Paco Cáceres. Texto y fotos
Lo vi en uno de mis paseos a través del río Genil por la ruta de Puente Verde hacia las toma de la acequia Gorda en Cenes. Con unas botellas de plástico regaba unos arbolillos que tenían la pinta de estar sedientos. Hablé con él y me dijo “puede que no les llegue el goteo, y yo veo el agua cerca y ellos aquí medio secos y por eso los riego”. Me despedí de él y cuando había pasado un rato sentí no haberle hecho alguna foto que recordara y difundiera el hecho.
Hace unos días lo volví a ver; con un par de cubos, uno con una larga cuerda, cogía agua de una pequeña conducción del río y regaba los árboles que veía sedientos. “Con los panzones de andar que me doy entre los árboles y los veo secos... Yo pienso; ¿y si en vez de ser yo fuera el árbol? ¿No me gustaría que me regaran? Por eso los riego siempre que paso”. Quien se expresa así es Antonio García, que proveniente de la Costa está afincado en el área metropolitana. En sus rutas está ésta del Genil, las zonas altas del Serrallo y de Huétor Vega... “Yo cojo mi bolsa, meto mis cubos y una navajilla por si hay hierbas que le impiden absorber el riego y teniendo el agua tan cerca, pues ¿qué trabajo me cuesta?” “Algunos me dicen el ecologista”, pero ya hay otros que se han parado conmigo y charlamos sobre soluciones para que el riego llegara a estos árboles, y otros ya han regado también”. Eso es bueno, el ejemplo cunde, hay personas que no se deciden, pero cuando ven a Antonio...
No sólo le preocupan los árboles, otras veces viene con una bolsa de basura y maquilla la poca sensibilidad hacia el medio de otros recogiendo las latas de cerveza y otros envases que dejan tirados junto al río.
Antonio García, sin decir nada a nadie, sin darle muchas vueltas a la cabeza; un buen día vio los árboles con sed y los parajes con latas y se puso manos a la obra. Entre tanta gente que pasa por el lugar, Antonio es una persona que con su ejemplo nos permite ver que con gestos, con un pequeño aporte, podemos mejorar el medio que nos rodea.
