La Asociación Buxus muestra su total oposición a la aprobación inicial de la innovación del PGOU de Motril por el que se cambia la clasificación de suelo no urbanizable de protección agrícola cultivo tradicional a suelo urbanizable ordenado en Avenida Europa de Motril La asociación ecologista motrileña califica de “simplista” el Informe de Impacto Ambiental del proyecto
La propuesta de modificación afecta a casi 22.000 m2, que sumadas a las 57.000 m2 recalificadas con anterioridad, afirma Buxus, supone un goteo que contraviene el modelo policéntrico y distribuido del actual PGOU y que repercutirá sobre el sistema de comunicaciones por su efecto llamada, como reconoce el propio estudio de tráfico. Los ecologistas motrileños señalan que “el ayuntamiento de Motril viene abusando de los procedimientos excepcionales para la implantación de usos que contravienen el modelo territorial del planeamiento vigente”.
Un proyecto totalmente innecesario. Hay suelo terciario de sobra
Buxus considera innecesario la recalificación de suelo de vega para destinarlo a uso terciario comercial, ya que en la actualidad “existen en Motril alrededor de 235.000 metros cuadrados de suelo disponible para la instalación de comercios y equipamientos de ocio en los que podrá seguir desarrollándose la ciudad”; suficientes para las demandas de instalación de comercios presentes y futuras. Buxus cita entre otros parcelas situadas en la Avenida Salobreña, la zona de la rambla de los Álamos y de la ronda de Poniente sector Oeste/Alcampo/MOT-13. En conclusión, existe una enorme superficie de suelo comercial clasificado que hace innecesarias nuevas recalificaciones.
Impacto sobre los valores ambientales, culturales y paisajísticos.
Buxus considera que “Sólo las ciudades que cuidan su calidad paisajística resultan atractivas para que se implanten empresas, residentes y vengan viajeros. Es más, el desorden del paisaje puede generar costes económicos”. Se cita como ejemplo un informe de la patronal Exceltur, que ve la saturación urbanística de la costa como causa de expulsión de los turistas de mayor poder adquisitivo. Por eso es importante proteger los espacios agrarios que colindan con la ciudad de Motril, porque generan “espacios visuales, de esparcimiento, de regulación climática, de reservorio de agua y suelo, de cobijo a la biodiversidad, de referente cultural y de atractivo turístico”. Además, señalan los ecologistas, que no han desaparecido las características que justificaron la protección de la vega en su momento; “Riqueza productiva y valor histórico y paisajístico”. Son parcelas que, por otra parte, siguen en plena producción.
No se tienen en cuenta los valores ambientales de la vega que se quiere destruir
Otro valor de este suelo agrario es el ambiental; la vega es un espacio donde “tienen lugar un amplio conjunto de interrelaciones ecológicas que dan sustento a una amplia biodiversidad, especialmente de anfibios, reptiles y pequeños mamíferos acompañados de una notable avifauna”. Si a esto se une la importancia de las acequias y riegos para recargar el acuífero detrítico de Motril-Salobreña, no se entiende la poca importancia que se le da a esto por parte del Informe de Impacto Ambiental realizado. Además, se señala que en la matriz de impacto donde se anota el carácter positivo o negativo sobre los elementos del medio faltan los apartados dedicados a interacción entre los elementos del medio biótico y abiótico. La valoración que hace Buxus de este informe es claro; “el análisis carece de perspectiva ecológica, considerando las partes como entes aislados que no interaccionan entre sí. El análisis es simplista, reduccionista, obviando ciclos como el ciclo integral del agua, flujos e interacciones biológicas.
Buxus cita leyes como la del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad para indicar que las Administraciones Públicas tienen el deber de lograr la conectividad ecológica del territorio y la gestión de elementos del paisaje y áreas territoriales esenciales para poblaciones de especies de fauna y flora silvestres. También cita otras funciones que el Convenio sobre la Diversidad Biológica y de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual dice que las Administraciones Públicas deben promover Y que, es obvio la Vega de Motril cumple.
Es incompatible con el modelo de ciudad que se aprobó
Los ecologistas motrileños también plantean en sus alegaciones que la recalificación del suelo agrícola es incompatible con el planeamiento y el modelo de ciudad que se recoge en el PGOU actual, y que entre otras cuestiones habla de proteger las actividades agrícolas, los suelos con alto riesgo de erosión y deslizamiento o mantener o limitar la orientación de crecimiento en zonas determinadas.
Concluyen las alegaciones de Buxus, “en suma, la actividad propuesta no representa ningún tipo de beneficio para la comunidad, puesto que la legislación, en este caso el vigente PGOU, define las zonas ordenadas para su implantación ordenada. La propuesta responde exclusivamente a un elemento de oportunidad de negocio mediante la alteración arbitraria de la ordenación territorial con una clara incidencia sobre el paisaje, el funcionamiento de los sistemas naturales, el patrimonio cultural y el territorio, sin que existan razones objetivas que lo justifiquen y cuando existen evidencias más que notables para su implantación en cualquiera de los suelos definidos para este fin en el municipio”.