de Burguillos) en la Justa Poética, completando su labor con la Relación de las Fiestas (Lope de Vega 1777)...”.</p> <p>Entre las Cartas Apostólicas de Juan XXIII (el “Papa Bueno” que convocó el Concilio Vaticano II, entre otros, con los objetivos de promover la adaptación de la Iglesia a los nuevos tiempos y el acercamiento a las restantes religiones cristianas) la “Agri.culturam, con la que se proclama a San Isidro patrono de los labradores españoles”, de 16 de diciembre de1960 (III) , amplió el patronazgo del santo madrileño a todos los labradores españoles. Para perpetua memoria, comenzaba el papa manifestando que el cultivo del campo siempre mereció el elogio de “los autores eclesiásticos y profanos”. Menciona, como ejemplo de su aserto, a San Agustín quien reseña que “de todas las ocupaciones es la más sana y la más honesta”, así como a Cicerón, el más egregio de los escritores antiguos: "Esa vida rural que tú llamas agreste es muestra de moderación, diligencia y justicia". Concluye después de la argumentación expuesta que: “...declaramos a San Isidro Labrador celestial patrono, ante Dios, de los agricultores y campesinos de la nación española...”. La Bula Pontificial acaba con la autentificación del texto del Papa Juan XXIII por el Secretario de Estado, el Cardenal Tardini (MATEO DEL PERAL 2014).(IV)</p> <p>Lejos de lo que pudiera imaginarse a simple vista, la historia de San Isidro se sale de lo común en el santoral de España. En un tiempo durante el cual la mayoría de santos respondían al perfil de eclesiásticos y hombres de familia noble, el relato de un hombre laico y casado de origen popular que alcanza la santidad a través de milagros de naturaleza agrícola ha llamado enormemente la atención de los historiadores y los estudiosos de los mitos, hasta el punto de identificar en él elementos más propios de la religión musulmana que del Cristianismo. Por las crónicas que reconstituyen su juventud, se detecta una mezcla de los modelos de santidad islámica y cristiana en San Isidro, quien realiza milagros de carácter conciliatorio entre las dos religiones y promulga valores como el matrimonio y el trabajo esforzado que se suponían alejados de la virtud esperada en los santos cristianos de finales del siglo XI y principios del XII. (CERVERA, C. 2015) (V).</p> <div class='spip_document_3718 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="52" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/maxresdefault.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH281/maxresdefault-9c104.jpg?1710713391' width='500' height='281' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3718 '><strong>Imagen sacada de internet. Romería San Isidro 2012 </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>El santo Labrador, humilde, sencillo, solidario… como otros agricultores y jornaleros que ya murieron</strong></p> <p>¿A qué modelo, o modelos de santidad responde San Isidro?. Según FERNÁNDEZ, M. (1999 (VI)) : “... Isidro era un sencillo labrador; poco o nada tiene que ver con los ejemplos europeos del XI y primera mitad del XII: «distantes, nobles, heroicos, admirables e inimitables», casi exclusivamente personajes eclesiásticos, aristócratas o reyes y reinas” … “En los siglos X y XI, ciertamente se puede apreciar un aumento de los santos laicos, aunque éstos difieren bastante de Isidro por su origen aristocrático o incluso real. Sin embargo desde la segunda mitad del siglo XII, la reforma gregoriana desarrolló un nuevo monasticismo mucho más espiritual que impidió la difusión hagiográfica a los laicos, la santidad implica un abandono de los intereses terrenales: familia, profesión o cualquier tipo de relación social. Sólo los laicos eremitas lograrán una valoración positiva. También se dan casos de santos caballeros o santos soldados que combaten en España o en Tierra Santa. En 1109, los almorávides llegaron a Madrid asentándose en el Campo del Moro, el códice desaprovecha la oportunidad de convertir al patrón en un santo-soldado o guerrero que lucha contra los infieles en su propia ciudad. No se trata de una torpeza ...”. El santo define los ideales de una comunidad y los madrileños del XII, moros, judíos y cristianos habían logrado desarrollar una convivencia pacífica y equilibrada que pretendían perpetuar, más que dedicarse a las luchas y aniquilaciones de unos por otros. Isidro se presenta como un pacifista y conciliador que no toma partido a favor o en contra de ninguna de las tres culturas, independientemente de cual de ellas detente el poder. En este sentido, su no intervención se podría considerar como una actitud política, comparable a la labor de mediación y pacificación entre las tribus bereberes asentadas y las trashumantes ...”</p> <p>Como pregoné en la Romería de 2001 , en mi pueblo natal, Bujalance, quisiera terminar “recordando, y con ello homenajeando, a todas aquellas personas agricultoras y jornaleras que hoy no están con nosotros; pero que, como nuestro patrón, fueron también humildes, sencillos, solidarios, responsables, pacientes con las inclemencias meteorológicas, respetuosos con su entorno natural y se entregaron con fidelidad y constancia a las faenas diarias del campo” (VII).</p> <p>(I) FERNÁNDEZ,M. (2001). “San Isidro, de Labrador Medieval a Patrón Renacentista y Barroco de la Villa y Corte”. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid. Disponible en: <a href="http://rdtp.revistas.csic.es/index.php/rdtp/article/view/222/223" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">http://rdtp.revistas.csic.es/index.php/rdtp/article/view/222/223</a></p> <p>(II) WIKIPEDIA (2018). Disponible en: <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Isidro_Labrador" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">https://es.wikipedia.org/wiki/Isidro_Labrador</a></p> <p>(III) JUAN XXIII. Disponible en: <a href="https://w2.vatican.va/content/john-xxiii/es/apost_letters/1960/documents/hf_j-xxiii_apl_19601216_agri-culturam.html" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">https://w2.vatican.va/content/john-xxiii/es/apost_letters/1960/documents/hf_j-xxiii_apl_19601216_agri-culturam.html</a></p> <p>(IV) MATEO DEL PERAL, L.R. (2014). “Universidad de San Isidro”. Diario el Mundo, 10/5/2014. Disponible en: <a href="http://portal.uned.es/pls/portal/docs/PAGE/UNED_MAIN/PORTADILLA_UNED_AL_DIA/DOCUMENTOS%20NOTICIAS%202014/UNIVERSALIDAD%20DE%20SAN%20ISIDRO%20-%20LUIS%20REGINOMATEO%20DEL%20PERAL.PDF" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">http://portal.uned.es/pls/portal/docs/PAGE/UNED_MAIN/PORTADILLA_UNED_AL_DIA/DOCUMENTOS%20NOTICIAS%202014/UNIVERSALIDAD%20DE%20SAN%20ISIDRO%20-%20LUIS%20REGINOMATEO%20DEL%20PERAL.PDF</a></p> <p>(V) CERVERA, C. (2015). “San Isidro Labrador, el Pocero Mozárabe que se Convirtió en Patrón de la Tierra del Agua”, Diario ABC de Madrid, 15-5-2015. Disponible en: <a href="http://www.abc.es/madrid/20150515/abci-isidro-labrador-pocero-mozarab-201505141901.html" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">http://www.abc.es/madrid/20150515/abci-isidro-labrador-pocero-mozarab-201505141901.html</a></p> <p>(VI) FERNANDEZ, M. (1999). “Isidro, el Varón de Dios, como Modelo de Sincretismo Religioso en la Edad Media”. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares. Dpto. de Antropología de España y América de Consejo Superior de Investigaciones Superiores de Madrid. Disponible en: <a href="http://rdtp.revistas.csic.es/index.php/rdtp/article/viewFile/403/407" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">http://rdtp.revistas.csic.es/index.php/rdtp/article/viewFile/403/407</a></p> <p>(VII) CALA, M. (2002). “Pregón 2001”. Revista Romería 2002, Hermandad de San Isidro Labrador, Bujalance (Córdoba). Disponible en: <a href="https://www.facebook.com/manuel.calarodriguez.5/posts/1311690842264147" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">https://www.facebook.com/manuel.calarodriguez.5/posts/1311690842264147</a></p></div> Gallardo, el mulo lojeño que tuvo derecho a una jubilación digna https://www.otragranada.org/spip.php?article865 https://www.otragranada.org/spip.php?article865 2018-04-12T20:49:29Z text/html es Veguita de Graná <p>Gallardo fue un mulo con una vejez muy distinta a la de otros muchos animales; tuvo un final digno, pastando libremente, con atención, cariño y techo. No corrieron la misma suerte los de su especie; los camiones con mulos hacinados camino de los mataderos era una estampa común en cualquier lugar; el maltrato animal estaba integrado en las costumbres de la época. Estas vivencias que hoy escribo ocurrían en mi Loja natal allá por los primeros años setenta del pasado siglo. Antonio (...)</p> - <a href="https://www.otragranada.org/spip.php?rubrique11" rel="directory">Relatos</a> <div class='rss_chapo'><p>Gallardo fue un mulo con una vejez muy distinta a la de otros muchos animales; tuvo un final digno, pastando libremente, con atención, cariño y techo. No corrieron la misma suerte los de su especie; los camiones con mulos hacinados camino de los mataderos era una estampa común en cualquier lugar; el maltrato animal estaba integrado en las costumbres de la época. Estas vivencias que hoy escribo ocurrían en mi Loja natal allá por los primeros años setenta del pasado siglo. Antonio Valenzuela, el dueño de Gallardo, justificaba ese final así; “este mulo lo dio todo mientras podía, ha trabajado duro para nosotros. Ha sido noble como él solo. Ahora que no tiene fuerzas se merece un descanso. ¿Qué persona sería yo si lo vendiera para el matadero?”</p></div> <div class='rss_texte'><div class='spip_document_3691 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="38" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Aquel_mulo_tuvo_una_jubilacion_digna.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Aquel_mulo_tuvo_una_jubilacion_digna-e5d0c.jpg?1710834989' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3691 '><strong>Aquel mulo tuvo una jubilación digna </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Paco Cáceres Santiago</strong></p> <p>El mulo estaba pastando tranquilamente al lado de la era en la que me encontraba con Fermín Valenzuela. Si mi memoria no me falla sería una tarde de finales de primavera allá por los primeros años de los setenta del pasado siglo. Yo estaría por los 18 años más o menos. El hecho no tendría mayor importancia si no me hubiera llamado la atención un detalle; el mulo se movía con total libertad, suelto, comiendo hierba y, además, emanaba toda la tranquilidad y paz del mundo. Me interesé por él. “Anda suelto porque ya no trabaja, está ya viejo” me dijo mi amigo Fermín. “¿Y no lo vendéis?”. Fue Antonio Valenzuela, el padre de Fermín, que andaba cerca, el que comentó; “Este mulo lo dio todo mientras podía, ha trabajado duro para nosotros. Ha sido noble como él solo. Ahora que no tiene fuerzas se merece un descanso. ¿Qué persona sería yo si lo vendiera para el matadero?” Antonio se alejó. Sus palabras y forma de tratar al mulo me impactaron. Yo miré a Gallardo, así se llamaba el mulo, y entendí el sosiego y la paz que respiraba. Se había ganado una jubilación digna sin faltarle absolutamente de nada.</p> <div class='spip_document_3692 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="80" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Despues_de_todo_lo_que_habia_trabajado_Antonio_no_lo_podia_mandar_al_matadero.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH333/Despues_de_todo_lo_que_habia_trabajado_Antonio_no_lo_podia_mandar_al_matadero-29611.jpg?1710834989' width='500' height='333' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3692 '><strong>Después de todo lo que había trabajado, Antonio no lo podía mandar al matadero </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Durante días no paré de darle vueltas a la cabeza sobre aquel hecho. Contrastaba con la imagen de los mulos hacinados en camiones, entre sus propios excrementos, sin comer, etc., camino de mataderos de distintos lugares. La gente solía decir con sorna; “pa salchichón” “A esos mulos les quedan días”. Los pobres intuían su final. Siempre se les veía tristes. A veces, cuando uno de estos camiones estaba parado, mientras el camionero tomaba café en El Puente, grupos de niños incordiaban a los mulos alterando a algunos de ellos, otros no tenían fuerza ni para molestarse. Yo sufría aquella situación y en alguna ocasión dije algo, pero los otros niños me miraban con aires de superioridad. En aquella época defender a los mulos era poco macho, no era de hombres. Aquella actitud mía la recordé años después, cuando leí “Platero y yo” por primera vez. Juan Ramón Jiménez pasó con su borriquillo junto a un muladar, donde un grupo de niños, entre gritos de entusiasmo, tiraba piedras a un mulo que agonizaba. “¡Dejadlo morir en paz!”, les dijo Juan Ramón, pero la súplica no tuvo éxito, “mis palabras fueron como una brisa en medio de un vendaval”. El escritor onubense no podía parar aquel festín. Por eso, la decisión de Antonio contrastaba con la realidad del trato que se les daba a los animales en aquella época. “El mulo nos lo dio todo…” Ese reconocimiento de Antonio era impropio del sentir general. Desde aquel entonces veía al padre de Fermín, hombre serio, como la gran persona que era.</p> <div class='spip_document_3693 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="97" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Era_la_Loja_de_principios_de_los_setenta_del_pasado_siglo-_foto_tomada_de_www-todocoleccion.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH333/Era_la_Loja_de_principios_de_los_setenta_del_pasado_siglo-_foto_tomada_de_www-todocoleccion-c52ca.jpg?1710834989' width='500' height='333' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3693 '><strong>Era la Loja de principios de los setenta del pasado siglo. foto tomada de <a href="http://www.todocoleccion.net" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">www.todocoleccion.net</a> </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Yo tenía una estrecha relación con algunos miembros de la familia de los Valenzuela. Fermín, que murió hace unos años, fue un gran amigo mío en la adolescencia; con él sostenía horas y horas de charla. En aquella época era la persona con la que mejor me entendía. Los dos teníamos complicidades y la misma visión, ya antifranquista, de la realidad. Después seguimos diferentes caminos; él se marchó a Madrid para prepararse unas oposiciones y, más tarde, yo empecé mis estudios de magisterio en Granada. Recuerdo con cariño la nobleza de Fermín. Posteriormente conocí a Indalecio, su hermano, mayor que él, campesino sabio con el que tuve una buena relación y del que aprendí muchas cosas de naturaleza y de cuestiones filosóficas. Ana era la hermana de ambos, una luchadora en el mundo textil lojeño y promotora junto a Paqui Fuentes, fallecida ya, del movimiento cooperativo lojeño. Con ellas dos y con varios amigos formamos en la agonía del franquismo un grupo anticapitalista y asambleario en Loja que luchaba por la justicia, la democracia y la igualdad. Con Ana sigo estando en contacto y le tengo un gran aprecio por su incansable lucha. Cuando la veo siento que un pedazo de historia me recorre. Ella es la que me aportó algunos detalles sobre “Gallardo” que yo no recordaba.</p> <div class='spip_document_3694 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="73" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Era_como_una_brisa_en_medio_de_un_vendaval.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH372/Era_como_una_brisa_en_medio_de_un_vendaval-7e682.jpg?1710834989' width='500' height='372' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3694 '><strong>Me recordó a Platero y yo; "era como una brisa en medio de un vendaval" </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>“Mi padre, me decía Ana, tenía una buena relación con todos los animales. Hablaba con ellos, como si se entendieran. Incluso a veces discutía con algunos”. Para alguien ajeno a este mundo puede sorprenderle, sin embargo, las personas que conocí que tenían ganado, solían hablar con los animales y tener mejores relaciones con unos que con otros. Es normal, también nos pasa en las relaciones personales. Recuerdo a un gran amigo del barrio, José Antonio, “Curro”, vaquero en su juventud y una gran persona. Era un líder que siempre tenía alrededor mucha gente. Su vaquería era un sitio de encuentro. Curro solía tener trifulcas con una de sus vacas; “Manuela”. “Es que es muy cabezona”, solía decir el Curro… ¡Ay! ¡Recuerdo! ¡Mi buena gente del barrio!, con ella viví una etapa posterior repleta de vivencias, sentimientos y también alguna que otra lucha. Tengo que escribir sobre ello. Son recuerdos que, al tiempo que te relajan y te envuelven, te ayudan a descubrir mejor quién eres.</p> <div class='spip_document_3695 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="40" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Cuantas_vivencias_albergo_de_mi_Loja_.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Cuantas_vivencias_albergo_de_mi_Loja_-c2bda.jpg?1710834989' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3695 '><strong>¡Cuántas vivencias albergo de mi Loja! </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Volvemos a Gallardo, el mulo lojeño que gozó de una jubilación digna y que le proporcionó paz y tranquilidad en sus últimos días. Nada le faltó; ni paja ni hierbas y tuvo atención, cariño y techo… ¿Qué más se podía pedir en aquel entonces?</p> <p>En el último encuentro que tuve con Ana le pregunté; “¿cómo terminó Gallardo?”; Ana sació mi curiosidad. “Cuando murió lo enterramos en un balate cercano…” “lo enterramos”, acto familiar colectivo. Me imagino este adiós como el encuentro final de una noble relación; la de Gallardo, noble mulo que lo dio todo mientras tuvo fuerzas, con Antonio, que reconoció esa entrega de la mejor forma posible; dándole un final feliz.</p> <p>Gallardo, el mulo lojeño que tuvo derecho a una jubilación digna. Un gran ejemplo. Para los tiempos que corrían todo un acto de valentía y generosidad.</p></div> Cataluña, banderas que nos separaron https://www.otragranada.org/spip.php?article864 https://www.otragranada.org/spip.php?article864 2018-04-09T17:45:12Z text/html es Veguita de Graná <p>Las distintas visiones que tienen sobre Cataluña separa totalmente a dos hermanos de procedencia andaluza. Un hecho hace que dos años, seis meses y veintisiete días después se reencuentren y rememoren toda clase de vivencias, sentimientos y profundo amor. Este relato, dice el autor, Paco Cáceres Santiago, nace, por encima de las lecturas políticas, de la tristeza, rabia e impotencia que le genera la situación en Cataluña. Vivida en carne propia a través de familiares que emigraron. Ojalá (...)</p> - <a href="https://www.otragranada.org/spip.php?rubrique11" rel="directory">Relatos</a> <div class='rss_chapo'><p>Las distintas visiones que tienen sobre Cataluña separa totalmente a dos hermanos de procedencia andaluza. Un hecho hace que dos años, seis meses y veintisiete días después se reencuentren y rememoren toda clase de vivencias, sentimientos y profundo amor. Este relato, dice el autor, Paco Cáceres Santiago, nace, por encima de las lecturas políticas, de la tristeza, rabia e impotencia que le genera la situación en Cataluña. Vivida en carne propia a través de familiares que emigraron. Ojalá contribuya entre los que lo lean, dice el autor, a reflexionar sobre los “a por ellos” y el “España nos roba…” “El relato es como una brisa en medio de un huracán, pero bueno mientras lo escribía sentí una profunda paz y el sentimiento de que por encima de las banderas estamos los seres humanos”.</p></div> <div class='rss_texte'><p>Mi patria, el mundo,</p> <p> La humanidad, mis paisanos</p> <p> (de una forma u otra, dicho desde El cantaor El Cabrero al Papa Francisco) Yo añado además</p> <p> Cuando se descubran nuevos mundos,</p> <p> Nuevas personas,</p> <p> Ampliaré mis fronteras,</p> <p> Incrementaré el número de paisanos,</p> <p> De hermanos</p> <p><strong>Dedicado a José Santiago Leiva, primo y amigo del alma, y a Montserrat Ribas Miralles, buena amiga. Los dos viven en Cataluña</strong></p> <p><strong>Paco Cáceres Santiago</strong></p> <p>Habíamos acabado los postres. Mi familia charlaba animadamente. Recordaba que junto a la sala en la que comíamos, el restaurante tenía otra contigua con grandes ventanales que daban al profundo valle. Me levanté y me dirigí a ella. No había nadie comiendo, por lo que podría contemplar el paisaje otoñal con cierta intimidad.</p> <p>Siempre me gustó la luz de la mitad de octubre y primeras semanas de noviembre. Esa luz dorada, suave, que te acaricia. Miré el paisaje y agradecí que hubiera llovido días antes; una atmósfera limpia dejaba ver con toda su nitidez los múltiples colores y formas que se entremezclaban en ese valle mágico. Las sombras del lado norte convivían con los rayos de sol que inundaban el oeste. Sombras y luces formaban un bello equilibrio. Mi espíritu sentía sosiego y paz. Podría estar allí horas y horas. Como cuando mi hermano me llevaba a la cumbre de un pinar que había cerca de nuestra casa y empezaba a contarme historias, si veía un pájaro, aquel era sabio o escondía un secreto, si destacaba un árbol por su altura, era la madre de todos los árboles que ya vivía allí en tiempos inmemoriales, si un árbol tenía sus troncos retorcidos se debía a una lucha titánica contra los vientos para no ser derribado, si el cielo era inmensamente azul, era que estrenaba ropaje… Sus palabras, siempre maravillosas, tuvieron la culpa de que yo fuera un enamorado de la naturaleza y de las alturas, porque solía llevarme a los puntos más altos.</p> <div class='spip_document_3685 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="52" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/1-85.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/1-85-405d2.jpg?1710834989' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3685 '><strong>Aquel valle siempre nos atrajo a mi hermano y a mí </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Hacía dos años, seis meses y veintisiete días que no nos veíamos</strong></p> <p>Un pequeño ruido me sacó de mi ensimismamiento. Instintivamente miré hacía el lugar de donde procedía. Mi hermano, no lo había visto cuando entré, estaba en otro ventanal más alejado haciendo el mismo ejercicio que yo; mirar, sentir e imaginar. Me acerqué, pero él no me vio. Su rostro reflejaba sosiego y felicidad. Me coloqué a su lado y extendí el brazo posando mi mano derecha sobre su hombro. “¿Qué? ¿Hay algún pájaro o árbol mágico en el valle…?” Él volvió su mirada y con su brazo izquierdo rodeó mi cintura agarrándose a ella. Nuestros ojos se acariciaron y me dijo; “en este valle todo es mágico. Y este momento también lo es; incluso más mágico que el valle”. Nos fundimos en un sincero y necesitado abrazo.</p> <p>Hacía dos años, seis meses y veintisiete días que no nos veíamos, que no nos llamábamos, que el uno ignoraba la existencia del otro, y el otro la del uno.</p> <p>Aquel abrazo era uno de los paisajes humanos que más calor me estaba proporcionando. Y sin separarnos recorrimos nuestra vida desde la niñez. No dijimos ni una palabra, ni un sonido emitimos; nuestros cuerpos y ojos lo decían todo. El silencio creó el más humano de los lenguajes.</p> <div class='spip_document_3686 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="34" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/juegos5.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH347/juegos5-adbab.jpg?1710834989' width='500' height='347' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3686 '><strong>En el abrazo volvimos a la niñez </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>¡Qué tiempos! ¡Tan poco, te daba tanto…! Y hoy, ¡tener tanto te da tan poco…!</strong></p> <p>Las escenas se superponían. Caminaba por mañanas frías con charcos helados de inviernos gélidos. Mi mano se agarraba fuertemente a la de mi hermano camino de la escuela… Esa imagen de su mano y la mía entrelazadas, el calor rodeado de frío… El sentimiento de seguridad que me daban sus cinco dedos era total. Mi hermano era una prolongación de mi yo, el que me protegía, el que me quería, el que me trataba con una enorme dulzura. Eran mañanas frías llenas de calor humano.</p> <p>Como calor nos daban las planchas que mi madre calentaba al fuego para envolverlas en trapos y ponerlas al fondo de la cama, entre las sábanas, para calentarnos los pies. Eran esas noches frías que se metían entre las paredes de cartón de las casas de familias pobres. Ese calor en los pies, esa dulzura en que envolvía mi madre su mirada y las palabras que nos susurraba deseándonos buenas noches, eran más poderosas que todos los fríos invernales. Y allí, entre aquellas escenas, siempre estaba presente mi hermano, al otro lado de la cama, porque entre humildes, tener una cama, aunque fuera para dos, ya era de agradecer. Todavía podía sentir, sesenta años después, ese calor de madre y de hermano, compitiendo con el frío. ¡Qué tiempos! ¡Tan poco, te daba tanto…! Y hoy, ¡tener tanto te da tan poco…!</p> <p><strong>Intentabas orientarte, veías a tu hermano y no necesitabas más respuestas</strong></p> <p>Con el valle tras los ventanales, nuestro abrazo seguía rememorando vivencias. Uno de los momentos que mejor recuerdo era cuando mi madre hacía buñuelos; la harina esparcida por el hule sobre la mesa, el rodillo extendiendo la masa para formar el buñuelo… Y el momento deseado; cuando salían los primeros y casi sin dejarlos enfriar mi hermano y yo los devorábamos.</p> <div class='spip_document_3687 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="77" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Los-20-juegos-mas-divertidos-del-recreo-de-ninos-de-los-80-1.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH466/Los-20-juegos-mas-divertidos-del-recreo-de-ninos-de-los-80-1-4e7c2.jpg?1710834989' width='500' height='466' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3687 '><strong>En los juegos perdías el norte, pero cuando veía a mi hermano, me orientaba </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Y los juegos, siempre presente él. Cuando de niño jugabas perdías el norte no sabías dónde estabas, que hora era ni cómo te llamabas. De pronto despertabas e intentabas orientarte, veías a tu hermano y no necesitabas más respuestas. ¡Todo resuelto! ¡A seguir jugando!</p> <p>Mi padre también aparecía, cuando nos cogía a ambos de la mano y nos llevaba al campo. Había una fuente en la que bebíamos agua… ¿Cómo se llamaba? Había agricultores que nos daban fruta que comíamos mientras charlaban con mi padre… Esos cielos azules, esos campos verdes, esos caminos que se entrelazaban, las acequias… Y cogidos de la mano de mi padre… Me gustaría escribir alguna vez sobre los sentimientos que genera entrelazar manos.</p> <p><strong>La maleta de cartón… ¡Se van a Barcelona!</strong></p> <p>Una noche apareció en el salón, por llamarle de alguna forma a aquella pequeña habitación, una maleta de cartón. Había visto tiempo atrás una similar en la puerta de la casa de los vecinos cuando éstos se despedían de mi madre entre lágrimas. Se marchaban con la maleta en la mano. “¡Se van a Barcelona!”, dijo mi madre. La maleta de aquella noche tenía el mismo fin, guardar las pocas cosas que teníamos y coger a la mañana siguiente el tren con destino a Barcelona. “Ojalá tengamos suerte!”, dijo mi padre, que iba ya con un trabajo asegurado buscado por mi tío, avanzadilla de la emigración familiar.</p> <p>MI hermano lloraba amargamente. Decía que no se quería ir. Él, mayor que yo, comprendía lo que significaba aquello. Mi madre lo consolaba mientras lo acariciaba. “Pronto volveremos otra Vez. ¡Pronto!”. Eran palabras de consuelo. Ahora cuando revivo la escena me doy cuenta de algo en lo que no había pensado; mi hermano tenía raíces en el pueblo, se sentía del lugar. Yo, sin embargo, me entristecía el llanto de mi hermano, pero en el fondo iba alegre; llevaba todo lo que necesitaba, mis padres y mi hermano. Donde fuera con ellos estaría bien.</p> <p><strong>Iríamos unos días al pueblo donde nacimos, mi hermano enloqueció de alegría</strong></p> <p>Tantos años después descubro cosas nuevas, escenas, sentimientos escondidos. En los primeros años mi hermano se quedaba con frecuencia absorto, con la mirada ida y triste. Ahora estoy seguro que, me lo decía el abrazo en el que estábamos fundidos, eran momentos en los que el territorio de nuestra niñez afloraba con intensidad en mi hermano. Raíces, profundas raíces que todavía tenían y daban vida.</p> <div class='spip_document_3688 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="93" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/village21424.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH283/village21424-7920e.jpg?1710834989' width='500' height='283' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3688 '><strong>Cuando mis padres dijeron que iríamos de visita al pueblo, mi hermano enloqueció de alegría </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>La primera vez que mis padres, muchos años después, nos dijeron que iríamos unos días al pueblo donde nacimos, mi hermano enloqueció de alegría. Hasta que llegó ese día no paró de sonreír y hablar del viaje.</p> <p>Allí entre ese paisaje otoñal del valle y el paisaje de nuestra vida, con el abrazo activo, comprendí, ¡torpe de mí que no me había dado cuenta!, la enorme vinculación de mi hermano con sus raíces. A pesar de haber emigrado en su niñez, sus vivencias de niño permanecían intactas y alimentadas con toda clase de lecturas, fotos, cartas y, más recientemente, con todas las imágenes y vídeos que podía coger de internet. En cierta forma seguía viviendo donde nacimos.</p> <p><strong>Dos formas de ver y estar en el mundo, dos formas de sentir la identidad…</strong></p> <p>Dos años, seis meses y veintisiete días después vi que aquellos sentimientos profundos que nos unían eran infinitamente más fuertes que las banderas que nos separaban. Mi hermano era una parte de mí que no podía expulsar como lo hice, lo hicimos. Él se sentía catalán, pero español, de Andalucía, de Granada; no podía renunciar nunca a su raíz, extirparla, porque era la que le alimentaba como persona, parte inseparable de su identidad. Yo, que no tuve aquellos sentimientos infantiles con el lugar, sí con él o con mis padres, me sentía catalán, sólo catalán. Yo construí mis vivencias en esta tierra, con mis amistades, con las luchas, con los múltiples lugares que recorrí… Pero, torpe de nosotros, esas ricas vivencias las empobrecimos con nuestras actitudes. Lo que sentíamos lo convertimos en una especie de delito por ambas partes… Dos formas de ver y estar en el mundo, dos formas de sentir la identidad… Bueno. ¿Y qué? ¿Qué más da? ¿No era más fuerte esa identidad conjunta que vivimos los dos que las diferencias que pudiéramos tener en esa cuestión…? ¿Y cómo podía, podíamos, haber estado tan ciegos como para olvidar todo esto que el abrazo nos estaba devolviendo? Fue un acto de memoria. ¡Malditas banderas! ¡Malditos trapos de colores si sólo sirven para romper! ¡Todas…! ¡Malditas barreras que dividen y enfrentan a los seres humanos…!</p> <div class='spip_document_3689 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="39" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/8521250.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH376/8521250-a5d17.jpg?1710834989' width='500' height='376' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3689 '><strong>En aquellas calles... ¡Jugamos tanto! </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Aflojamos el abrazo porque a través de él nos dijimos todo lo que teníamos que decirnos. Pero permanecimos con mi mano derecha posada sobre su hombro y su mano izquierda agarrada a mi cintura. Miramos de nuevo el paisaje que había delante de nosotros y él, para salir de forma suave de aquel trance, me señaló allá al fondo y me dijo; “¿Ves aquella rama alta del árbol más alto de la ladera izquierda…? Está extendida porque saluda a los árboles de alrededor… ¡Es la rama más risueña y empática del bosque!”. Yo reí y mi mano apretó su hombro. En ese momento, mi hermano me miró al tiempo que lo miraba yo. Me miró como cuando me llevaba de la mano al colegio, con una enorme dulzura. Y yo lo miré tal como lo miraba entonces, con una enorme devoción y sentimiento de seguridad. Eran dos sonrisas intensas vinculadas, pero por dentro, a mí me caían enormes lagrimones que se deslizaban por todo mi interior. Él, sin embargo, no pudo evitar que dos grandes lágrimas se deslizaran por su mejilla. No pudo retenerlas.</p> <p><strong>Los sentimientos que nos unían los convertimos en nuestra bandera principal</strong></p> <p>Nos aceptamos, cada uno podía sentirse del sitio que le dictara su corazón, su mente, sus vivencias, sus ideas, pero por encima de eso teníamos unas vivencias compartidas que nos habían unido como personas, como hermanos, como seres humanos. Un sentimiento que se había roto, pero que habíamos restablecido. Él seguiría haciendo una lectura de la realidad catalana, yo otra. Somos como somos según lo que hemos vivido, nuestra relación con la vida, con las personas y los lugares. Pero eso sí, los sentimientos que nos unían los convertimos en nuestra bandera principal.</p> <div class='spip_document_3690 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="106" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/2-79.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH282/2-79-8642f.jpg?1710834989' width='500' height='282' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3690 '><strong>Allí nos quedamos mirando el paisaje. A mi hermano siempre le gustaron las alturas, las vistas de pájaro </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Allí seguimos viendo el paisaje no sé cuánto tiempo. Agradecí la prudencia de nuestra familia, que en ningún momento se habían acercado a nosotros. Comprendían que aquel tiempo era nuestro, que la reconciliación teníamos que componerla nosotros, que aquella historia debería tener dos personajes, él y yo.</p> <p>¡Maldita sea…! Tuvo que ser el diagnóstico de enfermedad terminal anunciada a mi hermano el que nos hiciera entrar en razones. ¡Malditas sean las banderas que rompen los vínculos más sentidos y hermosos! ¡Banderas! ¡Todas las banderas concebidas como muros!</p></div> Quise hacerte un regalo https://www.otragranada.org/spip.php?article832 https://www.otragranada.org/spip.php?article832 2016-12-21T18:54:00Z text/html es Veguita de Graná <p>No sé si te gustará este regalo. Te aseguro que no lo tomé de ningún estante de los muchos que hay en las grandes superficies. De adentro, del corazón me salió. De adentro y de los enormes deseos que trato de hacer realidad con otras muchas personas, entre ellas tú; un mundo humano y en perfecta armonía con la naturaleza. En estas fechas de sonrisas televisivas huecas, busqué un regalo pensado para ti… No sé si acerté. <br class='autobr' /> Nos desviaron del camino haciéndonos yonkis del consumo. Enfrentaron (...)</p> - <a href="https://www.otragranada.org/spip.php?rubrique11" rel="directory">Relatos</a> <div class='rss_chapo'><p>No sé si te gustará este regalo. Te aseguro que no lo tomé de ningún estante de los muchos que hay en las grandes superficies. De adentro, del corazón me salió. De adentro y de los enormes deseos que trato de hacer realidad con otras muchas personas, entre ellas tú; un mundo humano y en perfecta armonía con la naturaleza. En estas fechas de sonrisas televisivas huecas, busqué un regalo pensado para ti… No sé si acerté.</p></div> <div class='rss_texte'><p><i>Nos desviaron del camino haciéndonos yonkis del consumo. Enfrentaron nuestros deseos de“ser” y “tener” (¡cuanto nos enseñó Fromn!), pero venció el capitalismo con sus potentes armas. hHoy “todos nuestros deseos de felicidad acaban en una tienda” (Bauman). Miles de estantes repletos de cosas, de distintos colores, tamaños, presencia y precios le dan sentido a nuestra vida. El mundo es una gran tienda. ¿Puede ser de otra manera?. “Hay que humanizar la humanidad”, decía Casaldáliga. También afirmaba. "Hay que mundializar la esperanza". Es parte del camino hacia la otra manera.</i></p> <p><i>En estas fechas de regalos, yo te quiero hacer uno, lo escribí hace mucho tiempo, pero tiene más actualidad que cuando lo parí. Lo envié a amigos de hace muchos años, pero como a lo largo del tiempo he labrado nuevas amistades, me animo a publicarlo de nuevo. Para unos y para otros... Termino. A todos. Buenos días estos que entrelazarann un año con otro, un ciclo de la naturaleza con otro, de creencias y familiaridad para parte de la sociedad. Y buenos días todos los del año. Abrazos.</i></p> <div class='spip_document_3474 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="15" data-legende-lenx="" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P1340053.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/P1340053-4b98a.jpg?1710834989' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3474 '><strong>Por el camino </strong></div> </figcaption></figure> </div><h2 class="spip"> <strong>QUISE HACERTE UN REGALO</strong> </h2> <p><strong>Paco Cáceres</strong> veguitadegrana@gmail.com</p> <p><strong>Las fotos son regalitos</strong></p> <p>Cuando ya olía a fiesta me acordé de ti y quise hacerte un regalo; un rico regalo que se saliera del secuestro consumista propio de estas fiestas. Le di vueltas y vueltas a la cabeza; quería encontrar el regalo ideal.</p> <p>Me acordé de algunos sabios que sostenían que el agua es la mayor riqueza; sin ella acaba irremediablemente la vida. Pensé que sería bonito regalar ese milagro que nos mantiene. Tracé mi plan; subiría a Sierra Nevada y llenaría botellas de agua pura de las alturas. Estaba contento con mi idea. Hacía buen tiempo, subiría al otro día. Gozoso con mi descubrimiento, busqué botellas vacías y dormí plácidamente. Me despertó una mañana espléndida, me puse ropa de abrigo y mis botas de montaña y... de pronto se me heló la sonrisa. No llegué a salir. .. ¿Qué pensarías si asomara con una botella llena de agua como regalo? ¡Con las de Lanjarón y Solán de Cabras que hay en Carrefour!</p> <div class='spip_document_3475 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="17" data-legende-lenx="" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P1250246.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/P1250246-79983.jpg?1710834989' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3475 '><strong>El agua es vida </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Seguí pensando y pensando... ¡El aire! ¡El aire es la mayor de las riquezas! Cada segundo debemos respirarlo. ¡Y ese no lo venden en los supermercados! Y tuve la idea; subir a la montaña más arbolada y más alejada de la civilización y coger aire puro para regalártelo. ¡Cómo lo agradecerían tus pulmones, tu corazón, tu sangre, tus células! Sabía que ese gesto te demostraría la estima que te tengo... Esta vez no llegué a buscar la montaña ideal en el mapa, ni a ponerme ropa de abrigo, ni... Deseché la idea antes ¿Cómo me mirarías si te diera un bote lleno de aire, por muy puro que fuera éste?</p> <div class='spip_document_3476 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="17" data-legende-lenx="" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/falsa_acacia_en_flor.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/falsa_acacia_en_flor-73050.jpg?1710834989' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3476 '><strong>Me ensimismaste </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Estaba hecho un lío. ¿Me podría dar Oriente la respuesta? Lo que más me impresionó fue conocer el efecto terapéutico de la tranquilidad y la sonrisa. Y me ejercité para regalarte la mejor de las sonrisas. Me presentaría ante ti y te esbozaría una sonrisa llena de tranquilidad y paz interior. Sería como una luz que te alumbrara. Sería como... Me imaginé frente a ti y me vine abajo; mi sonrisa, tus ojos como platos y tu pregunta inquietante ¿Qué coño le pasa a éste...? Y eso contando con que estuvieras solo. ¡Menuda se armaría si estuvieras en compañía! Miradas cruzadas, risas contenidas, puntas de dedos índices en horizontal sobre sienes... No, no podría ser.</p> <div class='spip_document_3477 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="22" data-legende-lenx="" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P1380319.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/P1380319-d6e40.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3477 '><strong>¿Estrenas ropaje...? </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Cuando ya estaba desesperanzado me vino la luz; regalarte un pedazo de algo que me hubiera dado felicidad. Eso era. Me sentí bien. Lo planeé. Dormirías en mi casa. Al anochecer iríamos a mi patio en silencio y te mostraría mi almendro cargado de gorriones como supliendo a las hojas que el otoño tardío se llevó. Por la mañana saldríamos y escucharías al mirlo de las primeras luces; solo, con su canto adornando el alba. Un café calentito en mi bar predilecto. Allí cerca de la máquina que lo hace y que templa el ambiente alrededor. Y ya, pasando por Gabia Chica, Alhendín. Otura y Dílar, casi dormidos aún, llegaríamos a la falda de la Sierra. Y a caminar por las sendas del río Dílar; veríamos algunos manantiales, al romero que florece, a la encina dormida y al espino albar que aún desnudo conserva sus frutos rojos. Y la blanca nieve que siempre mira desde lo alto. Nos perderíamos por algunos rincones bellísimos del río. También interiorizaríamos un rato el silencio acariciado por el rumor del agua y algún que otro pajarillo. Y el sol, admiraríamos la luz que alumbra el paisaje para que disfrutemos de los mil colores y del tenue calorcillo que nos regala en los días fríos de invierno.</p> <div class='spip_document_3478 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="32" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P1350630.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/P1350630-7c4d4.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3478 '><strong>Sencillez que espera al viento </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Después bajaríamos a la vega, dejando ya el Trevenque y los Alayos con las últimas luces antes de que el Veleta se las adueñara por completo. Y por esos caminos de vega aún sin asfalto podríamos oler a tierra mojada si cayera el agua de aquella nube, o veríamos los caquis que todavía se conservan en los árboles o las alamedas desnudas, siempre erguidas buscando las estrellas, adornadas en su suelo con las alfombras de hojas ya bastante deterioradas. Y los nogales, los majestuosos nogales o los pocos fresnos que hay junto al Genil ya cerca del Puente de los Vados... Y atardeciendo te señalaría al cielo para que vieras surcar las bandadas de pájaros camino de no sé dónde... Y ya en la noche veríamos la luna entre la alameda, o a falta de ésta, veríamos las estrellas entre sus ramas desnudas. Un vinillo en Chavarino, al calor de un cante flamenco sería mi final. Soñaba con ese regalo y pensaba que sería darte algo mío, algo que me hace sentir vivo entre tanta podredumbre... ¡Madre mía! Otra vez me arrepentí. Temía escuchar de tu boca; “Menuda paliza me has dado”. No lo hubieras interiorizado como un buen regalo.</p> <div class='spip_document_3479 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="21" data-legende-lenx="" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P1380806.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/P1380806-072b2.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3479 '><strong>Me animáis el otoño </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Y seguí, seguí tratando de descubrir cual sería el mejor de mis regalos. Y pensé en algo más tranquilo, más sosegado. Y apareció en mi imaginación el mejor de mis vinillos al lado de la chimenea, con Carlos Cano, Camarón, Paco de Lucía, Mercedes Sosa, flautas andinas... Multicultura. Cogería la botella y los vasillos, pondría la cinta y pararía el tiempo. Y el vinillo y los quejíos o el duende de la guitarra caminando por nuestras entrañas junto a los sentimientos, hurgando en nuestro ser... Y saldrían los momentos; la caricia de tu madre y de la mía, la de tu persona amada, la mirada cargada de años de tu abuelo, la mejor sonrisa que nunca se haya puesto ante ti, la ternura del niño más tierno, la anécdota más simpática, el corazón solidario que más te haya ablandado, la luz que más te haya alumbrado en el camino, el libro que más te ha marcado. La imagen mágica de la humanidad brotaría... Y se iría la botella y vendría otra y asomarían Mairena y Tía Anica la Piriñaca, y esos otros que tanto nos llenaron. Y vaciaríamos nuestra alma que calentaría ya más que el fuego de la chimenea. Y saldrían fuera nuestros demonios y nuestros miedos y nuestras ilusiones y nuestras esperanzas, y pensaríamos en ese mundo que llevábamos dentro y que fuimos incapaces de construir fuera... Pero, ahora que caigo ¿Te gustaba el flamenco? ¿Eras abstemio? ¿Te gustaba el mostillo de Polopos? ¿Eras dado a mostrar sentimientos o más bien considerabas eso una debilidad...? Me hice un lío. ¿Te parecería un sentimental trasnochado? ¿Un borracho...?</p> <div class='spip_document_3480 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="27" data-legende-lenx="" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P1380277.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/P1380277-00125.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3480 '><strong>¿Sabéis que me enamoráis? </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Ahora sí que estaba atrancado. No sabía qué regalarte. Sin saber cómo, me encaminé al Corte Inglés, a tiendas de regalo y a mercadillos. Ojeé libros, música y otras mercancías... Y tuve la idea. Compraría… pero cuando ya tenía en mis manos el objeto, no pude. ¿Cómo podía depender mi regalo del dinero? ¿Cómo podía regalarte el alma o los sentimientos de otro? ¿Cómo podría un hipermercado ser el intermediario entre lo que yo quería para ti y lo que tú desearas...?</p> <div class='spip_document_3481 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="47" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/P1350646.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/P1350646-c9d34.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-3481 '><strong>¿Cómo puede salir de la tierra tanta beleeza? </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Volví a mi casa triste. Y aquí me tienes, sin regalo y sin ideas acerca de él. Eso sí, quiero que sepas que tuve intención de hacerte un regalo en estas fiestas que asoman.</p></div> El almecino nos cuenta su historia y algunos lugares donde puedes encontrarlo https://www.otragranada.org/spip.php?article732 https://www.otragranada.org/spip.php?article732 2014-10-23T22:48:46Z text/html es Veguita de Graná <p>Ya están las almecinas negras, de comer. Bueno está recordar la historia del almez, pero bueno, dejemos que sea él el que nos la explique de forma sencilla y amena. Seguro que a los vejetes les viene a la memoria un montón de recuerdos llenos de sabor dulzón y guerras de canutos. <br class='autobr' /> Paco Cáceres veguitadegrana@gmail.com <br class='autobr' /> Muchas almecinas están de comer; su color negro las delata. El almez, el que nos da estos frutos, es uno de los árboles que más vivencias nos ha proporcionado a la gente (...)</p> - <a href="https://www.otragranada.org/spip.php?rubrique11" rel="directory">Relatos</a> <div class='rss_chapo'><p>Ya están las almecinas negras, de comer. Bueno está recordar la historia del almez, pero bueno, dejemos que sea él el que nos la explique de forma sencilla y amena. Seguro que a los vejetes les viene a la memoria un montón de recuerdos llenos de sabor dulzón y guerras de canutos.</p></div> <div class='rss_texte'><div class='spip_document_2741 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="33" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Inmenso_almecino_en_la_Vega_Sur.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Inmenso_almecino_en_la_Vega_Sur-f4e50.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-2741 '><strong>Inmenso almecino en la Vega Sur </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Paco Cáceres veguitadegrana@gmail.com</strong></p> <p>Muchas almecinas están de comer; su color negro las delata. El almez, el que nos da estos frutos, es uno de los árboles que más vivencias nos ha proporcionado a la gente de mi edad (recogí ya los 60). Me lo demuestra un artículo que publiqué en esta página titulado “¡Ya están las almecinas negras! ¡Preparad los canutos!” (<a href="http://www.otragranada.org/spip.php?article463" class="spip_url spip_out auto" rel="nofollow external">http://www.otragranada.org/spip.php?article463</a>); tiene un alto índice de visitas que se incrementa cada otoño y recibí correos de muchas personas que se sentían identificados con las vivencias que expresé en el texto referido. No creo equivocarme si digo que mucha gente de mi edad nos sentimos como “la generación de las almecinas”.</p> <div class='spip_document_2742 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="28" data-legende-lenx="" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Almecino_de_la_Bola_de_Oro.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Almecino_de_la_Bola_de_Oro-32eda.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-2742 '><strong>Almecino de la Bola de Oro </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Dado que estamos en el periodo de comer almecinas, voy a recordar al almez con un artículo que en su día publiqué en la revista Gaviar de Las Gabias. Dentro de la serie “los árboles de Las Gabias nos cuentan su historia”, cada mes, una especie tomaba la palabra de forma sencilla dedicada a los niños; para que pudieran conocerlos y amarlos. Reproduzco con ligeros retoques el artículo mencionado e introduzco un párrafo que nos dice algunos de los lugares dónde podemos encontrar almeces en Granada. Lástima que no encuentre l a foto de los almecinos del relato. En fin, el almecino tiene la palabra.</p> <div class='spip_document_2743 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="45" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Jesus_y_Pepe_cogen_almecinas_en_Bola_de_Oro.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Jesus_y_Pepe_cogen_almecinas_en_Bola_de_Oro-5f0f3.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-2743 '><strong>Jesús y Pepe cogen almecinas en Bola de Oro </strong></div> </figcaption></figure> </div><strong> <h2 class="spip">Soy el almez… a ver cómo os cuento mi historia</h2> <p> </strong></p> <p>Hola amguitos y amiguitas. Os invito a dar un paseo por Gabia Chica, donde estoy. Os contemplo desde mi copa, desde donde domino toda la Vega ¡Qué vistas! Veo recoger el tabaco, amarillear los maizales, los amaneceres de la Sierra y los atardeceres por Poniente... También vi grúas durante m uchos años, pero bueno; no os voy a amargar la vida. Bueno, es hora de presentarse, me llaman almez, almecino o latonero, aunque tengo más nombres. Por la Vega me llaman almencino y a mi fruta almencina, aunque dicen que no está bien dicho. El nombre latino que me pusieron fue “celtis australis”. Celtis significa buril.</p> <p><strong>Frutos de miel, decían los griegos</strong></p> <p>Soy propio de la región mediterránea. Puedo durar 600 años y llegar a los 25 metros de altura. Mis flores son blanco verdosas por abril y doy un fruto que pasa de verde a amarillo, le salen pintas y por último negro; este color te indica que estoy maduro y tengo un sabor dulzón. Soy comestible. Los griegos nos llamaban “frutos de miel”. ¡Claro! ¡Si me han empleado para la confección de mermeladas! Antes era una golosina para los niños. En cuanto veían mis frutos maduros se subían a mis ramas y se llenaban los bolsillos. Después solían hacer un canuto de caña, comían mis frutos y ¡zas!, disparaban el hueso a través del canuto. Al que le daban respondía de la misma forma y ¡ea! La guerra estaba formada. Hoy que los niños tienen toda clase de chucherías, las almecinas les parecen insignificantes. Pero a los mayores, que tenían más bien poco, les traigo muchos recuerdos. ¿A qué sí, vejetes?</p> <div class='spip_document_2744 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="36" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Almez_en_Camino_Bajo_de_Huetor.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Almez_en_Camino_Bajo_de_Huetor-f79c8.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-2744 '><strong>Almecinos en Camino Bajo de Huétor </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>¿Os cuento un secreto? Antes mis varas, junto a las de mimbre, se empleaban para aplicar castigos físicos. Sí, el varazo en la mano o en el pompi... ¡Pero yo no tenía la culpa! Precisamente me dijeron que en Ladruñán, pueblecito de Teruel, las mocitas , que mandaban desde San Juan a San Pedro, solían cantar:</p> <p>“Salid mocitos, salid.<br class='autobr' /> Salid y no tengáis miedo, <br class='autobr' /> y veréis qué gusto tienen<br class='autobr' /> las varas de latonero...”</p> <div class='spip_document_2745 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="23" data-legende-lenx="" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Menudas_pero_dulzonas.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Menudas_pero_dulzonas-3c460.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-2745 '><strong>Menudas pero dulzonas </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Soy útil para vosotros los humanos</strong></p> <p>Aparte de que os doy sombras, belleza (no tengo abuela) y junto a otros árboles y plantas creamos paisaje, en medicina popular utilizáis mis frutos en forma de cocimiento para detener las diarreas y el flujo menstrual muy abundante. También usabais mi corteza de tallos y raíces (contienen un pigmento amarillo) para teñir la seda.</p> <p>Y ¡Cómo no! Mi madera. Es dura y elástica, por eso la empleabais para la construcción de toneles, remos y horcas para aventar la parva en la era. Incluso para hacer cestería en algunos lugares de Portugal.</p> <div class='spip_document_2750 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="46" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Pequeno_almecino_junto_al_rio_Dilar_en_Gabia.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH667/Pequeno_almecino_junto_al_rio_Dilar_en_Gabia-ea61b.jpg?1710834990' width='500' height='667' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-2750 '><strong>Pequeño almecino junto al río Dílar en Gabia </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Dónde estoy en Las Gabias</strong></p> <p>Bueno, los que no me conozcáis os preguntaréis dónde me encuentro. Dos grandes ejemplares vivimos en Gabia la Chica cerca de la fuente que da el agua tan buena, milagrosa dicen algunos, en la Cañada, al lado del antiguo molino de aceite. Mi compañero tiene más de 100 años, ahora está malito y hace unos meses se le partió el tronco. El otro soy yo y me encuentro muy sano. Dice un abuelete de por aquí que cuando era niño yo era como una vareta. Total, que puedo tener unos 70 años, como él. Este abuelo me mira y todavía recuerda emocionado cuando ya adolescente cogía mis frutos. En las tardes de otoño se suele sentar debajo de mis ramas. ¡Ay! ¡Crecimos juntos! En fin, por aquí hay también un árbol del paraíso y una higuera.</p> <div class='spip_document_2751 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="86" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Almecino_en_Alhendin_parque_de_l_a_Inmaculada_sus_frutos_todavia_estaban_amarillos.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Almecino_en_Alhendin_parque_de_l_a_Inmaculada_sus_frutos_todavia_estaban_amarillos-d2125.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-2751 '><strong>Almecino en Alhendín, parque de l a Inmaculada, sus frutos todavía estaban amarillos </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Otros hermanos míos están en el camino de Las Huertas según se sale hacia el cortijo el Marchal o al río Dilar. Junto a este río, en Alhendín, en el parque de la Inmaculada sembraron a varios compañeros nuestros. Podéis encontrar bastantes ejemplares formando setos en la finca el Parral. Un ejemplar muy notorio está junto a otros en el cortijo del Lagarto, entrando ya en el término de Alhendín. Por la carretera hacia ese pueblo desde Gabia suelen crecer algunos hermanos al lado izquierdo de la carretera. Por último, en Gabia la Grande han sembrado este año algunos ejemplares, junto a otras especies, en la Aljomahima, al lado del instituto. Estos hermanos, que son muy jóvenes, pueden vivir hasta cerca del 2600. Esperemos que lo puedan contar, en la entrada de Gabia la Chica había tres lindos almeces junto a la carretera que no podrán contarlo. Los cortaron. Dicen que estorbaban a los coches. ¡Menudo dios de cuatro ruedas os habéis buscado!</p> <div class='spip_document_2748 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="47" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Almecinas_en_el_parque_Carlos_Cano_del_Zaidin.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Almecinas_en_el_parque_Carlos_Cano_del_Zaidin-d88bb.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-2748 '><strong>Almecinas en el parque Carlos Cano del Zaidín </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>Algunos lugares de Granada donde puedes encontrarme</strong></p> <p>¿Y en Granada dónde están mis hermanos? Bueno, os cuento, en cierta ocasión pasaron por aquí algunos excursionistas y se pararon debajo de mis ramas y comentaron; “mira como éstos almeces hay muchos en el tramo del Genil entre el último puente y la toma de agua de la acequia Gorda junto al asadero.</p> <div class='spip_document_2749 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="66" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Almecino_junto_a_la_acequia_Gorda_a_la_altura_de_Lancha_de_Cenes.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Almecino_junto_a_la_acequia_Gorda_a_la_altura_de_Lancha_de_Cenes-12886.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-2749 '><strong>Almecino junto a la acequia Gorda a la altura de Lancha de Cenes </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Tamibén en la Bola de Oro, en el Zaidín en distintos parques, como el Carlos Cano y en otros muchos paseos y parques de Granada… ¡Ah! Y por el Sacromonte, Fuente del Avellano, Alhambra…” Eso decían, yo no puedo moverme para saberlo, pero parecía estar bien informados.</p> <div class='spip_document_2746 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="63" data-legende-lenx="x" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Loja-_Alli_me_crie_entre_almecinas_majoletas_moras_bellotas_y_cultivos_de_las_huertas_Bajas.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Loja-_Alli_me_crie_entre_almecinas_majoletas_moras_bellotas_y_cultivos_de_las_huertas_Bajas-972ff.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-2746 '><strong>Loja. Almecinos por el Genil, por los Infiernos Altos y Bajos </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p>Sé que estoy por todas partes, pero a veces venía por aquí un lojeño y nos contaba que en los Infiernos Altos y Bajos había muchos almeces muy grandes.</p> <div class='spip_document_2747 spip_document spip_documents spip_document_image spip_documents_center spip_document_center spip_document_avec_legende' data-legende-len="77" data-legende-lenx="xx" > <figure class="spip_doc_inner"> <a href='https://www.otragranada.org/IMG/jpg/Loja-Camiino_de_los_Infiernos_bajos-_Nono_coge_almecinas_desde_que_era_nino.jpg' class="spip_doc_lien mediabox" type="image/jpeg"> <img src='https://www.otragranada.org/local/cache-vignettes/L500xH375/Loja-Camiino_de_los_Infiernos_bajos-_Nono_coge_almecinas_desde_que_era_nino-e01fd.jpg?1710834990' width='500' height='375' alt='' /></a> <figcaption class='spip_doc_legende'> <div class='spip_doc_titre crayon document-titre-2747 '><strong>Loja.Camiino de los Infiernos bajos. Ñoño coge almecinas desde que era niño </strong></div> </figcaption></figure> </div> <p><strong>¡No olvidaros de que existo!</strong></p> <p>Bueno, pues ahora en octubre es cuando están mis frutos negros y por tanto comestibles. ¡Ea! coged las que queráis. Os invito a que probéis mi sabor dulzón. ¡Pero no me partas las ramas! Y bueno, ya que me conocéis, de vez en cuando os paráis junto a mí y me miráis, que también nos gusta que nos echen cuentas. Observarme; ahora en otoño tengo hojas y frutos negros, después mis hojas van amarilleando hasta que en invierno quedo desnudo. En primavera me salende nuevo hojitas, después flores y ya para junio tengo las bolitas, todavía verdes, por septiembre se ponen amarillas, a primeros de octubre ya están pintonas o negras… En fin, ya sabéis, me llamo almez; encantado de conoceros. ¡Y no me ignoréis! ¡Ay! ¡Estos humanos tan distraídos con sus móviles qué poco nos aprecian!</p> <p><strong>Fuentes de información:</strong></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> <strong>Dioscórides renovado. Pio Font Quer</strong></p> <p><span class="spip-puce ltr"><b>–</b></span> <strong> La guía deIncafo de los árboles y arbustos de la Península Ibérica</strong></p></div>