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El Niñillo: "En los años duros de sequía lo pasé yo peor que las plantas"

Cuadernos campesinos. Diálogos con la Vega. Junio

Cuando va a acabar el mes, Antonio Hurtado "El NIñillo" nos da un repaso por las tareas de junio. Charlando y charlando sale el tema de los riegos. ¿Qué pasa cuando hay poca agua? Antonio nos cuenta técnicas de riego y vivencias.

Antonio prepara las zanahorias para mandarlas al Vergel. También podemos ver alcachofas y remolacha de mesa

Reportaje. Paco Cáceres

Sentados junto a una hijuela de la acequia del Jacín, bajo un gran olmo, Antonio da un repaso por las labores que se suelen desarrollar en este mes de junio. También abordamos el tema de los riegos. Todo un mundo lleno de palabras relacionadas con el agua que algún día intentaremos recopilar. Es una tarde de junio, tranquila, de temperatura agradable. Antonio empieza a contarme; Antes se decía: “Junio, hoz en puño”, porque se empezaba a segar las habas que son para secas, , los guisantes o la cebada temprana para último de mes. Y aunque en la agricultura nunca hay descanso, en junio, no digamos. En este mes se empiezan a arrancar las primeras papas a finales de junio y julio. Ahora acabamos con las alcachofas, se siembran de nuevo zanahorias, se pone el semillero de tomate tardío, de escarolas o puerros para luego sembrarlos en plantas.

Sandra con el carrillo de ajos

Por otra parte se siguen recogiendo zanahorias, remolacha de mesa, lechuga de primavera, ajos. Acabamos con las cebolletas y se empiezan las cebollas. Para los fruteros han empezado las brevas y terminamos con las cerezas y los nísperos.

En junio, a veces riego descalzo

En este mes hay que estar muy pendientes, se necesitan muchos riegos para las frutas y las hortalizas. Y hay que tener mucho cuidado, si hace frío, después viene el piojo, por eso hay que sulfatar en ecológico antes de que salga ese insecto tan perjudicial para la agricultura. A mí me ha ido bien sulfatar algunos cultivos con vinagre, pero de uva.

Estos días de junio de menos calor me gustan, aparte dura más la nieve en la Sierra y por ello el agua baja cuando más se necesita. Por otra parte, en este mes se venden frutas, hortalizas y el agricultor lo agradece, porque empieza a tener dinerillo en el bolsillo. También en este tiempo da gusto regar, yo a veces riego descalzo, pero la mayoría lo hago con alpargatas por si en la tierra hay un pincho o un cristal.

Recogida de ceerezas junto a la acequia del Albaricoque

Pasamos de unos temas a otros. Antonio le gusta recordarme con frecuencia que la Vega tuvo un funcionamiento ecológico. Antes se estercolaba todo porque no había abono. Me vienen a la memoria las palabras de Juan Raya; “la Vega es agricultura y ganadería, ya que hace varias décadas después de Asturias, la Vega de Granada era la segunda zona de España en cabezas de ganado”. Por eso había tanto estiércol. Agricultura y ganadería se complementaban.

Tierra lisa y apretadda para que los pájaros no se coman las semillas

Hablamos de la tierra, del suelo y viajamos a otros meses; cuando se sembraba el trigo; se hacía con la yunta. Primero se tiraba la semilla con la mano y después se removía la tierra enterrando el grano. Recuerdo que echábamos de 14 a 15 kg por marjal, después se tableaba para que el grano se enterrara bien. Le pido a Antonio que me explique eso. A los mulos se le enganchaba una tabla y el agricultor se subía en ella y dejaba la tierra lisa y apretada, así, los pájaros no podían escarbar para coger el grano. Y después, con las mismas yuntas se hacía la tasquiva para regar. A partir de aquí derivamos hacia los riegos.

De este no hemos hablado nunca, se mueve entre perros, gatos y gallinas como periquillo por su casa

La tasquiva

Antonio me tiene que explicar varias veces qué es eso de la tasquiva, el riego a melgas o a panderón. Al final coge un palo, se inclina hacia el suelo y traza unas líneas queriéndome explicar las diferencias entre el riego a melgas o a panderón. Paralelamente me entra la curiosidad y busco en internet. Buscando tasquiva me encuentro con un “Vocabulario del agua” que compiló José Ramón Guzmán Álvarez. En él se define tasquiva como “Acequia. Toma. Antigua unidad de medida de caudal (Vega de Granada)” Por si queréis consultar ese vocabulario, aquí va la dirección de la página (http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/portal_web/servicios_generales/doc_tecnicos/2010/agua_domesticada/parte_3/EAD59.pdf)

El agricultor y los riegos. Todo un mundo

Los sobrantes de la acequia

En invierno, como es natural, se riega menos, se hace una vez al mes o mes y medio. Si viene muy seco se tiene que regar a las tres semanas. La tierra, como hace más frío conserva mejor la humedad. Este invierno ha sido especial, no hemos tenido que regar. Hasta hace poco no ha hecho falta.

Antonio, una pregunta, cuando no hace falta regar ¿qué se hace con la acequia? Pues aunque se tome el agua, después vuelve otra vez al río antes de coger algún ramal. Y si cogen el ramal pero han regado y sobra agua, va al río o a otras acequias. Eso pasa por ejemplo con las dulas del sábado y domingo, cuyos sobrantes van otra vez al Monachil. Nuestro ramal después de regar desembocaba antes en la acequia Arabuleila que va para Armilla, Churriana y Cúllar. En otro tiempo pasaba por las tierras donde está el campus de la salud y el Nevada, ahora, que también atraviesa esa zona el metro, se han hecho unos sifones. Antes de transcribir las palabras de Antonio hablo con Juan García, agricultor de Cúllar Vega y amigo. Aparte de contarme proyectos que potencian la agricultura en la zona, y que me alegran bastante, le pregunto por Arabuleila; él me cuenta que sí, que cogen sobrantes de Ogíajres y La Zubia. También me dice que con el campus de la salud, el Nevada y todas las construcciones, ha cambiado la relación que tenía Arabuleila con las acequias de la zona.

Acequia del Jacín

Antes la acequia iba descubierta y un ramal tomaba el camino que iba a Santa Juliana. El ramal del martes va a la Vega de La Zubia, el del miércoles iba antes al campus de la salud, ahora va al río Monachil. El pago del Jueves iba a Armilla, ahora con las edificaciones se reparte entre varias dulas.

Riego a panderón

Cuando falta el agua se pone por minutos y cada propietario tiene unos minutos por marjal.

En los riegos de cereal, que no va por surcos, si el año venía bien de agua se hacía una tasquiva (canal) y se preparaba el riego a panderón, que es la inundación del terreno que se puede hacer con dos tornas, se le abre una torna y se riega ese pedazo, después se abre otra y se riega el resto. Busco panderón o riego a panderón en internet y no encuentro nada, sin embargo en la Vega se conoce bien, Juan García me habla también de ese tipo de riego. Esto me anima a investigar sobre el agua en la Vega. Recuerdo que tengo una charla pendiente con Ricardo Ávila y otra con Antonio Castillo. Sin duda alguna ellos me aclararán todo esta terminología.

Esto es lo que encontré de panderón: "m. And. Plano inclinado, de superficie lisa y suave, formado por grandes hojas de pizarra de color acerado y bruñido aspecto, que forma la parte convexa de algunas lomas de Sierra Nevada. Panderones del Veleta, del Mulhacén".

El riego por melgas

Si el año no viene bien de agua entonces el riego del cereal lo hacemos por melgas. Se le abre la tasquiva y cada siete pasos u ocho más o menos se le abre una torna, se riega, otros ocho pasos, otra torna y así se le va asignando el agua por franjas de suelo. Busco en internet riego por melgas o fajas. Así se explica en un trabajo de investigación que leo en
http://www.buenastareas.com/ensayos/Dise%C3%B1o-De-Riego-Por-Melgas/3781397.html “El terreno se divide en fajas por medio de bordos paralelos, para que cada faja se riegue independientemente. Las fajas deben tener poca o ninguna pendiente, tanto en el sentido longitudinal como en el transversal, para realizar el riego. Cada faja recibe el agua derivada de una regadera que corre por el extremo superior”

Antonio recordaba los años duros de sequía, cuando el río no llevaba agua. (Foto José María García)

Los años duros de sequía

Antonio, ¿qué recuerdas de los años duros de sequía? Hubo dos años de sequía muy duros. Estaba de acequiero y lo pasé yo peor que las plantas. No poder regar es muy duro y crea muchos conflictos. La gente te pide agua y tú no puedes dárssela. No puedes satisfaccer esa necesidad. Recuerdo discusiones y peleas por el agua entre agricultores del mismo Monachil, y eso que por ser cabecera, ellos tienen todos los derechos sobre el agua. Figúrate cómo estaban Huétor Vega, La Zubia o la parte de Granada que riega el Monachil. Era cuando se decía que esto iba a ser un desierto. Ya ves, también los que saben se equivocan.

En ese tiempo de escasez se hicieron tres pozos particulares por aquí; en el cortijo del Colorín, en la zona donde está hoy el Campus de la Salud y en el cortijo de Parrate. Afortunadamente ese periodo tan malo pasó. Antonio nos contaba en nuestro primer recorrido por la acequia del Jacín que en la toma del agua de la Estrella, solía sentarse y ver el río prácticamente seco y que el mundo se le vino abajo. Ya nada volverá a ser como antes, pensaba. Al año siguiente, cuando vino un año lluvioso, Antonio estaba exultante de alegría y en la noche, ejerciendo de acequiero, solía sentarse junto al Monachil y escuchar al río y a los ruiseñores. Los años malos de sequía habían pasado, el río rugía como antes y había vuelto la esperanza.

Tengo que hacerle la cama a los melones

Terminamos. Antonio dice que tendrá que ir a hacerle la cama a los melones. ¿La cama? Sí, a prepararle el suelo para que estén bien asentados y puedan criarse bien.

Me cuesta trabajo despedirme de Antonio, allí sentados bajo el olmo, con la accequia sin agua pero que conserva el frescor, hablando él, aprendiendo yo... Bueno, el mes de julio tendréis otro repaso por las labores que se hacen en esta Vega... ¿Julio? ¡Pero si ésta aquí ya!

Por Veguita de Graná

El Lunes 24 de junio de 2013

Actualizado el 24 de junio de 2013